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Lo que la nieve puede decir acerca de la política local rusa

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, RuNet Echo
Image edited by Kevin Rothrock.

Imagen editada por Kevin Rothrock.

La política local en San Petersburgo puede confundir lo que uno espera de una ciudad rusa. En un país conocido por su agonizante sociedad civil y un estado opresor, los ciudadanos de San Petersburgo tienen la costumbre de desafiar a las autoridades en cosas pequeñas, pero significativas. En noviembre de 2014, un equipo de ecologistas utilizó rastreadores GPS para detectar los cursos de agua contaminados de la ciudad y descubrió ríos de aguas residuales no tratadas [1] que desembocan en la bahía del Neva.

En enero pasado, un periodista, Pavel Smolyak, lanzó una campaña pública contra el vicegobernador local Igor Albin, acusándolo de no haber gestionado adecuadamente la limpieza de la nieve en la ciudad durante las vacaciones de invierno.

Háganlo ustedes mismos

El problema comenzó para Albin, que recientemente cambió su antiguo apellido Slyunyayev para recuperar sus raíces más «sonoras» [2], el 9 de enero con una publicación de Facebook [3], en la que Smolyak describe una tarde que pasó mirando por la ventana, esperando en vano que Albin y los trabajadores de la ciudad lo rescataran de debajo de la nieve. El asunto podría haber terminado allí, pero Albin se encargó de responder al mensaje de Smolyak, escribiendo [4] de manera descortés:

Pavel, maybe instead of binging on another TV show and waiting for manna from heaven, you ought to invite over some friends, grab a few shovels, and start cleaning up [the snow], at least in your own yard? It’s good for your health and it will help put your head in order… Manual labor makes a man stronger. Indifference and dependency can kill single individuals and entire nations alike. […]

Pavel, a lo mejor en vez de atiborrarse viendo otro programa de televisión y esperar que caiga maná del cielo, usted debe invitar a algunos amigos, tomar unas cuantas palas, y comenzar a quitar [la nieve], ¿al menos en su propio patio? Es bueno para su salud y le ayudará a poner su cabeza en orden… El trabajo manual hace a un hombre fuerte. La indiferencia y la dependencia pueden matar a personas individuales y a naciones enteras por igual. […]

La respuesta de Albin inspiró decenas de respuestas, la mayoría de ellas criticando su reticencia a responsabilizar a los funcionarios estatales por su aparente negligencia al no haber quitado la nieve de las calles durante las fiestas. «Una idea brillante!», escribió [5] Mikhail Shevchuk sarcásticamente. «Y si hay un incendio, usted no tiene que llamar a los bomberos,» Shevchuk añadió, «es necesario llamar a sus amigos para que traigan baldes y comiencen a verter agua.»

La reacción negativa del público

Un día después de haber enfurecido a muchos con su consejo «Toma-una-pala», Albin escribió en Facebook, en un intento de calmar la situación, diciendo [6] que estaba «sorprendido por el gran revuelo que una conversación privada ha causado en los medios de comunicación.»

El 13 de enero, el concejal Boris Vishnevsky también se quejó en Facebook de la gestión de Albin en las tareas de remoción de nieve de San Petersburgo, diciendo que los trabajadores de la ciudad vienen demasiado tarde, si es que llegan. «Los nietos de mi ayudante,» Vishnevsky escribió [7], «llegaron tarde a la guardería y se perdieron su desayuno.»

Oleg Nilov, otro miembro del consejo, trató de sacar provecho de las desventuras publicitarias de Albin por lo que lo retó a un «Desafío de Pala de Nieve [8]«, inspirado en el fenómeno del «desafío del balde de agua helada», desafiando al vicegobernador para que salga él mismo a la calle a ayudar con la pala de nieve donde sea necesario (o donar 4.000 rublos a una organización benéfica local).

Algunos ciudadanos están reclamando el puesto de Albin. De hecho, una petición [9] en Change.org que solicita la destitución de Albin ha reunido más de 5,000 firmas en apenas 24 horas. Ese documento acusa a Albin de una “flagrante falta de respeto por los habitantes de la ciudad,” y describe la ruptura del contrato social:

Мы считаем, что Игорь Албин, проявил вопиющее неуважение к жителям города, которые не только оплачивают уборку улиц и благоустройство города, но и платят из своих же карманов зарплату самому Албину. Мы не готовы и далее продолжать платить зарплату этому работнику по причине не только серьезных сомнений в его профессиональных компетенциях, но и неуважения проявленного в отношении реальных работодателей Албина.

Consideramos que Igor Albin le faltó el respeto a los habitantes de la ciudad de manera evidente, que no solo pagaron la limpieza de las calles y el embellecimiento de la ciudad, sino que también pagaron de su propios bolsillos el sueldo del señor Albin. No estamos dispuestos a seguir pagando su salario de empleado [estatal] no solo debido a serias dudas sobre su capacidad profesional, sino también por su falta de respeto hacia sus verdaderos empleadores [los contribuyentes de San Petersburgo].

Mientras tanto, en otro lugar

En cambio, tomemos por ejemplo Ingushetia, donde el jefe de la república, Yunus-bek Yevkurov, recientemente visitó un pueblo y despidió [10] a dos de los principales funcionarios del gobierno local por no haber mantenido las calles limpias de nieve. Yevkurov montó un espectáculo en base a esto, informando los despidos con malhumorados mensajes en Twitter:

Ayer recorrí en auto Magas. Quería ver cuánto trabajo había estado haciendo el equipo de la ciudad. Aparentemente ninguno.

El equipo de limpieza de la ciudad está disfrutando de vacaciones de invierno. He despedido a los jefes de los servicios públicos locales. ¡¡¡¡Dejemos que se relajen un poco más!!!

La respuesta de Yevkurov al problema de la remoción de la nieve es tradicional: un truco publicitario se difunde en los medios perpetuando su reputación de un ejecutivo atento que se ocupa de perseguir a los burócratas negligentes. En el corto plazo los habitantes de Magas probablemente puedan esperar calles más seguras, hasta que Yevkurov dirija su atención a otra parte y la nieve nuevamente comience a acumularse.

Cecilia Cárdenas [14] colaboró con esta traducción.