Activistas por los derechos humanos siguen sin novedades acerca del estado de su compañero kurdo Saman Naseem, a quien se suponía que iban a ejecutar la semana pasada. El esfuerzo de distintas campañas, que se mantuvo hasta el último minuto, generó una presión internacional sobre Irán para frenar la ejecución, prevista para el 19 de febrero. Aparentemente, la pena de muerte que recae sobre Saman es injustificada según las propias leyes de Irán y las obligaciones internacionales, ya que, al momento de ser arrestado, era menor de edad (tenía apenas 17 años).
Al mismo tiempo que los activistas continúan tuiteando con la etiqueta #SaveSaman, en internet aparecen informes contradictorios que indican tanto que Saman está muerto como que sigue en prisión.
Still no official confirmation from #Iran‘ian officials re whether Saman is alive or not. Unconscionable. http://t.co/9DUysoct28 #SaveSaman
— Faraz Sanei (@farazsanei) February 21, 2015
Aún no hay confirmación oficial por parte de las autoridades de Irán acerca de si Saman está vivo o no. Inadmisible.
La Campaña Internacional por los Derechos Humanos informó que, recientemente, Irán ejecutó a seis prisioneros condenados a muerte por tráfico de drogas. De acuerdo con las Naciones Unidas, los delitos relacionados con drogas «no cumplen con los requisitos» para la pena de muerte.