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La incertidumbre de Yemen

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Yemen, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Últimas noticias
A telling cartoon about Yemen by Amjad Rasmi where the traditional Yemeni dagger (Janbiyah) worn by Yemenis is an overturned question mark instead. [1]

Una caricatura reveladora sobre Yemen, de Amjad Rasmi, donde la daga tradicional yemení (Janbiyah) portada por los yemeníes, simboliza un signo de interrogación invertido. 

Yemen, a menudo descrito como el «estado fracasado» o «desbordado [2]«, se ha convertido en un país sin presidente y sin gobierno. No solo los observadores están perplejos por los últimos acontecimientos que se han ido desarrollando poco a poco en Yemen, también los yemeníes que viven en el interior del país donde los eventos han dado lugar a la rápida toma de control de la capital Saná por la milicia hutí [3] y, posteriormente, la toma de los medios del estado, del palacio presidencial y de la residencia del primer ministro. Así mismo, han bloqueado los edificios del gobierno y han tomado las instalaciones militares que han dado como resultado la dimisión del Primer Ministro, del Gabinete y del Presidente [4] el jueves 20 de enero. 

El periodista yemení y director del centro de elecciones yemení, Hafez Abukari, escribió en Twitter: 

Los yemeníes están presenciando una de las épocas con mayor misterio en la historia contemporánea. Estamos en Saná, ¡pero no sabemos lo que está pasando! #Yemen [5]

Tras la captura de Amran a mitad del verano, los hutíes, un grupo rebelde supuestamente apoyado por Irán, cuyo movimiento está en contra de la corrupción y el fraude, tomó el control de la capital de Saná y de la mayoría del país en el mes de septiembre de 2014. Al final, se ha convertido en un poder de facto en Yemen e impone sus condiciones. Con la firma de un acuerdo de paz y colaboración nacional [7] (APCN, por sus siglas en inglés), un pacto para compartir el poder, que lo que pretende es acercar a los hutíes y los separatistas del sur, a un gobierno más unido. Al presidente se le exigió nombrar a un Primer Ministro «neutral, sin afiliaciones a ningún partido» en un plazo de 3 días y  se espera una formación de un nuevo gabinete en 30 días. Sin embargo, encontrar un Primer Ministro que encajara en esos criterios y que fuera aprobado por todas las facciones, fue un desafío. Hisham Al-Omeisy escribió en Twitter de manera sarcástica:

Es perturbador que esto no sea una razón para retrasar la elección de un PM #Yemen [5]…¡el nuevo PM tan solo necesita ser idóneo para todos!

En un principio, el Presidente nominó a Ahmed Awad Ben Mubarak, quien fue Secretario General de la Conferencia Nacional de Diálogo (NDCYE, por sus siglas en inglés), aún así, el presidente expulsado, Ali Abdullah Saleh, su partido, el Congreso General del Pueblo (CGP) y los hutíes, se quejaron. Ben Mubarak, que fue Jefe de estado mayor del presidente Abdu Rabu Mansour Hadi, fue secuestrado por los hutíes [10] el sábado 17 de enero y todavía lo está. Khaled Mahfoudh Bahah, que era por aquel entonces enviado de las Naciones Unidas a Yemen y ejerció como ministro de petróleo, fue nombrado Primer Ministro el 13 de octubre de 2014 y bien recibido por los hutíes. Tras los nombramientos y las oposiciones, el gabinete seleccionado incluía nombres nuevos y cuatro puestos ministeriales asignados a mujeres, fue una mezcla prometedora que, sin embargo, trajo optimismo y esperanza. 

Sin embargo, el PNPA y el mejor gabinete formado desde el 2011 no sobrevivieron durante mucho tiempo. La militancia de los hutíes y las demandas interminables alejaron a los simpatizantes iniciales, mientras que la visión de un Yemen civil y menos corrupto se esfumó. En vez de respetar la parte de su acuerdo mediante la retirada, los hutíes extendieron a su milicia y bloquearon las carreteras a lo largo de Saná. Así mismo, secuestraron al jefe de gabinete del presidente para demandar cambios en el borrador de la constitución y más poder, lo que condujo a una toma total de Saná. Waddah Othman escribió en Twitter el significado distorsionado de colaboración según los hutíes: 

Una colaboración significa que tú me ofreces todo lo que necesito. Sin embargo, tus necesidades las podemos discutir más adelante. 

A pesar de que los medios internacionales y del Golfo suscitaron el miedo al sugerir que Al Qaeda en la Península Arábiga o Irán pudieran quedarse con el Yemen, la principal preocupación de los yemeníes es: Quién llenará el vacío de poder en el país. 

Haykal Bafana, descartó esa amenaza con su tuit: 

La desenfrenada prensa occidental: Dejen esas historias de terror teheraní en Yemen. Todavía no he escuchado a nadie hablar persa por las calles de Saná. 

Gregory Johnson, autor de «El último refugio: Yemen, – al Qaeda y la guerra americana en Arabia» apoyó lo anterior al decir: 

Al Qaeda en la Península Arábiga o Irán están a punto de tomar el control de Yemen (Nada de lo anterior es cierto)

Añadió:

Badr al-Din al-Huthi, el padre de Abd al Malik – pasó un tiempo en Irán, sin embargo, eso no lo convirtió en imamí ni en dependiente de Irán. 

 A pesar de la habilidad de tomar el control rápidamente sobre todas las ciudades de Yemen, de asaltar las instituciones del estado, de despedir a funcionarios públicos y de, eventualmente, arrodillar al gobierno, muchos en Yemen cuestionan las intenciones de los hutíes y su repentino ascenso al poder, al ser un grupo minoritario. Lo que parece indiscutible es que los hutíes no actúan solos: 

Osamah Al-Rawhani se pregunta: 

#Yemen [5] Antes de dormir Q: ¿Cuál es la legitimidad de los hutíes para cometer todas estos disparates? Él habla en nombre de un grupo minoritario pero que sigue con el control

Sin embargo, Abubakr Al-Shami da una pista sobre la implicación de Saleh: 

A veces solamente tienes que echarte atrás y aplaudir. Bien hecho Ali Abdullah Saleh. 

Afrah Nasser, una periodista y bloguera yemení, que vive en Suecia, lo resalta claramente: 

Con los hutíes tomando el control a la fuerza, no significa que Yemen sea un estado fallido, sino que Saleh sigue siendo un hombre muy influyente al apoyarles. 

Aunque muchos no pueden contestar a las preguntas sobre quién liderará al país, existe el miedo de un posible escenario por el que el antiguo régimen vuelva [18] a través de una cara más joven, especialmente tras ver al presidente expulsado, Ali Abdullah Saleh, como la mente maestra que maneja los hilos en los acontecimientos dramáticos de las últimas semanas. Así mismo, ha hecho un llamamiento para las elecciones anticipadas [19]  y quizá allane el camino para su hijo mayor. 

Según YemenTimes [4], que cita a Nadia Al-Sakkaf [20], Ministra de Información de Yemen durante el gobierno de Baha, que, valientemente, subía a Twitter actualizaciones durante la toma de poder de los hutí: 

Under the current constitution — the draft constitution remains under debate — if the president is harmed and unable to continue, or if he steps down, the head of Parliament is to ascend to the position. The current head of Parliament, Yahya Al-Rayi, is a high-ranking member of the GPC and was injured in a 2011 attack on the Presidential Palace.

However, the mandate of the current Parliament, which was elected in 2003, was due to expire after six years, in 2009. Under an agreement, the elections were postponed two years. Elections were due in 2011, but were postponed again following the 2011 uprising. The GPC holds 238 out of 301 seats in Parliament.

With Hadi’s resignation the initiative would no longer be in effect, according to Al-Sakkaf, and Parliament’s extended mandate would be dissolved, removing the possibility of Al-Rayi ascending to the presidency.

Al amparo de la constitución actual — el borrador de la constitución sigue debatiéndose — si el presidente es herido e incapaz de continuar o, si deja el cargo, el presidente del Parlamento lo asumirá. El actual presidente del Parlamento, Yahya Al-Rayi, es un miembro de alto rango del CGP y fue herido en un ataque del 2011 en el palacio presidencial.Sin embargo, el mandato del actual Parlamento, que fue elegido en 2003, estaba previsto que terminara tras seis años, en 2009. Bajo un acuerdo, las elecciones se pospusieron dos años. Estaban previstas para el 2011, pero se retrasaron otra vez tras los levantamientos del 2011. El CGP ocupa 238 de los 301 asientos del Parlamento. 

Con la dimisión de Hadi, la iniciativa no tendrá más efecto, según Al Sakkaf y, el mandato extendido del Parlamento se disolvería, eliminando la posibilidad de Al-Rayi de llegar a la presidencia. 

Jeb Boone, un periodista norteamericano que estuvo viviendo en Yemen durante la revuelta del 2011 que expulsó a Saleh, comentó: 

Si la comunidad internacional hubiera permitido a la juventud de #Yemen [5] acabar con el viejo sistema de gobierno en el 2011, nada de esto hubiera ocurrido. 

Si todavía estás confundido sobre lo que está sucediendo en Yemen, puedes leer las explicaciones simplificadas del bloguero satírico Karl Sharo. 

Me he puesto mi sombrero de comentarista una vez más y escribo la Guía para la Persona Confundida #Yemen [5] 

A lo largo del fin de semana hubo manifestaciones en las que se rechazó la dimisión de Hadi y en contra de los hutíes en Saná, Taiz, Ibb, Hodeidah y Al-Baydha. Hubo otras manifestaciones que demandaban la secesión en las provincias del sur y hacían un llamamiento a cortar los lazos con Saná, sin embargo, Yemen no está haciendo frente solamente a un vacío político, sino a un inminente desastre humanitario [24] que, según Oxfam, se está pronosticando. 

Infographic by IRIN showing the Humanitarian challenges facing Yemen. [25]

Infografía de IRIN que muestra los desafíos humanitarios a los que se enfrenta Yemen.

Estaba programada una sesión de emergencia en el Parlamento de Yemen para el domingo 25 de enero, con el fin de discutir la dimisión de Hadi o de formar un consejo presidencial que gobernara el país hasta que llegaran las elecciones. No obstante, se canceló la sesión sin establecer una nueva fecha. 

A pesar de la incertidumbre que se avecina, los yemeníes son gente fuerte que siempre miran el lado positivo, tal y como escribió en Twitter, Abubakr Al-Shamahi: 

«No tenemos un presidente, ni un gobierno, ni un ejército, ni seguridad, ni dinero, ni siquiera un estado. Sin embargo, estamos vivos. ¡Larga vida para el pueblo yemení!

Mohammed Al-Assadi también añadió:

A pesar de los desafíos serios sobre el terreno, la gente de #Yemen [5] alberga la esperanza, todos los días, de que pueda aparecer una solución al final del oscuro túnel.