El lunes 6 de abril Twitter y YouTube estuvieron bloqueados de nuevo en Turquía, generando un gran alboroto en las redes sociales.
Esta vez, el bloqueo se impuso tras la circulación masiva de fotos de la crisis de rehenes del 31 de marzo, que terminó con la muerte de un fiscal del estado, Mehmet Selim Kiraz, y dos militantes izquierdistas.
Según informes, el bloqueo deTwitter se levantó la noche del 6 de abril cuando el servicio acató las solicitudes de eliminación de las autoridades turcas. Facebook fue mucho más rápido en cumplir sus solicitudes y solo estuvo bloqueado brevemente. Google también parece haber cumplido con una solicitud de eliminación basada en una orden judicial del 6 de abril, evitando el bloqueo por completo.
Según algunos cálculos, cerca de la mitad de la población de Turquía utiliza los medios sociales, con entre 12 y 14 millones de usuarios de Twitter. Es un mercado enorme.
İbrahim Kalın, portavoz de Erdogan, dijo en un comunicado oficial que la prohibición de las redes sociales no debe considerarse un ataque a la libertad de expresión. Según BGN News, el portavoz dijo que «sería incorrecto ver la prohibición de los medios sociales como un freno a las libertades». La intención de los bloqueos ─originados por órdenes judiciales─ era, según sus palabras, frenar la «difusión de propaganda terrorista».
Proteger los ‘valores familiares’ (y el partido gobernante)
Desde las elecciones de agosto, más de 70 personas han sido procesadas por “insultar” al presidente Erdogan, en muchos casos en las redes sociales. Durante el mandato de Erdogan como primer ministro, hubo centenares de casos de este tipo. Justo antes de la crisis de los rehenes, dos destacados caricaturistas de la revista satírica semanal Penguen fueron condenados a once meses de prisión por “insultar” al presidente.
Desde que las protestas de Gezi se volvieron virales, el partido gobernante de Erdogan, el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) parece ver a Facebook, Twitter y YouTube como una gigantesca mancha en su reputación. Tras la muerte del fiscal Kiraz el 31 de marzo, corrieron rumores de que no tardarían en aparecer en las redes sociales filtraciones del gobierno sobre la muerte del fiscal que podrían dañar al partido, aunque esto aún no ha sucedido.
Algunos usuarios de Twitter en Turquía pudieron eludir la censura en masa y acceder al sitio a través de servidores proxy.
Como señaló @SpiritOfGezi:
3 MILLION tweets were posted in #Turkey since ban on twitter was imposed&still counting ;=) #TwitterisblockedinTurkey pic.twitter.com/5G1ODjFUty
— Spirit of Gezi (@SpiritOfGezi) April 6, 2015
Se publicaron 3 millones de tuits en Turquía desde que se impuso la prohibición de Twitter, y suma y sigue
Pero este no fue el caso para todo el mundo ─ las personas con conocimientos tecnológicos encuentran rápidamente soluciones alternativas, pero otros no tienen tanta suerte. Los analistas del espacio mediático del país parecen coincidir en que mientras el bloqueo tiene por objeto disminuir el uso de los medios sociales en el país, las autoridades son perfectamente conscientes de que el bloqueo no sofocará por completo la conversación en Twitter.
Folks tweeting about how the Twitter ban isn't working. The relevant comparison is with how much people tweeted before.
— Nate Schenkkan (@nateschenkkan) April 6, 2015
La gente tuiteando sobre cómo la prohibición de Twitter no funciona. La comparación relevante es con cuánta gente tuiteaba antes.
Zeynep Tufekci, socióloga e investigadora de los medios de comunicación turcos, sugiere que el verdadero objetivo de la campaña de Erdogan es «demonizar» a los medios sociales y presentarlos como una amenaza a los «valores familiares» y la unidad nacional. Escribió:
Erdogan is not trying to block social media as much as taint it.
[…]
The battle isn’t between Internet’s ability to distribute corruption tapes and the government’s ability to suppress them. The battle is for the hearts and minds of Erdogan’s own supporters, and whether Erdogan can convince them that social media is a dangerous, uncontrolled, filthy place from which nothing good can come.
Erdogan no está intentando bloquear las redes sociales sino más bien empañar su reputación.
[…]
La batalla no es entre la capacidad de Internet para distribuir grabaciones de corrupción y la capacidad del gobierno de suprimirlas. La batalla es por los corazones y mentes de los propios partidarios de Erdogan, y ver si Erdogan puede convencerles de que los medios sociales son un espacio peligroso, descontrolado e indecente del que nada bueno puede salir.
Desde la elección de Erdogan como presidente, ha buscado limitar aún más los derechos de los internautas, modificando las leyes que afectan a los derechos de Internet. Una ley de seguridad, que pronto será aprobada, permitirá a las autoridades llevar a cabo censura y vigilancia a gran escala sin supervisión judicial previa.
What's more frightening is, today's ban comes even before amended Internet Law has come into effect. When it does, welcome ‘emergency rule'!
— YavuzBaydar (@yavuzbaydar) April 6, 2015
Lo que es más alarmante es que la prohibición de hoy se produce incluso antes de entrar en vigor las enmiendas a la Ley de Internet. Cuando se aprueben, ¡bienvenidos al ‘estado de emergencia'!
Con las elecciones generales de Turquía cada vez más cerca, y la agitada atmósfera de tensión política en el país, Erdogan está buscando nuevas formas de silenciar a aquellos que se openen a él y a su AKP. Silenciar a la oposición en los medios sociales los acerca un poco más a su objetivo.
Seguir el juego
El martes 7 de abril, poco después de que se levantara la prohibición de Twitter, Al Jazeera Turkey reveló que había otra orden judicial de Turquía dirigida a Google. La orden judicial daba cuatro horas a Google para eliminar todas las imágenes relacionadas con la crisis de los rehenes, o enfrentarse a la prohibición. En el momento de redactar este artículo, una búsqueda de imágenes en Google mostraba muchas menos fotos del secuestro del fiscal que antes y ─sobre todo─ el servicio no estaba bloqueado
Según el Informe de Transparencia semestral de Twitter, entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2014, el gobierno turco pidió a Twitter retirar 2642 tuits. En total, Twitter eliminó 1820 tuits a petición del gobierno, lo que asciende a 92% de todos los tuits eliminados por el servicio durante ese período. Además, las cuentas indicadas por Turquía representaron el 72% de las cuentas eliminadas del servicio durante esos seis meses.
Dado su éxito con este enfoque, el gobierno turco parece haber subido las apuestas. Desde el anterior informe de transparencia de Twitter ─que cubre la actividad del 1 de enero al 30 junio de 2014─ el servicio dice: «Hemos recibido un 156% más de solicitudes [de Turquía] y el número de cuentas especificadas [para ser eliminadas] ha crecido más de un 765%».
El informe de transparencia de Facebook indica unas estadísticas igualmente alarmantes.
Actualmente parece que Twitter, Facebook y Google, lejos de dañar la imagen del Estado turco, están haciendo todo lo posible por pulirla.
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