La semiderribada iglesia histórica en Trinidad que «aún vale la pena salvar»

A demolished portion of the historic Greyfriars Presbyterian Church in Port of Spain, Trinidad. The church was built in the 1800s. Photo by Joshua Lue Chee Kong, used with permission.

Una parte demolida de la histórica iglesia presbiteriana Greyfriars, en Puerto España, en Trinidad. La iglesia fue construida en 1800. Foto de Joshua Lue Chee Kong, usada con permiso.

Una centenaria iglesia presbiteriana en la capital de Trinidad fue derribada parcialmente a fines de noviembre, a pesar de las conversaciones entre el nuevo propietario y la organización Ciudadanos por la Conservación, para diseñar un plan que permitiese compaginar el desarrollo de la zona con la preservación del edificio.

La demolición de Greyfriars comenzó a primeras horas de la mañana, y cuando se alertó al ministro de integración social, Robert Samuel, este confirmó que el gobierno junto con el Ayuntamiento de la ciudad y el Departamento de Planificación Urbanística, estaban en proceso de incorporar el edificio a la lista de edificios del patrimonio histórico, inclusión que supondría la conservación y protección legal del edificio. Pero estas maniobras legales, solo han salido a la luz pública tras la venta de la propiedad anunciada hace tres meses.

Desde el 2007, la Iglesia reclamaba atención para proceder a varios trabajos de restauración que excedían los medios financieros de la comunidad. No obstante, los trabajos se iniciaron en 2009 y en el 2010 la iglesia empezó a pedir contribuciones fuera de la propia congregación. Claramente, no reunieron el dinero suficiente, y de ahí la decisión final de venderla a una empresa privada.

Pero esto no ha contenido la indignación popular sobre los planes del nuevo propietario, Alfred Galy, interesado en levantar un bloque de oficinas en el lugar de la iglesia. El activista Joshua Lue Chee Kong, quien se encontraba en el interior de la iglesia cuando se inició la demolición, creó una petición en la red dirigida a Galy, a Ciudadanos por la conservación y diversos departamentos del gobierno para preservar a la iglesia «a cualquier costo». En la petición que atrajo más de 1.200 firmas se afirmaba:

As of today, there is too much ambiguity about the future plans for the structure from the owner, who has already removed most of the roof from the Manse and much of the roof from the church itself, before a stop order was issued by the City Engineer to prevent the removal of any more building materials. Currently Citizens for Conservation of Trinidad and Tobago has provided a proposal to the Minister of National Diversity and Social Integration, the Honourable Rodger Samuel, for the church to be listed as an official National Heritage site. This is very crucial and the matter must to be expedited as the interior of both structures are now exposed to the elements.

Al día de hoy parece que son demasiado ambiguos los planes del nuevo propietario en relación a la iglesia, quien ya demolió parte del tejado de la mansión y de la iglesia, solo paralizada por la orden de detención emitida por el ingeniero de la ciudad para evitar mayores pérdidas. Actualmente, Ciudadanos por la Conservación de Trinidad y Tobago ha presentado una propuesta al honorable ministro de Diversidad Nacional e Integración Social, Rodger Samuel, para catalogar a la iglesia como parte oficial del patrimonio nacional. Esto es muy importante y debe hacerse rápidamente pues el interior de ambas estructuras está expuesto a los elementos.

Cambios similares, en relación a su uso, han tenido lugar con varios edificios históricos en Puerto España, a los que se les ha dotado de una nueva vida al reconvertirlos en restaurantes y edificios de oficinas, preservando así, la integridad de la arquitectura colonial. En Facebook, donde se ha discutido mayoritariamente el tema, la decisión subrepticia de Galy de arrasar con la propiedad antes de concluir las conversaciones que mantenía con la organización ciudadana, no han sentado muy bien, sobre todo cuando se le había notificado la intención de integrar a Greyfriars en la lista del patrimonio histórico nacional.

Activist Joshua Lue Chee Kong stares down an excavator as it razes part of Greyfriars church in Port of Spain. Photo courtesy Joshua Lue Chee Kong, used with permission.

El activist Joshua Lue Chee Kong contempla mientras una excavadora arrasa parte de la iglesia de Greyfriars en Puerto España. Foto cortesía de Joshua Lue Chee Kong, usada con permiso.

En la página de Ciudadanos por la Conservación en Facebook, Rhona Baptiste lamenta que el destino de la iglesia habla por si solo de la sociedad de Trinidad y Tobago:

[…] this is sorry news. But it happens only because we allowed it to happen by not putting in place an IDEOLOGY of LOVE OF SELF AND COUNTRY that now find us in this state of cluelessness.

[…] Es una noticia que lamento, pero que hemos permitido por no contar con pensamiento político que refrende el amor hacía el país y nosotros mismos, y de ahí la confusión de estos momentos.

Kathryn Chan añadió:

terribly sad… no understanding of culture and history… no joy and awe for the hand made building and the sweat and tears of our ancestors… who are we? what are we? where are we going?

Muy triste… ni rastro de interés por lo que significa la cultura y la historia… ni rastro de interés por este edificio levantado a mano con el sudor y sangre de nuestros antepasados. ¿Quiénes somos? ¿Qué somos? ¿Dónde vamos?

Algunos comentaristas sintieron que todo el asunto era «mucho y ruido y pocas nueces». Denith McNicholls dijo:

We can't save every old building. I have not been told of the historic significance of the building, other than its age.

No podemos preservar todos los edificios, nadie ha dicho nada sobre la importancia histórica del edificio, aparte de su antigüedad.

Danielle Fran ofreció una solución:

maybe we should make a list of highest priority for conservation, and then split them up into small manageable groups and distributing responsibility of caretaking/advocating its conservation to one or two persons per group.

Tal vez deberíamos hacer una lista de prioridades de los edificios a preservar, después dividirla entre grupos más pequeños y distribuir la defensa y responsabilidad de preservarlos, a una o dos personas dentro del grupo.

Geoffrey MacLean, arquitecto muy activo en Ciudadanos por la Conservación, respondió que el National Trust (Fondo Nacional para la Preservación Histórica) ha listado tan solo 13 edificios en los últimos 14 años. Al parecer, Ciudadanos por la Conservación prepara un dossier con 16 edificios más, con la idea de confeccionar una lista con 50 edificios, no incluidos en la lista actual de unos 400.

The National Trust es el organismo responsable de identificar y listar los edificios históricos que requieren protección legal y se supone que cuenta con los fondos necesarios para evitar el deterioro de los edificios incluidos en la lista. En teoría, el proceso conlleva la sumisión de un informe al ministro relevante, quien una vez aprobado, lo presenta al Consejo de Ministros para su consideración parlamentaria, según una lista de criterios de calificación. En la practica, sin embargo, el proceso no es tan sencillo. La periodista Francesca Hawkins puso punto final a la discursión, afirmando que la demolición es un «fracaso de la política». La escritora Sharon Millar puntualizó que si la gente entendiera realmente el proceso de listar los edificios y donde están las trampas del sistema, el ciudadano de a pie sabría cómo y dónde presionar».

The aftermath of the demolition of Greyfriars. Photo by Joshua Lue Chee Kong, used with permission.

Luego de la demolición de Greyfriars. Foto de Joshua Lue Chee Kong, usada con permiso.

La primera razón para defender la iglesia de Greyfriar como edificio histórico es su contribución social, dado que la iglesia jugó un papel muy activo en la defensa de la libertad religiosa, convirtiéndose en el santuario religioso de los inmigrantes presbiterianos portugueses que escaparon de la persecución católica en Madeira y llegaron a Trinidad en 1840. También fue un elemento clave en el desarrollo paisajistico urbano de Woodford Square (La Plaza Woodford), en Puerto España, uno de los distritos históricos. Por último, desde el punto de vista de lo arquitectónico, la iglesia está dentro del estilo denominado como gotico revival, lo que hace que merezca la pena su conservación.

También se ha desatado una fuerte polémica en torno al lugar, considerado tierra sagrada, pues al parecer albergaba un cementerio. Se han disparado los interrogantes sobre la integridad de los restos humanos depositados allí con los nuevos planes. Rodney Bridgelal condena que no es un tema baladí:

I also blame the clergy of that church. Shame on them to leave those bodies there to be desecrated when they knew that their decendants [sic] are still alive.

También es culpable el sacerdote de la iglesia. ¡Que vergüenza! abandonar los cuerpos para que los profanen cuando todavía están vivos sus descendientes.

El 1 de diciembre varios representantes de las organizaciones interesadas en preservar el edificio, como ministros del gobierno, Ciudadanos por la Conservación, el alcalde de la ciudad, y los principales representantes se reunieron con Galy para valorar la situación y determinar las actuaciones del futuro. El presidente de Ciudadanos por la Conservación, la arquitecta Rudylynn DeFour-Roberts, miembro también del National Heritage Trust Council, comentó que la reunión había sido «positiva».

El informe de los ingenieros determinó que a pesar del derribo de parte del edificio, la estructura aún se puede reparar y vale la pena preservarlo. «Hemos retomado las negociaciones para discutir las alternativas» dijo, enfatizando que hay que preservar Greyfriars, un importante tesoro nacional, porque es el único edificio histórico listado al este del distrito de Woodford Square.

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