Una ola de protestas sin precedentes en contra del aumento de las tarifas del transporte público azotó Brasil en 2013. Millones de personas tomaron las calles en junio de ese año y la cifra aumentó a medida que la policía reaccionaba con creciente violencia.
La represión policial, lejos de enfriar los ánimos de los manifestantes, sólo propició una respuesta más radical. Aparecieron los primeros Bloques Negros y las protestas se mantuvieron hasta el menos el inicio de la Copa del Mundo y durante su transcurso. Se acusó a la policía de reprimir brutalmente las manifestaciones pacíficas como medida para reforzar sus propias fuerzas, y sus acciones terminaron provocando una respuesta igual de violenta en las calles por parte de los manifestantes.
A pesar del tamaño de las manifestaciones, estas solo consiguieron promesas vacías del gobierno federal y un congelamiento de las tarifas del autobús — que ahora parece haber llegado a su fin. Después de una tregua y una pausa en las protestas durante las últimas elecciones, en las que la Presidenta Dilma Rousseff fue reelecta por un pequeño margen, las manifestaciones han vuelto con fuerza renovada tras el anuncio de una nueva subida en las tarifas de los billetes de autobús, tren y metro.
Los precios de los billetes ya aumentaron en Belo Horizonte, Fortaleza y Florianópolis en diciembre de 2014. En Río de Janeiro, Sao Paulo y Salvador, el aumento se produjo a principios de 2015.
En São Paulo y Río los precios de los billetes aumentaron 40 y 50 centavos respectivamente. En Belo Horizonte, un Tribunal suspendió el incremento inicial de 25 centavos. Para calmar las protestas, el alcalde de São Paulo, Fernando Haddad, anunció un pase gratuito para los pobres y los estudiantes de las escuelas públicas, una decisión criticada por el Movimiento Pase Libre (MPL) que considera insuficiente la medida, puesto que el pase gratuito solo incluiría el viaje de ida y vuelta de casa a la escuela de los estudiantes, y no terminaría con la exclusión de otros grupos sociales en lo que respecta al transporte público.
El 7 de enero se convocaron manifestaciones en varias ciudades como Belo Horizonte y Río de Janeiro. En Río de Janeiro, casi 5.000 personas se reunieron en el mitin, en el que el colectivo Olhar Independente (Mirada Independiente) documentó un asalto contra un manifestante:
Thamires Fortunato, estudante de filosofia da UFF é arrastada pelos cabelos e detida no QG da PM na Rua Evaristo da Veiga e não é permitido o acesso da advogada ativista Cristiano Oliveira do DDH. PM diz que ela será conduzida para a 17° DP em São Cristóvão.
Thamires Fortunato, una estudiante de filosofía de la UFF, fue arrastrada por los pelos y retenida en las dependencias de la Policía Militar (PM), en la calle Evaristo da Veiga y no se permitió el acceso de su abogado y activista, Cristiano Oliveira, de la ONG, Human Rights Advocates (Defensores de los Derechos Humanos). La PM dijo que sería trasladada al cuartel 17 de la policía en el barrio de São Cristóvão.
En São Paulo, la protesta fue organizada por el Movimiento Pase Libre, como ya sucedió en el 2013. El propósito era protestar por el aumento de las tarifas de los autobuses (responsabilidad del alcalde Fernando Haddad) y los trenes y el metro (responsabilidad del gobernador del estado, Geraldo Alckmin) y exigir el acceso gratuito de todos a los transportes públicos.
Según el movimiento, 30.000 personas asistieron a la protesta en São Paulo, mientras que la estimación de la policía militar era de 5,000. Los manifestantes declararon haber sido golpeados por los agentes de policía mientras caminaban por las calles.
Un video grabado en YouTube por el usuario Karashh muestra el momento en el que la policía comenzó a atacar a los manifestantes:
Según un testigo, un pequeño grupo de Bloques Negros tiró algunos botes de basura y golpeó las puertas de hierro de los comercios cerrados. La periodista Eliane Brum informó de que una sucursal bancaria en la región también fue destrozada por este pequeño grupo. Este motivo fue suficiente para que la policía empezara a lanzar gases lacrimógenos y disparar balas de goma para dispersar la protesta, muy tensa desde el principio por las declaraciones oficiales del comando de la policía militar diciendo que no permitirían la marcha, y que dejaron ciego a un fotógrafo e hirieron a una periodista en el ojo.
Pablo Ortellado, un profesor que estaba en la manifestación, criticó la cobertura mediática y acusó a la policía de comenzar con la violencia:
Sou testemunha ocular de que a PM, depois de um incidente isolado na Paulista, atacou gratuitamente uma gigantesca manifestação que transcorria pacifica na Consolação. O MPL foi informado de que haviam acontecido prisões na Paulista, segurou a manifestação na Consolação até a situação se acalmar e a enorme passeata, de dezenas de milhares de pessoas, que estava noutra rua e a cem metros do incidente foi gratuita e covardemente atacada pela polícia. Não obstante, a imprensa, de maneira unânime, relatou o episódio como uma reação da polícia a vandalismo dos manifestantes. Uma narrativa que simplesmente mistura espaços geográficos e inverte a ordem dos fatos.
Soy un testigo presencial de que la PM, después de un accidente aislado en la Paulista, atacó gratuitamente a una manifestación gigantesca que discurría pacíficamente por la calle Consolación. Se informó al MPL que habían tenido lugar detenciones en la avenida Paulista, y este contuvo la manifestación en la calle Consolación para calmar la situación, pero se atacó de manera violenta y gratuita, a millares de personas que marchaban pacíficamente en la otra calle, a cien metros del incidente. No obstante, la prensa, de manera unánime, relató el episodio como una reacción de la policía frente al vandalismo de los manifestantes. Una narración que simplemente mezcla los lugares geográficos e invierte el orden de los acontecimientos.
Algunas fuentes informaron que los manifestantes lanzaron piedras a la policía. El periodista, Leonardo Sakamoto, quien estaba en el mitin escribió en su página de Facebook:
Um pequeno grupo provocou os policiais, espalhou lixo e bateu nas portas das lojas. Eles, que teoricamente deveriam ser treinados para reagir de forma controlada nessas situações, responderam com gás lacrimogêneo, bombas de efeito moral e balas de borracha, atingindo e dispersando a manifestação – que seguia pacífica – e assustando pessoas que nem participavam da marcha. Não vou dizer que não mudou nada de 2013 para cá porque, pelo jeito, estão com estoque renovado desses armamentos.
Un pequeño grupo provocó a la policía, esparció basura y golpeó las puertas de los comercios. La policía, supuestamente entrenada para hacer frente a este tipo de situaciones, respondió con gases lacrimógenos, pequeñas granadas de humo y balas de caucho, golpeando y dispersando a la manifestación, que seguía pacífica, y asustando a la gente que participaba en la marcha. No puedo decir que no ha cambiado nada desde el 2013, porque parece que han renovado su armamento.
La manifestación comenzó un poco después de las cinco de la tarde sin incidentes, marchando por el centro de la ciudad hacia la calle principal, la avenida Paulista. Sin embargo, antes de llegar a la avenida, la policía atacó a la manifestación, dividiéndola en dos y cargando contra ambos lados.
El Movimiento Pase Gratuito resumió los actos violentos en su página de Facebook y añadió:
Com a brutal repressão policial, os governos deixam sua resposta à justa reivindicação da população que luta contra o aumento do preço da tarifa. Longe de discutir a revogação dos aumentos que decretaram, Alckmin e Haddad respondem só com violência: tiros, bombas e prisões contra quem se manifesta.
Con una brutal represión policial es como responde el gobierno a una reivindicación justa de la población que lucha contra la subida de las tarifas. Lejos de discutir la renovación de las subidas que decretaron, Alckmin y Haddad responden solo con la violencia: tiros, bombas y prisión contra los que se manifiestan.
El periodista español Bernardo Gutiérrez denunció la provocación y la consiguiente represión de la policía en Twitter:
Eu estava no protesto #contratarifa em Sao Paulo. (I) a PM ficou provocando durante o protesto todo, com a técnica do envelope e agressivos — Bernardo Gutiérrez (@bernardosampa) 9 janeiro 2015
Estaba en la protesta contra el aumento de tarifas del transporte en Sao Paulo. (I) La PM estuvo provocando durante toda la manifestación con su agresividad y cercando a los manifestantes.
(II) como jornalista fui desrespeitado pela PM. PM lançou bombas de efeito moral e gás lacrimogêneo sem motivo, contra os manifestantes — Bernardo Gutiérrez (@bernardosampa) 9 janeiro 2015
(II) La PM no me tuvo ningún respeto como periodista. La PM lanzó granadas de humo y gases lacrimógenos contra los manifestantes sin ningún motivo.
(III) A PM parecia ter ordens para impedir a chegada do protesto #contratarifa na Av Paulista. Tinha muita gente:entre 10 e 15.000 pessoas — Bernardo Gutiérrez (@bernardosampa) 9 janeiro 2015
(III) La PM parecía tener órdenes para retener la llegada de la manifestación #contratarifa (contra el aumento de la tarifa) a la avenida Paulista. Había mucha gente, entre 10.000 a 15.000 personas.
Pequeños grupos de manifestantes que fueron dispersados se trasladaron hacia las inmediaciones perseguidos por la policía. Al menos 32 manifestantes fueron arrestados. Aunque el profesor Ortellado informó de la detención de 38 más. Al final de la noche la policía informó que el número de detenidos superaba los 50.
Al menos cinco personas fueron heridas y trasladadas al hospital. En este video se pueden ver algunos de los heridos en la calle. Algunas bombas de gases lacrimógenos terminaron en la estación del metro.
El activista y periodista, Lucas Moraes, escribió en su página de Facebook:
51 presos em São Paulo por protestarem contra os aumentos das tarifas de ônibus. Se você acha que já passamos de junho de 2013, feliz ano velho! Que os movimentos sociais se preparem para enfrentar o modus operandi que os governos buscam perpetuar por meio de suas polícias militares. E preparem igualmente os seus pulmões para respirar muito gás lacrimogêneo vencido.
51 arrestados en São Paulo por protestar contra la subida de los precios de los billetes de autobús. Si creen que ya pasamos el año 2013, ¡feliz año viejo! Que los movimientos sociales se preparen para combatir un modus operandi que los gobiernos buscan perpetuar con ayuda de sus policías militares. Y preparen sus pulmones también para inhalar todo el aire lacrimógeno que lanzaron.
El Movimiento de Trabajadores sin Techo (MTST), uno de los movimientos sociales más fuertes en Brasil, dejó claro su rechazo a la violencia de la policía dirigida por el gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, y anunció su participación en futuros eventos:
ALCKMIN NÃO APRENDEU COM 2013! PM do Governo Alckmin reprime brutalmente Ato contra o aumento da tarifa em São Paulo. Em 2013 isso massificou as mobilizações. Alckmin quer repetir a dose? O MTST irá às ruas contra este ataque!
¡ALCKMIN NO APRENDIÓ DEL 2013! La brutalidad de la policía militar de Alckmin reprimió la manifestación en contra de las subidas de los transportes en São Paulo. En el 2013, esta violencia solo alentó más manifestaciones. ¿Quiere Alckmin repetir la dosis? ¡El MTST saldrá a la calle de nuevo contra ese ataque!.
Fabio Malini, profesor y activista, publicó en Facebook un análisis gráfico de casi más 30. 000 tuits sobres las protestas. Parece que se repite lo que sucedió en 2013: la alianza entre Alckmin y Haddad para incrementar el precio de los billetes desafiando a la opinión popular, la violencia policial, los sectores de los medios apoyando la represión, tildando a los manifestantes de «vándalos» y sin tener cuenta el tamaño de la manifestación. Se ha convocado una nueva protesta para el viernes, 16 de enero.