Regularización, integración, sensibilización: Los retos de la migración hacia Panamá en debate con Connectas

Panamá ha sido un polo de atracción para miles de inmigrantes latinoamericanos desde la construcción de su canal interoceánico. Recientemente, su programa "crisol de razas" ha generado división entre inmigrantes y residentes. Foto cortesía de Matthew Straubmuller/Flickr (CC BY 2.0)

Panamá ha sido un polo de atracción para miles de inmigrantes latinoamericanos desde la construcción de su canal interoceánico. Recientemente, su programa «crisol de razas» ha generado división entre inmigrantes y residentes. Foto cortesía de Matthew Straubmuller/Flickr (CC BY 2.0)

En la segunda entrega de la serie de discusiones sobre los retos de la migración intra-americana, Robert Valencia, de Global Voices y Laura Salazar de Connectas conversaron con la diputada Zulay Rodríguez del Partido Revolucionario Democrático, la periodista Grisel Bethancourt y Odalis Orozco del Servicio Jesuita a Refugiados en Panamá, para ir al fondo de los retos que la sociedad panameña y las comunidades de migrantes encaran desde hace poco más de cinco años.

Esta serie, dedicada a ahondar en los fenómenos migratorios que se dan desde y hacia los países de América Latina, busca dar luces sobre estos fenómenos para dar una visión comprensiva y abrir espacios para el diálogo. Con esta idea, los organizadores del Hangout, invitaron a la diputada Rodríguez, cuya imagen en los medios de comunicación panameños se hizo visible a partir de ciertas declaraciones que encendieron la polémica meses atrás.

Sin embargo, en una conversación que pudo haber generado intensas polémicas, las claves para entender el proceso que vive Panamá pudieron ser debatidas y explicadas de modo claro y sin contratiempos. Entre preguntas, proyectos de ley y preocupaciones de ciudadanos y de representantes, el Hangout generó tres puntos claves para entender la situación migratoria de Panamá: la cuestión legal, los retos de la convivencia y las irregularidades que dan pie a abusos.

Leyes, decretos y transparencias en las leyes migratorias

Zulay, diputada del Partido Revolucionario Democrático explicó que uno de los problemas más comentados por los ciudadanos panameños es el del pago de impuestos de los extranjeros. Según la diputada, los migrantes extranjeros en Panamá benefician de muchas políticas y servicios públicos accesibles a todos en el país, pero no contribuyen de modo sostenido a los bienes públicos. Del mismo modo, para Bethancourt lo más importante es la regularización. Muchos de estos problemas, sostiene la representante pública, se deben a que muchos migrantes no tienen recursos para contribuir. Su objetivo es que se cumplan las leyes para asegurar que quienes entren en Panamá tengan los medios para residir en el país y no sen presa de quienes abusan de migrantes vulnerables por su situación administrativa.

Bethancourt apunta que los argumentos de la diputada son en buena parte certeros, pues la queja vista en general se refiere a la contribución que debe darse a los recursos públicos de Panamá. Los migrantes, según la periodista, se dedican en particular a la prestación de servicios informales, pero no cumplen con muchos de los requisitos legales de los que muchos ciudadanos panameños sí se ocupan.

Así, tanto la periodista como la diputada coincidieron en que el programa Crisol de Razas, con el que se reguló a muchísimos extranjeros en poco tiempo abrió la puerta a numerosas irregularidades. Las estadísticas de inmigración a Panamá no son claras, y con ello, los beneficios de la inmigración son prácticamente invisibles. Para las dos expertas la base principal de los desencuentros es la desigualdad en la contribución, que los ciudadanos panameños ven como injusta.

Odalis Orozco coincidió también con la falta de políticas migratorias transparentes, pero recordó también que muchas de estas regulaciones no tienen en cuenta los problemas de violencia que empujan a muchos ciudadanos de, por ejemplo, Colombia, salir de su región de origen. Muchos ciudadanos colombianos, de acuerdo con la experta están, buscan protección y seguridad, pero «están en áreas grises de espera mientras se resuelve el status migratorio de refugiado.»

Integración y convivencia: De los choques entre culturas al papel de los medios tradicionales y ciudadanos

Otro punto delicado en la experiencia panameña con la inmigración es el de la integración y la convivencia cordial. Los ciudadanos panameños expresan sentirse discriminados por migrantes colombianos y venezolanos, algo que se ha expandido de modo inédito con las conversaciones dentro de las redes sociales. El caso de Rita García, la ciudadana venezolana que fue prácticamente expulsada de Panamá después de comentarios racistas en Facebook salió a flote como un ejemplo de las actitudes que, de acuerdo con Zulay Rodríguez son también parte de las quejas de muchos panameños.

Las redes sociales de internet hacen de estos intercambios algo mucho más visible. Para Odalis, las conversaciones y los comentarios en línea hacen sentir a muchos migrantes como blanco de fuertes discriminaciones. A estos se suma, del mismo modo, la cobertura de los medios tradicionales, que cubren el tema a partir de sus aristas, sino de sus generalidades. Uno de los ejemplos dados por Odalis, a partir de la experiencia de migrantes con los que ha trabajado fue el de muchas mucamas de la industria hotelera, que son vistas con frecuencia como trabajadoras sexuales, y cuya vulnerabilidad social, económica y administrativa es muchas veces fuente de abusos.

De este modo, la visión de los extranjeros en Panamá es un punto complejo que necesita de aclaraciones, tanto en las discusiones en línea y la cobertura mediática, como en el trato cotidiano. Las expertas coincidieron en la importancia de tratar el problema también como uno de adaptación cultural de ambas partes.

Irregularidades y abusos: Los riesgos de las migraciones irregulares

Las migraciones contemporáneas y los procesos legales rara vez dialogan de modo coherente, y el caso de Panamá no es la excepción. La inmigración irregular es fuente de ingreso para muchos, y esto es algo que entorpece una regularización más pronta y profundiza la vulnerabilidad de los migrantes. De acuerdo con Grisel, el crímen organizado también es parte de este proceso. Existen grupos de personas encargadas de reclutar trabajadores, en especial trabajadoras mujeres en pueblos específicos, con el fin de contratarlas como empleadas domésticas, una ocupación de alto riesgo en cuanto al respeto de los derechos individuales. En muchos casos, de acuerdo con las periodistas, la paga puede ser superior a la común, pero el abuso a los derechos de estas trabajadoras en cuestión de horas de trabajo y de seguridad, son altamente cuestionables.

En muchos casos, estas irregularidades tienen responsabilidades compartidas, y en otros más, quienes abusan de la vulnerabilidad de los migrantes son sus propios compatriotas. La diferencia es que quienes dan la cara frente a los medios y la opinión pública, según Odalis, son los migrantes. Al final, son estas personas las que asumen los ataques a la imagen y los que sufren las consecuencias en su desenvolvimiento diario en la sociedad de acogida. por ello Odalis Orozco recuerda que la calidad de vida y el derecho a una vida mejor no es un crimen; tal como la irregularidad administrativa. El paso de los migrantes son muestras de un fenómeno mucho más grande y más complejo, y una visión acorde es necesaria.

Hacia la apertura: Reflexiones y soluciones para sensibilizar a los medios y a la sociedad panameña dentro del contexto de un mundo global.

Para Grisel uno de los retos más importantes es sensibilizar a los periodistas, para hacer que estos, a su vez, ayuden a la sociedad en este mismo proceso. Los movimientos migratorios no se detendrán, por lo que es necesario una visión más acorde con los hechos. Odalis sostuvo por su parte que los periodistas a veces no entienden de flujos migratorios, ni de casos especiales en estos movimientos, como pueden ser los refugios. Para la experta, las estructuras sociales, económicas y políticas se encuentran detrás de una estructura en la que los movimientos de personas son consecuencias directas. Estas son las imágenes propias de un mundo globalizado en el que los intercambios humanos y económicos son frecuentes. Por ello recuerda también la importancia de no dejar de lado el hecho de que muchas de estas personas se mueven de sus tierras de origen, pero no necesariamente porque así lo escojan.

De ahí a la importancia de acercar a los medios, a sus representantes y a sus consumidores, al aspecto de la migración en vínculo con los Derechos Humanos. Para Odalis existe una gran necesidad de contar las historias de las personas que traspasan las fronteras, y a través de éstas humanizar el fenómeno de los movimientos migratorios. La conversación gira con mucha frecuencia en torno a la seguridad, sin hacer hincapié en los Derechos Humanos. Para ambas periodistas, al final, la idea de dar una mirada más compleja es vital, en particular porque las leyes que buscan organizar la circulación de personas en las fronteras suelen dejar de lado los elementos que empujan a quienes emigran a buscar nuevos destinos. Las migraciones son, al final, la búsqueda humana de otros medios de seguridad personal y de subsistencia.

El debate completo tuvo una duración de una hora y contó con numerosos participantes en línea. Las discusiones continúan a través del #HangoutConnectas y puede verse aquí:

Los organizadores del Hangout recomendaron también la lectura del reportaje La vida después de La Bestia, publicado por Priscila Hernández para SinEmbargo (México) y María Cidón para Diario El Mundo (El Salvador), en el marco de la Iniciativa Regional para el Periodismo de Investigación en las Américas, con el apoyo del International Center For Journalists (ICFJ) y Connectas.

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