El Museo de la Ciudad de La Plata en Argentina hizo entrega a la comunidad indígena Tehuelche en la ciudad de Tecka, el remanente de los restos del Cacique Inacayal, quien falleció en 1888 en dicho museo. En 1994 se realizó una restitución parcial que consistía en los restos óseos, mientras que en 2014 se entregaron su cerebro y cuero cabelludo, además de los restos de su mujer y de su sobrina.
En 1881, el entonces presidente de Argentina Julio A. Roca emprendió una campaña contra los aborígenes en la Patagonia. Modesto Inacayal, luego de resistirse, fue apresado junto a su familia. En octubre de 1886 fue rescatado por el Director del Museo de La Plata, el Perito Francisco Moreno, en agradecimiento por la amabilidad del Cacique durante su estancia en la Patagonia.
Fue entonces llevado al Museo junto a su familia donde fallecería en el año 1888 por causas desconocidas.
Según el blog Misterios de la Ciudad de la Plata cuenta las «teorías» de la causa de su fallecimiento:
Murió el 24 de septiembre de 1888, por razones no del todo claras; sin embargo, se elaboraron las siguientes teorías acerca de su deceso:
- Se suicidó por el tormento que le ocasionaba estar lejos de su tierra y prisionero en el museo en donde tenía que ver expuestos en las vitrinas los restos de sus seres queridos.
- Lo empujaron por las escaleras de acceso al museo cuando se desnudó en público en uno de sus rituales. Esto lo fundamenta el antropólogo Ten Kate, quien observó que el esqueleto tenía los huesos de la nariz quebrados por alguna caída o golpe, y además le faltaban varios dientes.
- Por último la teoría más mencionada, la cual dice que Inacayal al saber que iba a morir, realizó un ritual tras el cual se desvaneció. Así lo dejó asentado el naturalista italiano Clemente Onelli, secretario de Moreno: “Ya casi no se movía de su silla de anciano. Y un día cuando el sol poniente teñía de púrpura el majestuoso propileo de aquel edificio engarzado entre los sombríos eucaliptos… sostenido por dos indios, apareció Inacayal allá arriba, en la escalera monumental: se arrancó la ropa, la del invasor de su patria, hizo un ademán al sol, otro larguísimo al sur: habló palabras desconocidas y en el crepúsculo, la sombra agobiada de ese viejo Señor de la tierra se desvaneció como la rápida evocación de un mundo”.
En cuanto a sus restos cuenta lo siguiente:
El esqueleto del cacique fue descarnado y se lo preparó para exponerlo en el museo en donde había vivido sus últimos años. Así permaneció a la vista del público durante más de 50 años, hasta la década de 1940.
El primer reclamo de sus restos se hizo en el año 1994 y en 2006 comenzó el proceso de restitución gracias a la Ley Nacional 25.517 que contempla que «los restos mortales de aborígenes, cualquiera fuera su característica étnica, que formen parte de museos y/o colecciones públicas o privadas, deberán ser puestos a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que lo reclamen».
Un video del Movimiento Estudiantil Liberación muestra el acto de restitución:
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