La opinión caribeña acerca de Charlie Hebdo: libertad de expresión vs. intolerancia

The "Je Suis Charlie" slogan, uploaded by flickr user Clément Belleudy; used under a CC BY-SA 2.0 license.

El eslogan «Je Suis Charlie», subido a la web por el usuario de Flickr Clément Belleudy; bajo licencia CC BY-SA 2.0.

El asesinato de 12 personas, entre ellas policías y periodistas, ocurrido a principios de este mes en la sede de París de la irreverente revista satírica Charlie Hebdo todavía sigue siendo noticia en todo el mundo. Dos blogueros caribeños, uno de Jamaica y el otro de las Islas Bermudas, comparten a continuación su punto de vista sobre esta tragedia y sobre los extremismos religiosos en general.

Carolyn Joy Cooper, propietaria del blog Jamaica Woman Tongue, se encontraba en París en el momento del ataque, reflexionaba acerca de las actitudes de los europeos en relación con otras culturas — algo que sin dudas cobró un nuevo significado luego de que ella se enteró en las noticias, ese mismo día, de los asesinatos de la revista Charlie Hebdo.

For most of the day, I was playing tourist at the Louvre museum. I visited the Egyptian Antiquities galleries. […]

At the Louvre, Europe is clearly the centre of the world. This is understandable. What is less acceptable is the way the rest of the world is represented. In the Egyptian collection, I was struck by the following text which I’ve translated: ‘The Egyptian slept on a low bed, even on the floor, the head resting on a wooden support, as is still done in some countries of Africa.’

The peculiar phrase, ‘in some countries of Africa’, seems to imply that Egypt is not in Africa. If it were, ‘other’ would have been used instead of ‘some’.

Estuve de turista en el Museo de Louvre la mayor parte del día, y visité las galerías de antigüedades egipcias. […]Desde el Louvre, Europa es sin dudas el centro del mundo. Es entendible. Lo que no es aceptable es la forma en que se representa al resto del mundo. Cuando visité la colección egipcia, me vi sorprendida por el siguiente texto, que traduzco a continuación: «Los egipcios dormían en una cama casi al nivel del suelo, o incluso en el mismo suelo, con la cabeza apoyada en un soporte de madera, como todavía se sigue haciendo en algunos países de África».

La frase tan peculiar, «en algunos países de África», parece dar a entender que Egipto no es parte de África, si lo fuera, se hubiera usado el término «otros» en lugar de «algunos».

Para ella, la peculiaridad de dicha frase se hizo aún más notoria luego de que un informe de la BBC curiosamente hiciera referencia al «francés perfecto» de los agresores, Cherif y Said Kouachi, quienes eran de descendencia argelina. Cooper aclaró: 

In other words, they didn’t sound like foreigners. Language continues to be seen as a marker of identity. But it is sometimes quite unreliable. Despite the flawless French of the Kouachi brothers, they were unquestionably alienated from mainstream French culture. Though born in France, they had a fatal flaw. Their home culture was not French. Their religion was not Catholicism; it was Islam. And they were radical Islamists at that.

Es decir, no sonaban como extranjeros. El idioma se sigue considerando aún como un rasgo distintivo de identidad. Pero a veces puede no ser tan confiable. A pesar del francés perfecto de los hermanos Kouachi, ellos eran totalmente ajenos a la cultura francesa. Pese al hecho de haber nacido en Francia, tuvieron un defecto muy grave: su cultura de origen no fue la francesa, y su religión no fue el catolicismo, sino que fue el Islam. Y ellos eran islamitas radicales.

Trazando la relación entre sus diferencias y la cultura francesa predominante, Cooper obtuvo una visión interesante acerca del eslogan de «Je Suis Charlie» que se convirtió en el símbolo de la tragedia: 

In this formula, the collective ‘I’ is the French nation united against an unstated, but clearly implied, ‘you': those outsiders who do not share the normative values of French culture.

Furthermore, to assert that ‘I am Charlie’ is to claim freedom of expression, particularly the cutting art of satire, as an essential constituent of French national identity. The capacity to laugh at one’s own weaknesses and that of others is at the heart of satire. Nothing – no one and no god – is sacred. In effect, failure to pass the satire test means failure to become French.

En esta fórmula, el «yo» colectivo es la nación francesa unida en contra de un «tú» no expreso pero implícito: aquéllos forasteros que no comparten la normativa de valores de la cultura francesa.

Además, al afirmar «yo soy Charlie» se está reclamando por la libertad de expresión, especialmente en el arte de estilo satírico, que es una parte esencial y constitutiva de la identidad nacional francesa. La habilidad de poder reírse de las debilidades de uno mismo y de las de otros es justamente el elemento esencial del arte satírico. Nada – ningún ser humano ni dios – es intocable. De hecho, quien no puede soportar la prueba de la sátira, no puede ser francés.

 En la Isla de Bermudas, Breezeblog se mostró conmocionado por las noticias de los asesinatos de Charlie Hebdo, pero además por «las noticias sobre la horrorosa masacre del grupo terrorista Boko Haram en Nigeria, y por la flagelación pública del activista Raif Badawi en Arabia Saudita:

My emotions have run the gamut from shock and outrage to fear and defiance. It has made me question what that freedom really means to me and what my values and beliefs are. As a former journalist, I have had conflicted feelings about freedom of speech and the role of the media. Like many others I was quick to change my Facebook profile to ‘Je Suis Charlie’ in solidarity. However after the last few days of debating, reading and watching the deluge of coverage, I’m inclined to change it to a more nuanced ‘avec Charlie’.

Mis emociones pasaron de un estado de shock e ira, a miedo y desafío. Me ha hecho cuestionarme lo que la «libertad» verdaderamente significa para mí, y cuáles son mis valores y creencias. Como un ex periodista, tuve sentimientos encontrados acerca de la libertad de expresión y el rol de los medios de comunicación. Como hicieron muchos otros, rápidamente actualicé mi estado en Facebook a «Je Suis Charlie» en muestra de solidaridad. Sin embargo, luego de días de debate, lectura sobre el tema y viendo la cobertura que se hizo de los hechos, pienso cambiar mi estado a un más sutil «avec Charlie». 

El autor de «Infidel«, Ayaan Hirsi Ali, que aparece en la entrada de Breezeblog, es de los que piensan que la libertad de expresión es ilimitada, haciendo hincapié en que «en los medios, en las universidades, en las escuelas, tenemos que asegurarnos de que los inmigrantes musulmanes que vengan a occidente entiendan que nuestro sistema protege a los satíricos de los yihadistas, y no al revés». Carolyn Joy Cooper tocó este tema en su propia publicación:

Devout Muslims who insist that Allah must not be mocked alienate themselves from their adopted homeland. They fight their god’s battles and they take no prisoners. One of the most insightful condemnations of the murders came from a representative of the Muslim community in London who was interviewed by the BBC. I’m so sorry I didn’t catch his name. He asserted that it is antiquated ideologies that need to be murdered, not journalists.

Los musulmanes devotos que insisten en que no se debe hacer burla de Alá lo único que logran es excluirse ellos mismos del nuevo territorio que eligieron para vivir. Luchan las guerras de su dios y no toman prisioneros. Una de las condenas más valiosas que se hizo sobre los asesinatos vino de un representante de la comunidad musulmana en Londres, a quien entrevistó la BBC. Pido disculpas por no haber podido tomar nota de su nombre. Él afirmó que son las ideologías obsoletas las que deben ser «asesinadas», y no los periodistas.  

Pero Breezeblog mostró un doble mensaje al aclarar:

Poking fun at Muslims is considered freedom of speech. Satire of Israel is anti-Semitic.

Burlarse de los musulmanes se considera libertad de expresión. La sátira sobre Israel se considera como antisemitismo.

Citó datos que sugerían que «cerca del 40 % de los musulmanes en los países europeos quieren vivir de acuerdo con la sharía (ley islámica) […] Este número es todavía mayor entre personas de entre 16 y 24 años, la mayoría de los cuales quieren que los países occidentales se conviertan en estados islámicos». Pero al referirse al frecuentemente citado ideal de defensa de la libertad de expresión — «No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo» — hace hincapié en que «no podemos seguir tolerando la intolerancia.»

Cooper se mostró de acuerdo, y sugirió que la narrativa de Charlie Hebdo podría «ser vista de manera más positiva como una oportunidad para volver a reflexionar acerca de lo que consideramos como natural y normativo».

Can France begin to conceive the nation as fundamentally multicultural, making space for marginalised communities?

¿Puede Francia comenzar a concebirse como una nación fundamentalmente multicultural y hacer espacio para las comunidades marginadas?

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