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Un año después de su arresto, los blogueros etíopes de Zone9 se mantienen firmes y decididos

Categorías: África Subsahariana, Etiopía, Activismo digital, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Voces Amenazadas, GV Advox
Founding members of Zone9. Left to right: Endalk Chala, Soliana Shimeles, Natnael Feleke, Abel Wabela. Befeqadu Hailu, Mahlet Fantahun, Zelalem Kiberet,  Atnaf Berahane.

Miembros fundadores de Zone9. De izda a dcha: Endalk Chala, Soliana Shimeles, Natnael Feleke, Abel Wabela, Befeqadu Hailu, Mahlet Fantahun, Zelalem Kiberet, Atnaf Berahane.

Artículo redactado por Ellery Roberts Biddle [1] y Ethan Zuckerman [2].

En abril de 2014, a última hora de un viernes, llegó a la lista de la comunidad de Global Voices un correo electrónico con el asunto: «Estremecedor». Habían arrestado a un grupo de nuestros autores y sus compañeros blogueros ese mismo día en Adís Abeba. Seis de estos hombres y mujeres habían trabajado con Zone9, un blog colectivo [3] que cubría cuestiones sociales y políticas en Etiopía y promovía los derechos humanos y la responsabilidad del gobierno. Nos enteramos rápidamente de que habían sido arrestados por su trabajo como blogueros.

Los blogueros de Zone9 estaban trabajando para fomentar el debate y la discusión política en un país donde la mayoría de los medios de comunicación están bajo el estricto control de las autoridades gubernamentales. Querían ayudar a sus conciudadanos a entender mejor sus derechos, garantizados por la Constitución. Querían que más etíopes tuvieran voz en cómo se gobierna su país.

Horn of Africa. Map by UN, released to public domain.

Cuerno de África. Mapa de Naciones Unidas, de dominio público.

No es fácil hablar de estos temas en Etiopía. Como segundo país más poblado de África, Etiopía es el beneficiario de enormes flujos de ayuda militar y humanitaria extranjera, destinada en gran parte a reforzar y mantener a la nación como bastión de seguridad en el Cuerno de África, una región con altos niveles de tensión étnica, corrupción y delincuencia. El gobierno se enfrenta a amenazas de grupos armados en la región norte del país y en la vecina Somalia, y cuenta con amplio apoyo de gobiernos occidentales, incluyendo EE. UU., para mantener la estabilidad en la región. Pero el miedo sobre esta precaria situación se ha infiltrado en áreas críticas de la vida pública, dejando poco margen para las actividades de la sociedad civil y el debate democrático. En los últimos años, el gobierno ha desarrollado una tendencia preocupante a etiquetar de terrorista a todo aquel que exprese opiniones disidentes.

Pensemos en el periodista Eskinder Nega [4]. El crimen de Nega fue informar sobre las protestas de la Primavera Árabe y señalar que Etiopía podría enfrentarse a protestas similares si el gobierno no se reformaba y hacía más abierto. Fue acusado de «planificación, preparación, conspiración, instigación y tentativa» de actos terroristas, y ahora cumple una condena de 18 años.

En 2013, con miedo a correr la misma suerte, los miembros de Zone9 dejaron de publicar en su blog durante más de un año. Pero la pasada primavera decidieron que no podían permanecer en silencio por más tiempo. El 25 de abril de 2014 el gobierno respondió arrestando a seis miembros del equipo del blog, junto con tres periodistas que el gobierno consideró «afiliados» a los blogueros.

Natnael Feleke with John Kerry, 2013.

Natnael Feleke con John Kerry en 2013.

A pesar de que aún no han sido llevados a juicio, los blogueros han sido acusados en virtud de la Proclamación contra el Terrorismo. Esto proporciona una idea de lo que el gobierno etíope está luchando: la disidencia, no el terror. Gran parte del pliego de cargos se centra en acusaciones de que los blogueros recibieron formación en el cifrado de sus comunicaciones, específicamente a través del uso de Security in a Box, un conjunto de herramientas de seguridad digital, ampliamente disponible en línea, destinado a ayudar a grupos de derechos humanos a protegerse de la vigilancia. El gobierno etíope acusa a los blogueros de Zone9 de utilizar estas herramientas en un intento de «derrocar, modificar o suspender la Constitución federal o estatal; o a través de la violencia, las amenazas, o la conspiración». En realidad, los blogueros utilizaban estas herramientas para coordinar su labor informativa, con la esperanza de evitar la detección y detención por un gobierno paranoico.

Nos sentimos conmovidos por cómo estos blogueros se mantienen firmes, decididos y elocuentes desde que fueron encarcelados. En agosto de 2014, Befeqadu Hailu, miembro fundador de Zone9 y autor de Global Voices, escribió una descripción detallada de sus experiencias [5] entre rejas, un texto que se sacó de forma clandestina de la cárcel y se publicó en nuestro sitio. Desde entonces sus palabras han servido de inspiración, pero también han inquietado a nuestra comunidad. «De cualquier modo», escribía, «existen límites en este país. Aquellos que escriben sobre la realidad política de Etiopía se enfrentan a la amenaza de ser encarcelados mientras vivan aquí».

Lea: Diario desde una cárcel etíope: testimonio de Befeqadu Hailu [5]

Más recientemente, algunos amigos fueron capaces de sacar clandestinamente una carta de Natnael Feleke, miembro fundador del colectivo de blogueros Zone9 [3], que estudiaba economía antes de su detención. La carta de Natnael está dirigida al secretario de Estado estadounidense John Kerry. Natnael habló con Kerry durante un acto público en la Universidad de Adís Abeba en 2013, un encuentro que ahora se ha convertido en parte de la causa en su contra. En la carta, Natnael pide al gobierno de Estados Unidos que reconsidere su apoyo al gobierno etíope. Escribe:

…[the amount of] time I will be spending in prison is not the most pressing issue on my mind right now. Rather, I am worried about the amount of additional sacrifice required until the international community, specifically your government, will assume a firm pragmatic stance in demanding fundamental progress in the democratization process of the country against the billions of dollars pouring the regime's way.

I don't want you to get me wrong here. It is not that I don't appreciate the earnest assistance being forwarded to the development process in my country. It is just that I strongly believe effective monitoring of such assistance can only be employed where there is a government accountable to its people. It is ironic that the world's top recipient of development assistance is without effective monitoring and accountability.

[…]

In his book the Audacity of Hope, President Obama states that the true test of what we really value is where we invest the time, energy and money that we have. I understand the difficulty you face in striking a balance between maintaining security and stability and promoting democratization in your foreign policy. But sustainable stability can only be achieved through a democratically elected government and a state institution trusted by the people. As US national interests are built on core values of liberty and democracy, I have hope and confidence that you will adopt a new stance that forges a clearer relationship between any form of assistance and the democratization process.

…El tiempo que voy a pasar en la cárcel no es la cuestión más apremiante en mi mente ahora mismo. Más bien, me preocupa la cantidad de sacrificio adicional necesario para que la comunidad internacional, concretamente su gobierno, asuma una firme postura pragmática en exigir fundamentales avances en el proceso de democratización del país, frente a los miles de millones de dólares que se inyectan al régimen.

No quiero que me malinterprete. No es que no aprecie el esfuerzo de asistencia que se remite al proceso de desarrollo en mi país. Es solo que estoy convencido de que solo se puede realizar un seguimiento efectivo de esta asistencia cuando el gobierno rinde cuentas a su gente. Es irónico que el principal receptor mundial de ayuda al desarrollo no tenga mecanismos eficaces de supervisión y de rendición de cuentas.

[…]

En su libro La audacia de la esperanza, el presidente Obama afirma que la verdadera prueba de lo que realmente valoramos es dónde invertimos el tiempo, la energía y el dinero que tenemos. Entiendo la dificultad a la que se enfrenta para lograr un equilibrio entre mantener la seguridad y la estabilidad, y promover la democratización en su política exterior. Pero una estabilidad duradera solo puede lograrse a través de un gobierno elegido democráticamente y una institución estatal en la que el pueblo pueda confiar. Al igual que los intereses nacionales de EE.UU. se basan en los valores fundamentales de libertad y democracia, tengo la esperanza y la confianza de que usted adoptará una nueva postura que forje una relación más clara entre cualquier forma de asistencia y el proceso de democratización.

La carta no solo presenta un argumento político. Natnael también habla de su propia experiencia en la cárcel, describiendo la tortura, las malas condiciones y la investigación criminal a la que han sido sometidos los blogueros, que califica de «ridícula».

Lea: Una carta para John Kerry desde la cárcel de Kilinto, Etiopía [6]

Es sobrecogedor el grado en que los bloqueros parecían anticipar su actual suerte. El nombre del blog Zone9 de hecho proviene de Kality, una cárcel en las afueras de Adís Abeba, donde ha vivido Eskinder Nega desde 2011. La cárcel Kality está dividida en ocho zonas distintas, la última de las cuales —Zona Ocho— se reservada para periodistas, activistas de derechos humanos y disidentes. Endalk, uno de los tres miembros de Zone9 que hoy permanecen en libertad, explicó que cuando el grupo se formó, “decidimos crear un blog dedicado a la notoria cárcel en la que viven todos los etíopes: la Zona Nueve».

Se prevé que los blogueros de Zone9 sean juzgados a finales de esta primavera. Si son declarados culpables, se encontrarán en compañía de al menos otros dieciocho periodistas que han sufrido la misma suerte.