Con el «método canguro» los padres en Etiopía pueden salvar a sus bebés prematuros solo abrazándolos

At a hospital in Ethiopia's capital, Wandamu and his wife Lakish have been in practicing kangaroo care for nearly three weeks. Their heavier, healthier twin, can now sleep on his own and is breast feeding healthily. The smaller twin is still in the "kangaroo" position on his mom's chest. Credit: Dalia Mortada

En un hospital en la capital de Etiopía, Wandamu y su esposa Lakish han practicado el método canguro durante casi tres semanas. Su mellizo de mayor peso y más saludable ahora puede dormir solo y mama bien. El mellizo más pequeño se encuentra aún en la posición «canguro» sobre el pecho de su madre. Crédito: Dalia Mortada.

Este artículo y el informe radial de Dalia Mortada para The World originalmente apareció en PRI.org el 17 de marzo de 2015 y se republica como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Una solución simple se está convirtiendo en la diferencia entre la vida y la muerte para miles de infantes que nacen prematuros en los países en desarrollo.

En los hospitales como Zeweditu en la capital de Etiopía, Adís Abeba, las incubadoras son poco comunes. Y cuando están disponibles, el suministro eléctrico no es confiable para mantenerlas en funcionamiento. Entonces, el personal de estos lugares mantiene a los padres de los infantes prematuros en los hospitales y, cuando es posible, alienta el «método canguro», una técnica desarrollada en Sudamérica hace décadas para ayudar de manera segura a los bebés prematuros y a los de bajo peso a crecer gracias al contacto piel con piel.

Apenas nace el bebé (siempre y cuando no existan otros problemas médicos de importancia), se coloca al infante desnudo sobre el pecho descubierto de uno de sus padres, por lo general el de la madre. El bebé permanece allí el tiempo que sea necesario: días, semanas, incluso meses; envueltos en una manta, el bebé y el adulto.

Un par de mellizos y sus padres estuvieron en el hospital casi un mes. Uno de los bebés pesó menos de un kilo y medio, el otro menos de un kilo; entonces se envolvió a la mamá y al papá uno con cada bebé durante casi tres semanas. Ahora, el mellizo de mayor peso está saludable para dormir solo. Al segundo bebé le falta muy poco para eso.

Wandamu, el padre de los bebés, de voz suave, sonríe tímidamente. «Al principio… no podían alimentarse bien, pero ahora los vemos mamar y estamos muy contentos», dice mientras su esposa, Lakish, asiente. Los infantes diminutos están sujetos a su pecho, en calma.

Ese sentimiento de felicidad es crucial en Etiopía, donde las personas a veces suponen que un bebé muy prematuro no sobrevivirá.

«Desafortunadamente algunas comunidades dirán «Dios ya juzgó» y dejarán al niño en algún lugar para que muera. Ese niño podría en realidad sobrevivir si está cerca de su madre», sostiene Alice Allen, quién ha estado enseñando a un grupo de enfermeras en el Hospital Zeweditu las técnicas de lo que ahora se conoce como Método Madre Canguro, o MMC.

Sin embargo, para algunos padres agotados, las exigencias del MMC son complicadas. Birkutan, una madre primeriza de 30 años, ha estado aquí durante tres semanas hasta ahora. Sus ojos muestran cansancio. Tener un bebé atado a su pecho las 24 horas del día e intentar dormir recostada en posición vertical no es propicio para el sueño.

Birtukan tuvo a su beba hace dos meses y medio. Debido a problemas de salud, la beba tuvo que permanecer en una incubadora una semana. Luego, las enfermeras envolvieron a la beba al pecho de Birtukan para el MMC. Pero ahora ella está preocupada.

«El peso de la beba parece menor, por eso no creo que el MMC esté ayudando», Birtukan se preocupa. Porque teme que su hija no sobreviva, aún no le ha puesto nombre. Las enfermeras tratan de tranquilizarla.

En Etiopía, se han implementado muchas medidas para ayudar a que las madres y sus bebés sobrevivan: en los últimos años, se construyeron caminos y centros de atención en lugares remotos para acceder de manera fácil, y se invirtió en salas de maternidad y en UCI para infantes. Parece que todas estas inversiones funcionan: el número de niños que no sobreviven pasados los 5 años disminuyó cuatro veces desde 1990. Pero muchas de estas medidas necesitan de electricidad regular y mucho dinero para su funcionamiento, ninguno de los cuales son recursos abundantes en Etiopía. Tampoco lo son los médicos.

«[MMC] reduce el tiempo del que tienen que disponer los doctores», explica Allen. «No se necesita de la tecnología, entonces es absolutamente perfecto para los países en desarrollo, lo que parece una solución obvia por completo».

Es decir, siempre y cuando los padres sientan el beneficio de lo que puede ser un momento tenso y difícil. Wandamu y Lakish ahora lo sienten. «Cuanto más cuidamos y tenemos en brazos a los bebés, más crece nuestro amor también», afirma Wandamu.

El informe de Dalia Mortada fue posible gracias a la beca de investigación del International Reporting Project.

1 comentario

  • Es algo impresionante, se nos ha olvidado algo el instinto, cuando tenemos que nombrar a algo tan obvio por su nombre.
    el método canguro es simplemente transmitir amor a través de la piel.
    Admirable y a la vez espeluznante que tengamos que recordarnos con tecnicismos, algo que debería fluir, de nuestra propia esencia.
    Abrazar piel con piel es sentir a la persona con el órgano mas grande de nuestro cuerpo. No se nos pueden olvidar cosas tan básicas.
    A la vez, nos llenamos de esperanzas al ver que algo tan sencillo, puede salvar vidas.

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