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Radio Ambulante reimagina la fuente de noticias más querida de Latinoamérica —la radio

Categorías: Latinoamérica, Arte y cultura, Buenas noticias, Lenguaje, Literatura, Medios ciudadanos, Periodismo y medios
Daniel Alarcón. Published with NACLA's permission.

Daniel Alarcón. Imagen publicada con autorización de NACLA.

Esta entrevista escrita por María Ospina y traducida por Constanza Ontaneda fue publicada originalmente en el sitio web de NACLA [1]. María Ospina es asistente de cátedra de Lenguas Romances, Literatura y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Wesleyan, donde se especializa en guerra, violencia y memoria en la cultura y películas de Latinoamérica contemporánea.

Radio Ambulante es una serie premiada de podcast y audio cofundada por el novelista Daniel Alarcón en 2012. Descrita por muchos comentaristas como This American Life en castellano, Radio Ambulante publica historia de “todo lugar donde se hable español”, y llega a 60,000 oyentes en todo el mundo por episodio. Presentan “historias singularmente latinoamericanas”, desde la batalla de un padre mexicano para recuperar la custodia de su hijo nacido en Estados Unidos, a una comunidad en Colombia que ofrece entierros completos a cadáveres anónimos que que saca de las costas de los ríos, a reflexiones personales del intérprete del fallecido presidente Hugo Chávez. Como el único programa en idioma castellano de su tipo, Radio Ambulante obtuvo el premio Periodismo Gabriel García Márquez por innovación en septiembre de 2014.

Aunque actualmente la maneja un pequeño personal creativo que trabaja incansablemente con productores prometedores de Latinoamérica, Radio Ambulante fue cofundada por Alarcón y la directora ejecutiva Carolina Guerrero. Alarcón es un escritor que trata sobre género, temas y fronteras, con trabajos publicados en The New Yorker, Harper’s, Etiqueta Negra, y mencionado en «La mejor lectura americana no necesaria» en 2004 y 2005. Es autor de «De noche andamos en círculos» (Riverhead Books, 2013) y «Radio Ciudad Perdida» (Harper’s, 2006). Alarcón fue profesor invitado en el Programa de Reportaje de Investigación en la UC Berkeley en la primavera de 2013, y ha ejercido como escritor residente en Mills College y el College of the Arts de California.

El año pasado, María Ospina, profesora de Lenguas Romances, Literatura y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Wesleyan, donde se especializa en memoria en la cultura y películas de Latinoamérica contemporánea, se reunió con Daniel Alarcón en nombre de NACLA. Hablaron del linaje periodístico de los programas de radio, la nueva realidad de los inmigrantes y las historias que trascienden fronteras.

María Ospina: En términos del entorno de medios de Estados Unidos, se compara a menudo a Radio Ambulante con This American Life. También has mencionado que es un proyecto específicamente latinoamericano. ¿Qué hace a Radio Ambulante específicamente latinoamericano?

Daniel Alarcón: Well, first of all, the language. For us it was a priority to create a space to celebrate language, Spanish, as a communicative tool. It is important for us to tell Latin American stories and Latino stories in their language of origin, from the inside, not like NPR, where westerners are looking at Latin America, salvaging stories and bringing them—no, we work from the inside, from the community, with local journalists. And we wanted to offer those journalists what we have, which is access to certain technologies, and influences from certain programs that are exceptional, such as This American Life, Radio Lab, American Radio Works, or Radio Diaries. These are programs that have taken journalism to a level that is close to art.
We have a crónica boom in Latin America that a lot of people have commented on and that many celebrate, and rightly so. I mean great cronistas from all of our countries, great magazines, these mediums that did not exist 15 years ago, from Mal Pensante to The Clinic in Chile, MX in Mexico, Anfibia in Argentina, Etiqueta Negra, and many more. But until now there hasn’t been this boom in radio, which is both interesting and surprising given that the radio is the most traditional and most loved medium in the whole continent. So I think we arrived at just the right time. It’s a way of looking at Latin America that hasn’t existed until now.

Daniel Alarcón: Bueno, primero que nada, el idioma, Para nosotros, era una prioridad crear un espacio para celebrar el idioma. El castellano, como herramienta de comunicación. Es importante para nosotros contar historias latinoamericanas e historias latinas en su idioma de origen, desde adentro, no como NPR, donde los occidentales miran a Latinoamérica, rescatando historias y llevándolas —no, nosotros trabajamos desde adentro, desde la comunidad, con periodistas locales. Y queríamos ofrecer a esos periodistas lo que tenemos, que es acceso a algunas tecnologías, e influencias de algunos programas que son excepcionales, como This American Life, Radio Lab, American Radio Works o Radio Diaries. Estos son programas que han llevado el periodismo a un nivel que está cerca del arte.
Tenemos un boom de crónica en Latinoamérica del que mucha gente ha comentado y que muchos celebran, y con justa razón. Me refiero a grandes cronistas de todos nuestros países, revistas muy buenas, esos medios que no existían hace 15 años, desde Mal Pensante a The Clinic en Chile, MX en México, Anfibia en Argentina, Etiqueta Negra y muchos más. Pero hasta ahora, no ha habido este boom en la radio, lo que es interesante y sorprendente pues la radio es el medio más tradicional y más querido en todo el continente. Así que creo que llegamos justo a tiempo. Es una manera de mirar a Latinoamérica que no ha existido hasta ahora.

¿Cómo se identifican las historias de Radio Ambulante con el lenguaje transnacional de los medios? Pienso en particular en una televisora comercial, donde lo que se destaca es un lenguaje que favorece la velocidad y las secuencias rápidas, y cuyo objetivo final es a menudo la publicidad.

Well, we begin from the vantage point of literature. I don’t come from radio, much less from commercial radio. I’m a novelist, and for me Radio Ambulante is a narrative experiment in how to tell and create stories that can reach a mass audience without losing quality, sophistication, investigative rigor, or depth. We wanted to create a style of radio that didn’t yet exist in Spanish elsewhere, but that was nuanced, understanding that all stories have contradictions, that the world is complex. I think about the work of Ryszard Kapuscinski—a buddy of the late Gabriel García Márquez—and how one can read him and not know if the work is literature, non-fiction, chronicle, testimony, or poetry. Our best stories will leave the listener with a feeling of having read a great novel, but with the added value that the stories are true, that these are people who have lived, are living, and are the protagonists of the stories they’re narrating.

Bueno, comenzamos de un lugar privilegiado de la literatura. Yo no vengo de la radio, mucho menos de la radio comercial. Soy novelista, y para mí, Radio Ambulante es un experimento narrativo de cómo contar y crear historias que pueden llegar a una audiencia masiva sin perder calidad, sofisticación, rigor investigativo o profundidad. Quisimos crear un estilo de radio que todavía no existía en castellano en todas partes, pero que estaba atenuada, entendiendo que todas las historias tienen contradicciones, que el mundo es complejo. Pienso en el trabajo de Ryszard Kapuscinski —amigo del fallecido Gabriel García Márquez— y cómo se le puede leer y no saber si la obra es literatura, no ficción, crónica, testimonio o poesía. Nuestras mejores historias dejarán al oyente con una sensación de haber leído una novela grandiosa, pero con el valor agregado de que las historias son verdaderas, que estas personas que han vivido, viven y son protagonistas de las historias que están narrando.

Hablaste de la figura del ambulante, del vendedor callejero, en otras entrevistas. Evoca la idea de movilización, viaje, lo itinerante. La radio, desde que emergió como tecnología en Latinoamérica en los años 1920, ha servido a la idea de la consolidación de proyectos de nación-estado, en cada nación de manera diferente. Pero obviamente tu proyecto es transnacional destinado a quienes han migrado, que quiere trazar mapas no solamente de relaciones entre personas en diferentes países, sino también del movimiento de personas. ¿Cómo ves a Radio Ambulante construyendo una nueva versión de territorio, o una idea nueva de Latinoamérica como un espacio, dado que las historias producidas son transnacionales en su naturaleza?

Now more than ever there is a sense of regional identity. I’m not talking about the Bolivarian dream necessarily, but simply of a reality that comes from cultural and economic interchange, human interchange. I mean there is a huge community of Peruvians living in Chile, there is also a group of Colombians who have moved to the north of Chile and are wreaking havoc there with conflicts emerging between the two cultures. Argentines are everywhere, Colombians as well, and there’s the great route of Central Americans who pass through Mexico towards the United States. Not to mention, of course, the millions and millions of Latinos and children of Latinos who live in this country, in the United States, who are more connected than at any other point in history to their countries of origin. When I moved here with my family when I was three years old, it was impossible to know what was happening in Peru. That’s no longer the case. Now I can look at my Twitter and I know exactly what is happening in Lima and in the great capitals of other countries. I can call on Skype, on WhatsApp, and I can talk to people in the whole region. For my parents and their generation, that was impossible. We’re no longer talking about the kind of immigration that means closing a door and a chapter of your life and moving on to a new stage. Now we’re talking about something much more fluid, more subtle—a transition. I believe that we need to create media that represent that new reality of the immigrant.

At Radio Ambulante we tell stories from wherever Spanish is spoken. If someone proposes a story about the Nikkei, the Peruvians living in Japan, great, I’d love to produce it. We were researching a story about a group of a few dozen Colombian women living in Tehran, that finally we couldn’t produce, but the story is fascinating—about Colombian prostitutes who go to Dubai and Iranian men who go there, fall in love with the women, and take them back to Iran with them. It’s time to open the lens, it’s time to find those stories that complicate the idea of nationality, because those ideas of closed borders where what is happening in Ecuador has no relevance in Venezuela, and what is happening in Colombia has no relevance in Chile—that’s over.

There’s also a growing shared conscience among journalists, and here as well we have to mention the great teacher Gabo, because one of the perhaps most unexpected impacts of the great career and trajectory of García Márquez is the founding and creation of a shared culture between a generation of journalists. They all went to study with Gabo, with Kapuscinski, with John Lee Anderson, Alma Guillermo Prieto, and so on, and they all went back to their countries to create magazines. So now we have these mediums, which are, on top of everything else, publishing works from their friends in other countries. In a magazine like Etiqueta Negra they publish work by Argentines, Chileans, Colombians, Mexicans, Spaniards. And that’s very important, I belong to that. I worked at Etiqueta Negra, I studied with Julio Chang, and I think that he influenced me tremendously, taught me that regional gaze, something that I was more than ready to accept because I also had the same vision after being raised in the Untied States.

Ahora más que nunca hay una sensación de identidad regional. No hablo necesariamente del sueño bolivariano, sino simplemente de una realidad que viene del intercambio cultural y económico, intercambio humano. Me refiero a que hay una comunidad enorme de peruanos que viven en Chile, hay un gran grupo de colombianos que se han mudando al norte de Chile y están causando desorden con conflictos que surgen entre las dos culturas. Los argentinos están por todas partes, los colombianos también, y está la gran ruta de centroamericanos que pasan a través de México hacia Estados Unidos. Sin mencionar, por supuesto, los millones y millones de latinos e hijos de latinos que viven en este país, Estados Unidos, que están más conectados que en ningún otro momento histórico con sus países de origen. Cuando me mudé acá con mi familia tenía tres años, era imposible saber qué estaba pasando en el Perú. La cosa ya no es así. Ahora puedo mirar en Twitter y saber exactamente qué está ocurriendo en Lima y en las grandes capitales de otros países. Puedo llamar con Skype, WhatsApp, y puedo hablar con gente en toda la región. Para mis padres y su generación, eso era imposible. Ya no hablamos de la clase de inmigración que significa cerrar una puerta y un capítulo de tu vida y mudarte a un nuevo escenario. Ahora hablamos de algo mucho más fluido, más sutil —una transición. Creo que necesitamos crear medios que representen esa nueva realidad del inmigrante.

En Radio Ambulante contamos historias de donde quiera que se hable castellano. Si alguien propone una historia acera de los nikkei, los peruanos que viven en Japón, genial. Me encantaría producirla. Estuvimos investigando una historia acerca de un grupo de algunas docenas de colombianas que viven en Teherán, que al final no pudimos producir, pero la historia era fascinante —sobre prostitutas colombianas que van a Dubái y hombres iraníes que van allá, se enamoran de las mujeres y se las llevan a Irán con ellos. Es momento de abrir el lente, es momento de encontrar esas historias que complican la idea de nacionalidad, porque esas ideas de fronteras cerradas donde lo que está pasando en Ecuador no tiene relevancia en Venezuela, y lo que está pasando en Colombia no tiene relevancia en Chile —eso se acabó.

También hay una creciente conciencia compartida entre periodistas, y acá también debo mencionar al gran maestro Gabo, porque quizá uno de los impactos más inesperados de la gran carrera y trayectoria de García Márquez es la fundación y creación de una cultura compartida entre una generación de periodistas. Todos fueron a estudiar con Gabo, con Kapuscinski, con John Lee Anderson, Alma Guillermo Prieto, ente otros, todos regresaron a sus países a crear revistas. Así que ahora tenemos estos medios que son, más que cualquier otra cosa, trabajo de publicación de sus amigos en otros países. En una revista como Etiqueta Negra se publican trabajos de argentinos, chilenos, colombianos, mexicanos, españoles. Y eso es muy importante, Pertenezco a eso. Trabajé en Etiqueta Negra, estudié con Julio Chang, y creó que me influyó tremendamente, me enseñó esa mirada regional, algo que estaba más que dispuesto a aceptar porque también tuve la misma visión luego de haberme criado en Estados Unidos.

Cuéntanos de este proyecto pedagógico detrás de Radio Ambulante. Tienes un conjunto extremadamente completo de pautas de producción en tu sitio web, y das capacitaciones con frecuencia a quienes quieren ser periodistas de radio. También aceptas historias de personas que no son necesariamente parte de una comunidad de periodistas establecidos. ¿Hasta dónde estás también interesado en democratizar los lugares donde se hace periodismo?

Well, I’d say that the majority of the stories that we have produced in Radio Ambulante come from people who may have some experience in journalism, but have never produced radio before. You’re not going to teach a journalist of the caliber of Gaby Wiener how to write, but you can teach her how to record audio, you can teach her how to project her talent and her voice—so unique—into another genre, because radio is a little bit different than writing for a magazine.

We give talks in journalism schools in Latin America, by Skype mostly. We already have a first generation of people who have worked with us for the first and second season. And what’s more, there is more exchange than ever among Latinos, I mean gringos of Latino origin, who are going back to their countries, with their knowledge of radio, to produce. I started doing radio without knowing anything either and it can seem intimidating—the microphone, the machine, the whole ordeal—but it’s not. It’s something you can learn in one day. I mean, the basics: press play, record. It’s easy. What’s not easy is the narrative talent and knowing how to tell a story, knowing how to structure it.

Bueno, diría que la mayoría de las historias que hemos producido en Radio Ambulante vienen de personas que podrían tener alguna experiencia en periodismo, pero nunca antes han producido radio. No vas a enseñar a un periodista del calibre de Gaby Wiener cómo escribir, pero le puedes enseñar cómo grabar audio, le puedes enseñar cómo proyectar su talento y su voz —tan única— en otro género, porque la radio es un poco diferente a escribir para una revista.

Damos charlas en escuelas de periodismo en Latinoamérica, mayormente por Skype. Ya tenemos una primera generación de gente que ha trabajado con nosotros la primera y segunda temporada. Y es más, hay más intercambio que nunca entre los latinos, quiero decir gringos de origen latino, que regresan a sus países, con su conocimiento de de radio, para producir. Empecé a hacer radio sin saber nada y puede parecer intimidante —el micrófono, la máquina, todo el asunto— pero no lo es. Es algo que se puede aprender en un día. Me refiero a lo básico: apretar play, grabar. Es fácil. Lo que no es fácil es el talento narrativo y saber cómo contar una historia, saber cómo estructurarla.

Desde tu perspectiva, ¿cuáles son las historias más importantes fuera de Latinoamérica hoy que una publicación progresista, con sede en Estados Unidos como NACLA debería cubrir?

To begin with, the denationalization of Dominicans of Haitian origin in the Dominican Republic is terrible. It could potentially create a situation like South African apartheid or Israel-Palestine, taking a whole group and removing their rights suddenly.

Also Venezuela. The left here in the States has a really complicated relationship with Venezuela’s reality: On one side we applaud when someone like Chávez reveals and denounces things that we all know are true about the United States. On the other hand they are in a very heavy crisis, where the basics of life are going to shit, there is a lot of violence among civil society, terrible levels of murder, and it’s gotten worse since Maduro. It’s probably going to be Maduro’s own people who will bring him down.

The other thing that interests me a lot is Peru. I was born there, and it worries me—a lot has gone unnoticed in Peru because the economy has grown. Beneath the growth, right below our noses, there is a mini narco-state that is beginning to bloom. In a department called Ancash there’s now talk about a mafia that has usurped the state apparatus, using money from mining and drug trafficking. Basically a mini-state within Peru. And because the country is so centralized, in Lima they hadn’t realized that there was a mafia there that was killing journalists, silencing them, intimidating them, but now it’s finally blown up because they killed a journalist who had outside contacts.

Finally, with last year’s World Cup and the upcoming Olympics in Brazil, there is a great bet that Brazil will consolidate its status as a middle-class country. The growing economy in Brazil has also come with a certain cost and it’s not for nothing that there were those big protests last year, and I’m sure that next year there will be more protests. And well, among all the mafias of the world, there with the Vatican, is FIFA and the International Olympic Committee. Those are the biggest gangsters of all.

Para empezar, la desnacionalización de dominicanos de origen haitiano en la República Dominicana es terrible. Podría crear una situación como el apartheid sudafricano o Israel-Palestina, tomar un grupo entero y quitarle sus derechos de un momento a otro.

También Venezuela. La izquierda acá en Estados Unidos tiene una relación realmente complicada con la realidad de Venezuela: de un lado, aplaudimos cuando alguien como Chávez revela y denuncia cosas que todos sabemos son ciertas sobre Estados Unidos. De otro lado, están en una crisis muy fuerte, donde lo básico de la vida se está yendo al cuerno, hay mucha violencia en la sociedad civil, terribles niveles de asesinatos, y ha empeorado desde Maduro. Probablemente sea la propia gente de Maduro quienes lo saquen de ahí.

Lo otro que me interesa mucho es el Perú. Nací ahí, y me preocupa  —mucho ha pasado desapercibido en el Perú porque la economía ha crecido. Debajo del crecimiento, debajo de nuestras narices, hay un mininarcoestado que está empezando a surgir. En un departamento llamdo Áncash se habla ahora de una mafia que ha usurpado el aparato estatal, usando dinero de la minería y del tráfico de drogas. Básicamente, un miniestado dentro del Perú. Y como el país es tan centralizado, en Lima no se habían dado cuenta de que ahí había una mafia que mataba periodistas, los silenciaba, los intimidaba, pero ahora finalmente se dio a conocer cuando mataron a un periodista que tenía contactos en el exterior.

Finalmente, con el Mundial de Fútbol del año pasado y las Olimpíadas que se vienen en Brasil, hay una gran apuesta de que Brasil consolidará su condición de país de clase media. La creciente economía en Brasil también ha llegado con un costo y no son por nada esas grandes protestas del año pasado, y estoy seguro de que el próximo año habrá más protestas. Y bueno, entre todas las mafias del mundo, junto con el Vaticano, están la FIFA y el Comité Olímpico Internacional. Esos son los mayores gángsters de todos.

¿Dónde están tus oyentes ahora y dónde estás trabajando para aumentarla?

It’s exciting to see how the numbers have been growing in the last year and a half, exciting to see where we’re being listened to. If you put together all of the Americas, 65% of our listeners come from the States. I think that those communities that are listening are mostly immigrants, like me, like you. Also second generation immigrants. There are lots of people who prefer to talk in English but who understand Spanish perfectly because they speak it with their parents. The country that listens to us second-most is Brazil. Through our partner BBC Mundo, we have an audience that is probably more Latin American than the ones who come to our own webpage. But the way to create an audience that is more Latin American is also to reach those small stations, the university ones, the community ones, directly. We also know that there are many people who listen to Radio Ambulante in the States because they want to learn Spanish. A community of Spanish language learners in universities, high schools. We know this because they write to us and let us know they are using Radio Ambulante in the classroom. The fact that the percentage of online listeners is relatively lower in Latin America means that we have a lot of outreach to do. But the fact that we have a good U.S. audience makes me proud.

Es emocionante ver cómo los números han crecido el pasado año y medio, emocionante ver dónde nos escuchan. Si juntas todas las Américas, el 65% de nuestros oyentes son de Estados Unidos. Creo que esas comunidades que escuchan son mayormente inmigrantes, como yo, como tú. También inmigrantes de segunda generación. Hay muchos que prefieren hablar en inglés pero que entienden el castellano perfectamente porque lo hablan con sus padres. El segundo país que nos escucha es Brasil. A través de nuestro socio BBC Mundo, tenemos una audiencia que es probablemente más latinoamericana que las que vienen a nuestro sitio web. Pero la manera de crear una audiencia que es más latinoamericana es también llegar a estas pequeñas estaciones, de las universidades, las comunitarias, directamente. También sabemos de mucha gente que escucha Radio Ambulante es Estados Unidos porque quieren aprender castellano. Una comunidad de alumnos que aprenden castellano en universidades, secundarias. Sabemos esto porque nos escriben y nos cuentan que están usando Radio Ambulante en el aula. El hecho de que el porcentaje de oyentes en línea es relatiamente más bajo en Latinoamérica significa que tenemos mucho por hacer. Pero el hecho de tener una buena audiencia estadounidense me llena de orgullo.