La Universidad Indígena Boliviana Aymara «Túpac Katari» (Unibol) atrae a estudiantes de todo el altiplano boliviano que buscan un mejor futuro y una manera de retribuir a sus comunidades. Con el nombre del líder de la rebelión indígena del siglo XVIII, el gobierno boliviano fundó la universidad en 2008 como una forma de abarcar el conocimiento tradicional y de brindar la oportunidad de estudiar disciplinas que ayudan al desarrollo de las comunidades rurales de los estudiantes. Con una tasa aproximada de inscripción de unos 950, los estudiantes pueden elegir de entre una serie de áreas de estudio que incluyen la agronomía del altiplano, ingeniería de alimentos, ingeniería textil y ciencias veterinarias.
Ubicada en la comunidad de Cuyahuani cerca del Lago Titicaca, la universidad continúa su crecimiento con la construcción de nuevas aulas e instalaciones para los estudiantes. Los alumnos viven en el campus con beca completa, que incluye la matrícula, alojamiento y comida, y otros costos asociados. Sin embargo, la competencia es fuerte y los aspirantes deben dar un examen de ingreso. Uno de los requisitos es que el estudiante hable la lengua aymara puesto que la mayoría de las clases se dictan en ese idioma. Muchas comunidades rurales también brindan su respaldo a los estudiantes que solicitan ingreso o a los ya admitidos, lo cual establece el compromiso mutuo.
Mabel Franco, coordinadora del proyecto La Pública, describe el perfil promedio de los estudiantes y el motivo por el cual se necesita una universidad de este tipo:
La historia de los estudiantes tiene mucho en común: hogares de pobreza extrema, años escolares cursados con gran sacrificio y frustración a la hora de buscar el ingreso a una universidad. Que el sistema de formación profesional tradicional deja al margen a muchos de estos bolivianos, atendidos apenas por una escuela ajena a la realidad rural, lo prueba el bajo nivel de aprobación del examen de admisión: sólo 11 de 260 obtuvieron la beca por esta vía (en cambio, el curso preuniversitario tuvo un 80% de aprobación).
En una nueva colaboración entre Unibol, La Pública, y Jaqi Aru (una organización local que promueve el uso de la lengua aymara en Internet), se ha lanzado un proyecto de periodismo ciudadano para hacer oír las voces de estos estudiantes que desean compartir sus historias. Mediante seminarios prácticos, los estudiantes aprenden a expresarse y a publicar sus historias en el sitio web de La Pública. Mientras que algunos estudiantes que hablan aymara aún tienen dudas sobre escribir en esta lengua, otros lo intentan con la ayuda del equipo de Jaqi Aru. Muchas de las publicaciones de blogs se escriben en español y, posteriormente, se traducen a aymara. En próximas publicaciones, presentaremos algunos de los posts escritos originalmente en aymara y traducidos al español.
Aquí hay algunas de las primeras publicaciones de blogs del proyecto Voces aymaras, que busca recopilar «las experiencias en el campo social, medioambiental, sociocultural y educativo, y expresar las vivencias de los jóvenes y las de sus comunidades».
El camino hasta llegar a esta universidad no ha sido siempre fácil, pero la estudiante de agronomía Delia Mamani Callisaya, tras algunos desafíos, ahora se siente como en casa. Cuenta sobre la primera reunión informativa de 2010, donde junto a 63 nuevos compañeros conoció la universidad y sus oportunidades. Oriunda de la comunidad de Guaqui, Delia describe estos sentimientos:
Me siento orgullosa de ser parte de esta institución que ha crecido como quizás pocos creíamos que iba a pasar. Mi universidad me parece muy diferente de las otras que hay en el país, sin desmerecer a ninguna. La amistad, por ejemplo, que une a los estudiantes es sincera: más que amistad es hermandad. Estamos juntos todos los días, conociéndonos y ayudándonos como una familia. Si un compañero se enferma o está mal en alguna materia, lo apoyamos para que no se desanime y siga con sus estudios.
La modalidad de internado nos permite mantener los valores que, creo, se van perdiendo entre los jóvenes.
El camino de Abidan Triguero Calle a la universidad también ha sido largo, pero el esfuerzo valió la pena. Oriundo de una comunidad del altiplano, comenzó sus estudios en La Paz. Analizó las opciones educativas de la ciudad de Cochabamba, pero los costos de las universidades privadas eran prohibitivos. Entonces supo de la oportunidad en la Unibol y era exactamente lo que buscaba. Actualmente estudia ingeniería de alimentos, lo que ayudará a su comunidad. Escribe acerca de su primer semestre en la Unibol y cómo cambió la perspectiva sobre su futuro:
Sinceramente vine a probar cómo era este lugar; pasó así el primer semestre y llevé materias como cosmovisión aymara y hoy puedo decir que me siento muy identificado con el lugar donde nací, con el hecho de que soy aymara nacido en la provincia Ingavi, municipio Jesús de Machaca, comunidad Lahuacollo. Esta universidad cambió mi manera de pensar, pues me siento muy comprometido con Bolivia.
Siga las publicaciones de los estudiantes de la Unibol, que escriben sobre los desafíos y logros de sus comunidades rurales.
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