Nueva era para Sri Lanka después de la derrota de Mahinda Rajapaksa

Supporters of Sri Lanka's main opposition presidential candidate Maithripala Sirisena burst firecrackers at the end of voting in the presidential election in Colombo. Image by Chamila Karunarathne. Copyright Demotix (8/1/2015)

Simpatizantes del candidato opositor en Sri Lanka, Maithripala Sirisena queman petardos al final de las elecciones presidenciales en Colombo. Imagen de Chamila Karunarathne. Derechos reservados Demotix (8/1/2015)

La mañana del viernes 9 de enero de 2015, Sri Lanka despertó con noticias que unas semanas atrás eran impensables, el Presidente Mahinda Rajapaksa, que tomó posesión el 19 de noviembre del 2005, aceptó haber sido derrotado por el antiguo ministro de salud Maithripala Sirisena, de 63 años de edad, candidato presidencial del principal partido de oposición, Partido Nacional Unido.

El día anterior, los votantes de Sri Lanka habían participado de la séptima elección presidencial en una contienda cerrada, con Mahinda Rajapaksa buscando su tercer mandato. La elección fue fundamentalmente pacífica y con una asistencia de más de 70% en la mayoría de los distritos.

Rajapaksa tuiteó el 9 de enero, después de que la derrota fue evidente:

Valoro y respeto nuestro proceso democrático y el veredicto de la gente, y espero una transición pacífica del poder. -MR

Los primeros resultados mostraron que Rajapaksa aún es popular con la población cingalesa budista del país, que asciende al 70% de las 21 millones de personas que habitan la isla. Sirisena fue favorecido por la etnia Tamil, ubicada en la antigua zona de guerra en el norte del país y por las áreas de dominio musulmán, quienes fueron en grandes cantidades a votar por él.

Un imagen de la pantalla del portal de noticias Adaderana.lk muestra las cifras (resultados finales):

Screenshot from Adaderana.lk

Imagen de la pantalla de Adaderana.lk

Rajapaksa supervisó el final en 2009 de la sangrienta guerra civil de 26 años entre las fuerzas del gobierno y una organización militar que buscaba independizar el estado Tamil. Él fue reelegido en el 2010 con un triunfo aplastante, y después de reformar exitosamente la constitución para concentrar el poder político en la presidencia y eliminar la duración limitada del mandato. Mientras estuvo en funciones, enfrentó acusaciones de abuso de poder, nepotismo y de violación a los derechos humanos cometidos durante las etapas finales de la guerra civil. 

El bloguero Indrajit Samarajiva, un crítico frecuente del gobierno de Rajapaksa, le rindió tributo a su legado:

Mahinda Rajapaksa has shown me things I never thought possible. He ended a war that I thought would never end. He rebuilt Colombo and showed us physical development I never dreamed of. For all of his faults, he has won me over as a citizen. I think he has been a good President, in my opinion Sri Lanka’s best, especially because he is the first President to lose an election and gracefully leave.

I have always been reluctant to call Mahinda a dictator because I never thought he was. As much as he messed with Parliament, with the Judiciary, he was always close with the people and he rose and fell by the vote. He was elected to power, he marshalled popular support to win the war and, in the end, he was brave enough to face election for a third time. Most importantly, and something we’ve never seen from an incumbent, he was brave enough to gracefully lose.

He has truly been a great leader and, though I voted for his opponent, I think he deserves something Sri Lanka hasn’t really afforded its leaders. A comfortable, honored and secure position as the respected and beloved ex-President of Sri Lanka.

Mahinda Rajapaksa me enseñó cosas que nunca pensé posibles. Él terminó una guerra que yo pensé que nunca acabaría. Reconstruyó Colombo y nos enseñó el desarrollo físico como nunca soñé. Pese a sus defectos, me ha ganado como ciudadano. Creo que ha sido un buen presidente, en mi opinión el mejor de Sri Lanka, especialmente debido a que es el primer presidente en perder una elección e irse con gracia.

Siempre he sido reacio a llamar a Mahinda dictador, debido a que nunca pensé que lo fuera. Por mucho que se haya metido con el parlamento, con el poder judicial, siempre fue cercano a la gente y él subió y cayó por los votos. Él fue elegido para ocupar el poder, dirigió el apoyo popular para terminar con la guerra y, al final, fue lo suficientemente valiente para enfrentar la elección por tercera vez. Lo más importante, y algo que nunca hemos visto de un gobernante, él fue lo suficientemente valiente como para saber perder.

Realmente ha sido un gran líder, aunque yo voté por su oponente, pienso que merece algo que Sri Lanka nunca le ha permitido a sus líderes. Una posición segura, honorable y cómoda como el respetable y amado ex presidente de Sri Lanka.

Algunos comentaristas estuvieron en desacuerdo con el punto de vista de Samarajiva sobre el tiempo de Rajapaksa como presidente, como Reshan Auston:

While we carry the respect for Mahinda for winning the war, I have no respect for him for looting the country. As a leader he failed the country. He had all the opportunity to be the Nelson Mandela of Sri Lanka but instead he decided to be Sadam Hussain. He looted the country with his brothers while his sons enjoyed the life using poor tax payers money. We couldn’t get our day to day activities done at government offices without political influences. Is this the leader we care about?

As a president he failed after finishing the war. I don’t harbour any remorse for his loss. He deserved what he got. I don’t wanna shed crocodile tear.

Por un lado respetamos a Mahinda por ganar la guerra, pero no tengo ningún respeto por él por saquear el país. Como líder le falló al país. Tuvo la oportunidad de convertirse en el Nelson Mandela de Sri Lanka, pero en cambio decidió ser Sadam Hussain. Él saqueó el país junto con sus hermanos mientras que sus hijos disfrutaban de la vida usando el dinero de los pobres contribuyentes. No podemos realizar nuestras actividades diarias en las oficinas de gobierno sin tener influencias políticas. ¿Es este el líder por el que nos preocupamos?

Como presidente, el falló después de terminar la guerra. No lamento que haya perdido. Se merece lo que tiene. No quiero llorar lágrimas de cocodrilo.

Sri Lankan polling officers carrie ballot boxes into a counting center after close of polling for the presidential election in Colombo. Image by Chamila Karunarathne. Copyright Demotix (8/1/2015)

Las urnas son trasladadas hacia el centro de escrutinio después del cierre de la votación para la elección presidencial en Colombo. Imagen de Chamila Karunarathne. Derechos reservados Demotix (8/1/2015)

Dilrukshi Handunnetti escribió en el sitio web de periodismo ciudadano Groundviews acerca de las razones por las que los habitantes de Sri Lanka buscaban un cambio:

It is not as if Maithripala Sirisena, a simple villager who has risen within the SLFP ranks to reach top positions, holds the island enthralled. Instead, what he represents in terms of ideas and promises, matter to a large majority of the people who have silently observed an elected president turn increasingly authoritarian and triumphalist. [..]

There may be others who feel that while road and rail connectivity was being achieved, the incumbency has severed connectivity among the island’s communities that lived in harmony for decades, causing serious divisions on ethno-religious lines.

It is that negative difference that has fuelled an electorate’s call for a political change, perhaps at great risk, still with the hope that a new administration may have the political maturity to tolerate dissent and celebrate a plural Sri Lankan identity.

No se trata de si Maithripala Sirisena, un sencillo aldeano que ha surgido del SLFP clasifica en las primeras posiciones, mantiene a la isla cautivada. En vez de eso, lo que él representa en términos de ideas y promesas, le importa a una gran mayoría de la población que ha observado silenciosamente cómo un presidente elegido se hace cada vez más autoritario y triunfalista [..].

Puede haber otros que piensen que si bien la conectividad de carreteras y ferrocarriles fue un logro, el mandato ha mermado la conectividad entre las comunidades de la isla que vivieron en armonía durante décadas, causando serias divisiones en las líneas etno-religiosas…

Es esta diferencia negativa la que ha impulsado al electorado a pedir un cambio político, tal vez con un gran riesgo, pero aún con la esperanza de que una nueva administración pueda tener la madurez política para tolerar la disidencia y celebrar una identidad plural en Sri Lanka.

Las redes sociales estaban llenas de agitación:

Bienvenido presidente. ¡Bien hecho campeón! Usted ha representado las esperanzas y sueños de 21 millones

 

Los resultados de las elecciones en Sri Lanka muestran lo mucho que todos deseaban que se fuera Rajapaksa. Muchos tamiles fueron a votar y los resultados hablan por sí mismos

 

¡Fue la minoría la que envió a Mahinda Rajapakasa a su casa! ¡No lo olviden! ¡Le debemos mucho a las minorías de Sri Lanka!

 

¡Quitémonos el sombrero por el mejor comisionado electoral! Mucho respeto por la forma en que condujeron las elecciones.

 

¡La sangre de tamiles, lágrimas de musulmanes y el amor y valentía de los cingaleses! Hemos logrado algo juntos.

 

El presidente electo Maithripala Sirisena prestará juramento del cargo ante la Corte Suprema esta noche en la plaza Independencia. 

Las elecciones libres y justas de Sri Lanka recibieron muchas felicitaciones: 

Mahinda Rajapaksa merece ser felicitado por las elecciones libres y limpias, y por una transición pacífica. Felicidades Sri Lanka.

Y aquí lo que esperan los habitantes de Sri Lanka para el futuro:

Maithripala comienza a trabajar mañana. Este es el plan para los siguientes 100 días. Le añado algo de impulso.

 

La nueva generación de Sri Lanka mejorará este país. Los nuevos medios y el voto serán su espada y su escudo.

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