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Irse para poder regresar: Un dominicano en España

Categorías: Latinoamérica, España, República Dominicana, Medios ciudadanos, Migración e inmigración
latitudes (1)

Jesús Antonio García, el ‘Alfarero’ de Ciudad Real. Fotografía tomada por la autora.

Ésta es la primera en una serie de entrevistas que exploran las experiencias de latinoamericanos que dejan su país de origen en busca de oportunidades nuevas. En este post, Ana Hernández conversa con Jesús Antonio García, un hombre de negocios de República Dominicana que vive en España. Esta entrevista fue publicada originalmente en el blog de Ana [1] y en el periódico en línea El Crisol de Ciudad Real. [2]

Casas bajas e independientes. Cielos abiertos, claros y despejados. Vías de asfalto atestadas, avenidas muy frecuentadas; un montón de puestos en la calle. Gente que compra, que vende, que grita en Duarte con París, lo mismo que danzaron tiempo atrás los bailarines de Enrique Iglesias en su videoclip «Bailando [3]«, que se filmó en el corazón de Santo Domingo.

Olores que se mezclan e invitan a un difícil juego de identificación: aguacates maduros, arroz, habichuelas y mucha ternera. Y a treinta kilómetros, Boca Chica, [4] un respiro natural en la costa sur de la isla La Española [5]Las de la capital de República Dominicana, son calles demasiado concurridas, explica Jesús Antonio García, capitaleño de ese país afincado en la ciudad española de Ciudad Real, donde se le conoce como ‘Alfarero’, lo mismo que a su comercio.

La alfarería precisa al menos de dos elementos, un moldeador y otro moldeado, y yo soy de los segundos porque es Dios quien me moldea a mí, explica este hombre de negocios de cincuenta ocho años, que sin apenas sonreír se revela como alegre.

Jesús Antonio, migrante que lidia todos los días con las medidas burocráticas y los trámites que le serían ajenos en su país, habla ahora de República Dominicana con la seguridad que otorga el distanciarse:

Como otros presidentes en Latino América, Danilo Medina [6] [Presidente de República Dominicana] está fomentando la pequeña y mediana empresa. El Gobierno financia y garantiza, y eso beneficia. Sobre todo al turismo y el comercio, donde destacan las inversiones, puntos fuertes del futuro de República Dominicana.

“Se trata de poner facilidades y dar oportunidades”, explica convincente el propietario de ‘Alfarero’, donde ha querido incluir un poco del aire que se respira en su país:

Mi fuerte es la venta de productos latinos, pero tengo género muy variado. Hasta veinte servicios distintos disponibles veinticuatro horas sin interrupción. Fotocopias, fax, Internet, locutorio, envío de valores y de paquetes.

Aunque Jesús Antonio García declara que añora mucho su país, reconoce que en España está bien cuando rememora cómo llego al bienestar que encontró allí:

Al principio dormí en la calle, siempre en parques, pero sin miedo porque cuando no se tiene nada no se teme tampoco. Luego mejoré y con mucho interés, una pequeña ayuda de mi hermana, las metas claras, fe, ánimo y perseverancia se empiezan a lograr pequeñas cosas que conducen hacia otras mayores.

Se declara honesto, así que no miente al decir que, después de haber probado suerte en España, Reino Unido, Cuba, Venezuela o Estados Unidos, las cosas pueden mejorar, aunque no sea nada fácil: 

Se puede llegar sin nada y conseguir algo.

Habla de Latinoamérica desde lejos, pero asegura que se está desarrollando mucho. Ahora es su momento, el día a día allí es fluctuante y el movimiento te mantiene con vida.

Jesús Antonio, que llegó un octubre, lo mismo que la temporada ciclónica, ya lleva tres años en España. Al cuarto se irá. Volverá para retirarse de los negocios propios, “que requieren de mucho sacrificio” para levantarse de nuevo de madrugada y ganarse el día sin pausa hasta la tarde, “cuando ya la rumba es grande”. Así, el ‘Alfarero’ de Ciudad Real explica:

Volveré para ser consciente de todos los cambios, porque uno de seguido no percibe tanto como cuando llega de pronto. Por eso y porque uno siempre regresa a lo que ha sido.