“Como los medios de comunicación corporativos tienen sus prioridades informativas bien definidas y orientadas, especialmente contra Cuba, Venezuela u otros países que no se subordinan a Occidente; usted no sabrá que la nación indígena Wayúu, la mayor de Colombia, se muere de hambre y sed porque el río madre de la región donde radican fue represado y su agua privatizada para el servicio de la industria agrícola y la explotación de la mina de carbón -a cielo abierto- más grande del mundo. Por esa misma razón, ignorará, seguramente, la denuncia que esta comunidad ha presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH-, de la OEA, con sede en Washington, por la violación de sus derechos vitales fundamentales”.
Así comienza Juan Andrés Pérez Rodríguez su escrito en el portal Canarias-Semanal.org que concluye con el tráiler del documental producido por el periodista colombiano Gonzalo Guillén, titulado “El río que se robaron” con imágenes inquietantes sobre la situación que se vive en la Guajira mediante testimonios de víctimas y victimarios y el cual fue presentado como prueba judicial por la comunidad indígena ante las entidades mencionadas.
Esta denuncia vuelve a poner en vigencia el tema que había sido noticia desde mediados de 2014 en las que se clamaba por programas de atención humanitaria, ayudas y algunos proyectos -que aún no se reflejan-, para los indígenas Wayúu, que viven en la península desértica de La Guajira, ubicada en el extremo norte de Colombia y territorio que comparte con Venezuela, donde el hambre, la desnutrición y la sed son causantes de muertes porque el río madre de la región fue represado y su agua privatizada para el servicio de la explotación de la mina de carbón más grande a cielo abierto y de la industria agrícola.
Y ahora los medios retoman el tema, como la publicación de El Tiempo escrita por María del Pilar Camargo, que relata la grave situación que vive la niñez en la Guajira y que ha sido replicada en varios blogs de forma parcial o total. La columnista publica varios testimonios y cifras escalofriantes, pero a la vez destaca algo más grave, que no todos los niños son registrados, así que las cifras podrían ser superiores:
En el 2012, fallecieron 43 niños indígenas por cada 100.000 niños menores de 5 años en el país. Esta cifra podría ser mucho mayor, así lo constatan la guajira, Unicef Colombia y el líder wayúu.
“Aquí hay muchos niños que mueren, pero en el monte. Los entierran y no los reportan al hospital”, dice la mujer.
El problema del subregistro también lo señala la experta de Unicef Colombia. “El porcentaje de la población indígena está en 5,4 %, no representa mucho, pero es el que suma la mayoría de las muertes de los niños en este país. Y eso que hay muchas muertes infantiles que no se registran. Estoy casi segura de que en La Guajira hay muchas más muertes de las que están registradas en las estadísticas y eso lo digo por la experiencia que hemos tenido con un proyecto, en el que, para el indígena wayúu, el niño no tiene valor hasta cuando cumple cierta edad, porque ese niño tiene la posibilidad de morirse, entonces en sus valores sociales hay que esperar a que crezca y una vez crezca empieza a hacer parte de la familia”.
En el diario digital alternativo Las 2 Orillas, Diana López Zuleta, resalta la denuncia ante la OEA, y tras relatar la situación, se refiere a la solicitud concreta que hizo la comunidad Wayúu:
De acuerdo con el escrito judicial, además de pedir la apertura inmediata de las compuertas de la represa para que el agua llegue cuanto antes a los indígenas, se pide que se ordene suspender de manera inmediata las tomas de agua de La Guajira que (la mina) Cerrejón obtiene de otras fuentes públicas distintas al río, principalmente subterráneas, hasta cuando una evaluación técnica idónea e imparcial determine si después de abastecer satisfactoriamente a los seres humanos en la región, quedan excedentes de agua para destinarlos a la agricultura a gran escala y la explotación de las minas de Cerrejón.
Mientras tanto, en Twitter se sigue apoyando la campaña que nació del usuario Colombia Digna, @colodigna, denominada #SOSLaGuajira en favor de la comunidad Wayúu, Aquí algunos tuits que evidencian el sentir de un pueblo:
Sabe ud q en la Guajira mueren 3 niños Wayuu/día y porque? Por Desnutrición! Necesitan ayuda NO MÁS INDIFERENCIA apoyemos #SOSLaGuajira
— Moreno Lina (@li_mba) abril 9, 2015
#PareOreja @JuanManSantos Urgente #SOSLaGuajira @senadogovco @agaviriau @ICBFColombia pic.twitter.com/33FU6XvnTV
— monik (@monik817) abril 3, 2015
Mucho apoyo hemos recibido con el #SOSLaGuajira por eso continuaremos mañana desde las 7pm. Esperamos nos sigan apoyando
— Colombia Digna (@ColoDigna) abril 1, 2015
El petulante ministro de Salud de Colombia (un simple mercachifle) no sabe qué es ni dónde queda La Guajira. #SOSLaGuajira
— Gonzalo Guillén (@HELIODOPTERO) abril 3, 2015
Esto es responsabilidad de todos los colombianos. #SOSLaGuajira pic.twitter.com/sp7lmoErxr
— Cony Camelo (@conycamelo) abril 2, 2015
Sé parte de todas las personas que piden el #DeseoQueAyuda y que están comprometidas con la niñez de la Guajira en http://t.co/BRj2e4pFf4
— UNICEF Colombia (@UNICEFColombia) marzo 27, 2015
La UNICEF también abrió la posibilidad desde diciembre de 2014, al iniciar la campaña #DeseoQueAyuda, para recoger fondos que serán invertidos en esta causa.
2 comentarios
Es una práctica generalizada en estos paises desde hace años, de permitir la explotación de los recursos primordialmente por parte de grandes multinacionales, sin importar los daños ambientales y su incidencia en la población la cual nunca se va ha beneficiar sino a perjudicar, pero quienes votamos y elegimos a nuestros gobernantes somos cómplices ingenuos de este proceder