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Reconocido abogado chino de derechos humanos aún detenido tras 10 meses

Categorías: Asia Oriental, China, Derecho, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, GV Advox
Pu Zhiqiang. Photo by Voice of America, released to public domain. [1]

Pu Zhiqiang. Foto de Voice of America, de dominio público.

Esta  publicación fue escrita por Alinda Vermeer [2] de Media Legal Defence Initiative.

El prominente abogado de derechos humanos Pu Zhiqiang [3], quien fue arrestado el 4 de mayo 2014, acaba de cumplir diez meses detenido sin juicio. Se enfrenta a cargos que incluyen incitación al odio étnico, incitación a la división del país y crear una alteración del orden público; lo último es un medio cada vez más popular [4] de silenciar a los disidentes, habitualmente descrito como «bolsa de delincuencia», pues cualquiera puede ser puesto en ella. Si resulta culpable de todos los cargos, Pu podría enfrentarse a 20 años [5] de cárcel.

Pu fue arrestado poco después de asistir a una pequeña reunión privada en Beijing conmemorando el 25 aniversario de la masacre de la Plaza Tianamnen, pero el fundamento base para su detención ha sido durante mucho tiempo incierto. Después de ocho meses de lo que parecía más una expedición de pesca que una investigación criminal, las autoridades chinas anunciaron las bases de los cargos de una selección de 28 publicaciones en Sina Weibo [6] e investigaciones [7] que Pu realizó a nombre de algunos de los más respetados medios de comunicación de China.

Un líder estudiantil en las protestas de 1989 de Tiananmen, Pu estaba comprometido con la libertad de expresión y habitualmente representaba a destacados activistas o disidentes políticos. Su clientela abarcaba desde el artista Ai Weiwei [8] a funcionarios del partido comunista [9] exigiendo compensaciones por las torturas sufridas durante las investigaciones por cargos de corrupción. También representó a Tang Hui [10], la madre enviada a un campo de trabajos forzados por la petición pacífica contra la leve condena impuesta al hombre que raptó y prostituyó a su hija de 11 años.

Las ingeniosas, mordaces publicaciones de Pu en Weibo narraron muchos de los detalles públicos de sus casos, atrayendo a decenas de miles de seguidores. Cada vez que su seguimiento alcanzaba cierto nivel, las autoridades chinas cerraban su cuenta, tras lo que Pu abría una nueva. Viendo más a fondo las publicaciones [6] que llevaron a Pu a la cárcel, y que según unos de los abogados de Pu son la única prueba [11] de los fiscales en los tres casos de los que está acusado, es obvio que sus comentarios sobre figuras públicas e incidentes pueden haber sido rudos o severos, pero no justifican la persecución criminal.

En la publicación No. 6 [6] por ejemplo, días después de las devastadoras inundaciones de Beijing en 2012, Pu respondió a las denuncias de que las autoridades de Beijing estaban minimizando el balance de muertos:

[f]rom top to bottom, this party can’t live a day without lying

De principio a fin, este partido no puede vivir un día sin mentir

En la publicación No. 25 [12], Pu responde a los críticos que le llaman traidor: 

I’m not the one who chose the Communists to rule the country and they never asked my views on the matter. Where does their demand for my unconditional support come from? If being a traitor could mean releasing our citizens from their torment by handing over a dozen or so provinces and three or five hundred million people to democratic countries, then my deepest regret would be only that I have failed as a traitor.

No soy uno de los que eligió el comunismo para gobernar el país y ellos nunca me preguntaron mi opinión sobre el asunto. ¿De dónde viene su demanda de mi apoyo incondicional? Si ser un traidor significa liberar a nuestros ciudadanos del tormento llevando a más de una docena de provincias y quinientos millones de personas a países democráticos, entonces mi más profundo pesar será únicamente que habría fallado como traidor.

Otras publicaciones comentan los ataques terroristas, la tensión étnica en Xinjiang y Tibet, y el «separatismo» en o alrededor de Taiwán. La selección es fortuita y no representativa de lo escrito habitualmente por Pu. En algunos casos, el contexto de la publicación es completamente incierto.

El arresto de Pu es lo que los expertos en derechos humanos llaman la peor represión [13] de activistas y abogados que China ha visto en una década. China ha estado constantemente entre los países de menor rango [14] de calificación en libertad de prensa, pero desde que Xi Jinping se convirtió en el líder de China en 2012, la represión de los disidentes se ha intensificado aún más. Al menos 500 activistas de derechos humanos y disidentes han sido arrestados y enviados a prisión. El sistema legal de China está muy politizado y como resultado el caso de Pu está lleno de irregularidades. Organizaciones de derechos humanos están preocupadas de que, con la probable condena de Pu, la auto censura se haga incluso más omnipresente.

Para concienciar más sobre el caso de Pu, la Media Legal Defence Initiative solicitó [15] en diciembre de 2014 al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, instando al Grupo de Trabajo de la ONU a que exhorte al gobierno chino a que libere inmediatamente a Pu y retire todos los cargos en su contra. Lea la petición aquí [15].