La cumbre de Obama contra el extremismo violento divide a los activistas musulmanes norteamericanos

"Somali-American religious leaders speak about their values and their work to develop their communities #OpenCVESummit" by Twitter user @Shahed

«Líderes religiosos somalíes norteamericanos hablan de sus valores y trabajo para el desarrollo de sus comunidades. #OpenCVESummit». Del usuario de Twitter @Shahed.

La Casa Blanca convocó una masiva cumbre internacional de 3 días Contra el Extremismo Violento (CVE) el pasado mes de febrero, con líderes de comunidades y funcionarios de gobierno de 60 países. CVE es una política del gobierno de EE.UU. que llama a líderes de comunidades locales y religiosas a que trabajen con las fuerzas de seguridad y agencias estatales para luchar contra el extremismo violento.

La política del gobierno está acusada de estar dirigida en contra de los musulmanes en Estados Unidos e ignorando en gran parte el extremismo de la derecha nacional y otros grupos violentos, mientras alimentan la islamofobia en el país. Los activistas musulmanes norteamericanos que tomaron parte en la cumbre se enfrentaron a críticas por participar.

El usuario de Twitter con sede en Canadá, Maher Arar, tuiteó a sus 11K seguidores:

«Contra el extremismo violento» debería haberse llamado «contra el extremismo islámico» eso es lo que es.

La biografía de Maher dice, «Me han llamado víctima de tortura, peón de al-Qaeda, agente del FBI, activista. Llámenme como quieran pero dejen que colaboremos para hacer del mundo un lugar mejor para vivir.»

La cumbre se realizó días después de que el Center of American Progress (CAP) publicara un documento interactivo. “Miedo, Inc. 2.0, Los esfuerzos de la red islamofóbica para alimentar el odio en Estados Unidos.” El archivo muestra que desde el 9/11, una red de «desinformación» de expertos islamofóbicos de 57 millones de dólares ha ayudado a marginar a los 2.6 millones de musulmanes del país, abogando por políticas discriminatorias.

El principio básico de la red islamofóbica es que los musulmanes norteamericanos quieren que la ley sharia suplante la de la constitución de EE. UU. Incluso aunque la Unión Estadounidense de Libertades Civiles ha etiquetado tal cosa como una “amenaza mítica» que «claramente pretende remontar la reciente ola de prejuicios contra los musulmanes en este país», más de 32 estados han introducido una legislación «anti sharia», con un lenguaje «cortado y pegado» de miembros de la red, según el CAP.

CAP's interactive report m,aps anti-sharia legislation in the US.

Informe interactivo de CAP mapea los proyectos de ley anti-sharia en los EE. UU. 

La investigación del CAP explica como la histeria anti musulmanes ha impactado en los musulmanes norteamericanos comunes a través de la vigilancia y perfiles delictivos de los organismos del orden público, y documenta el aumento de crímenes de odio, después de los atentados de la maratón de Boston de 2013, y ataques similares al reciente de Chapel Hill del asesinato de 3 estudiantes musulmanes.

Antes de que la cumbre comenzara, el grupo de derechos civiles Muslim Advocates dijo:

By primarily focusing on Muslims, this summit and government CVE programs undermine the safety of all Americans, including American Muslims, who are living with the very real, well-founded fear that their neighbors may do them harm. Muslim Advocates has urged the administration to broaden the focus of the summit and is extraordinarily disappointed that it has refused to do so.

Al centrarse principalmente en los musulmanes, esta cumbre y el programa del gobierno CVE debilitan la seguridad de todos los norteamericanos, incluidos los musulmanes norteamericanos, quienes viven con el muy real, y bien fundado miedo de que sus vecinos les hagan daño. Muslim Advocates ha instado a la administración a ampliar el foco de la cumbre y es extraordinariamente decepcionante que se haya negado a hacerlo.

La periodista musulmana canadiense Sana Saeed, quien trabaja en la sede de AJ+, criticó la cumbre:

#CVESummit es la etiqueta oficial, de la Casa Blanca, el programa del gobierno sobre musulmanes siendo inherentes posibles amenazas.

Para los líderes de las comunidades musulmano norteamericanas asistentes a la cumbre, las muestras de desconfianza en los medios sociales eran contraproducentes. Wajahat Ali, un periodista musulmán norteamericano, y Haroon Moghul, un escritor musulmán norteamericano, tuiteaban en directo desde la conferencia:

«No estamos en guerra con el Islam. Estamos en guerra con la gente que ha pervertido el Islam». Gracias, Sr. Presidente.

«Nadie debería ser retratado o puesto bajo una sombra de sospechas simplemente por su fe.»

«El compromiso con las comunidades no puede ser una tapadera para la vigilancia.» (2/2). Espero que las las fuerzas de la ley presten atención».

Obama no solo describió la historia del Islam, sino que dijo que es una historia que todo norteamericano debería conocer.

Wajahat, también citó al diputado musulmán norteamericano Keith Ellison refiriéndose a las tres víctimas del tiroteo de Chapel Hill:

Deah, Yuosr, Razan, eran vivos ejemplos de lucha contra el extremismo violento diariamente y fueron asesinados.

Los portavoces aquí expresan que el terrorismo no es solo un problema musulmán, y gran parte del extremismo en EE. UU. es la supremacía de los blancos.

.@hsmoghul excepto que se están enfocando en el problema musulmán. ¿Tienen expertos en extremismo de derecha y sesiones dedicadas a ellos?

@amadshk Yo acabo de asistir al comité en el cual la mitad de los participantes se centraron en el extremismo de blancos y cristianos. Así que no se a que te refieres.

Algunos usuarios de Twitter no estaban convencidos:

El mejor truco de Obama hasta el momento fue convencer al mundo de que su retórica coincide con sus intenciones.

Mientras la cumbre tenía lugar, artículos como «Lo que The Atlantic entiende peligrosamente mal sobre ISIS y el Islam» y «Suficiente sobre el Islam: Porqué la religión no es la forma más eficaz de entender a ISIS» fueron compartidos por activistas.

El último artículo mencionado concluye: «Para entender y contrarrestar la amenaza y reclamo de ISIS, defínanlo correctamente. El extremismo identitario y las sectas apocalípticas milenarias proporcionan un marco más útil para comprender a ISIS que el Islam».

Al final del primer día de la cumbre, Wajahat Ali escribió esto en su página pública de Facebook

I welcome critiques of today's CVE summit and the government's foreign policy, counter terrorism efforts and national security endeavors that have created a tremendous trust deficit with Muslim communities, both here and abroad. Law enforcement «engagement» has been often abused as surveillance in the post 9-11 climate by some local, state and federal law enforcement agencies: NYPD spying, mosque crawlers, community rakers, shady GPS devices attached to cars, and on and on. [..]

To all who observe this for the past two decades, this reeks of hypocrisy; it betrays the best of our America values, erodes our civil liberties and gives credence to extremist messaging that indeed «The West is at War with Islam.» The feeling of «security» gained by depriving liberties of those who are often the most marginalized is illusory and self-defeating.

But, violent extremists – especially abroad – do exist, and their victims are mostly Muslims. The ones who die at the hands of ISIS and pick up guns to fight the scourge of ISIS are Muslims.

There are numerous problems that exist. Whether we like it or not, the government is going to move forward with CVE and CT measures. Does it suck? Yes, it sucks. That doesn't mean you accept it wholesale, but you have to accept that this is the current and forseeable [sic] reality. […]

You don't have to agree, and it's perfectly legitimate to be frustrated by the polarizing rhetoric, self-defeating policies, myopic strategies and some troubling actors. But know it'd be a lot worse if people didn't participate and act in their respective capacities.

Better to be a participant than spectator.

Beinvenidas sean las críticas a la cumbre CVE de hoy y de la política de extranjería del gobierno, los esfuerzos por la lucha contra el terrorismo y seguridad nacional que han creado una tremenda desconfianza en las comunidades de musulmanes, aquí y en el extranjero. El «compromiso» de las fuerzas de la ley del que a menudo se ha abusado como la vigilancia en el clima post 9/11 por algunas agencias del orden locales, estatales y federales: la NYPD espiando, rastreadores de mezquitas, rastrillos comunitarios, dispositivos GPS ocultos en coches, y más y más.

A todos los que observan esto durante los últimos dos decenios, esto apesta a hipocresía; traiciona el mejor de nuestros valores estadounidenses, erosiona nuestras libertades civiles y da credibilidad al mensaje extremista de que, efectivamente, «Occidente está en guerra con el Islam». La sensación de «seguridad» adquirida por privar las libertades de los que a menudo son los más marginados es ilusoria y autodestructiva.

Pero, los extremistas violentos -especialmente extranjeros – existen, y sus víctimas son en su mayoría musulmanes. Los que mueren a manos de ISIS y cogen las armas para pelear el flagelo de ISIS son musulmanes.

Existen numerosos problemas. Nos guste o no, el gobierno va avanzar con las medidas de CVE y CT. ¿No apesta? Sí, apesta. Eso no quiere decir que lo aceptes por completo, pero tienes que aceptar que esta es la actual y previsible realidad.

No tiene que gustarte, y es perfectamente legítimo estar frustrado por la retórica polarizante, políticas contraproducentes, estrategias de poca visión y algunos preocupantes actores. Pero sería mucho peor si la gente no participara y actuara en sus respectivas capacidades.

Mejor ser un participante que un espectador.

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