Arriesgando sus vidas para salvar a los paquistaníes de la polio

Courtesy: Radio Tnn

Cortesía de Radio Tnn. Utilizada con permiso.

Nadir Jailani escribió este artículo para el periódico digital Balochistan Point y es editado y republicado por Global Voices con permiso.

Sajida Bibi golpea cada puerta en Killi, Shakar, Khan y Quetta para preguntar si hay niños menores de cinco años en casa. Entra después de recibir una señal de conformidad. Estruja las mejillas de un niño, escurre la botella de plástico más delgada, vierte tres gotas de vacuna contra la polio y después marca con rotulador el dedo meñique del niño antes de pasar al siguiente.

Mientras va de casa en casa vacunando a cientos de niños al día, va acompañada por otras dos sombras además de la suya propia: dos agentes de la policía de Baluchistán la siguen portando sus AK-47 con el seguro quitado y prestos para apuntar y disparar.

Así es la lucha de Pakistán contra la polio. El país es una de las tres naciones después de Afganistán y Nigeria donde el virus de la polio todavía es endémico. La campaña contra la polio empezó en Pakistán en 1993 bajo el programa ‘Días nacionales de vacunación’, y ha seguido adelante desde entonces.

El añadido de los guardias armados a la campaña, sin embargo, es una novedad relativamente reciente. Los ataques dirigidos a los trabajadores de campo han obstaculizado el proceso de vacunación y lo han convertido en un trabajo peligroso. Los grupos militantes religiosos han seleccionado como blancos a los trabajadores antipolio por considerarlos espías encubiertos. Según los informes de los medios más de sesenta personas han perdido la vida durante la campaña contra la polio en Pakistán desde 2012.

“Siento miedo incluso con la presencia de los policías a mi alrededor» comentó Sajida Bibi a este autor, afirmando que sus colegas y ella no tenían intención de hacer daño a nadie ni actuar según su criterio para convertirse en parte de un conflicto. También dijo: “Somos personas normales intentando ayudar a nuestras familias con el pequeño grano de arena que conseguimos gracias a esta campaña”.

Cientos de voluntarios como Sajida forman parte de la campaña de erradicación de la polio a todo lo largo y ancho de Baluchistán vacunando a niños menores de cinco años. El coordinador provincial del programa expandido de vacunación, el doctor Ishaq Panezai, dijo que los voluntarios preparan las vacunas al por mayor en la provincia. “Preparamos a los voluntarios antes de cada campaña y los funcionarios los acompañan sobre el terreno para vigilar su trabajo», dijo el doctor Panezai.

El año pasado se informó de 25 casos de polio en Baluchistán, el número más alto en los tres últimos años. Fuentes del departamento provincial de salud dicen que la mayoría de los casos son informados desde áreas en las que los padres son reacios a vacunar a sus hijos.

Asad Khan, funcionario del departamento de salud, que acompañó a un equipo de polio a Samungli Road, dijo: “Encontramos problemas para vacunar a todos los niños porque algunas personas no cooperan con nosotros al creer que las vacunas provocan esterilidad y que estamos promoviendo una causa extranjera”.

Una campaña de concienciación a nivel nacional de apoyo a la vacunación contra la polio se ha hecho viral en los canales de televisión. Hay anuncios cortos presentando mensajes de sabios destacados que piden a los padres que permitan vacunar a sus hijos. Al mismo tiempo, en algunas regiones, los imanes locales incitan a la hostilidad hacia la campaña contra la polio.

Solo en tres meses de 2015 ya han aparecido más de veinte casos de infección de polio. Tres de ellos fueron informados en los districtos de Loralai, Qilla Abdullah y Quetta de Baluchistán. La principal causa citada de nuevo por el gobierno fue el rechazo de los padres a permitir al equipo visitante administrar una vacuna a sus hijos.

Akbar Khan, cuyo nombre hemos cambiado a petición del susodicho, pensionista del distrito de Pishin, comentó que la gente está arriesgando la vida de sus hijos solo porque les han dicho que el Islam no permite vacunar a los niños.

“Algunas personas han estado difundiendo ideas erróneas contra la vacunación de los niños,” dijo Akbar, y añadió que los líderes religiosos locales deberían aclarar el asunto para que se pueda erradicar la enfermedad.

De acuerdo con End Polio Pakistan, un equipo de erradicación de la polio en Pakistán compuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el gobierno de Pakistán, el número de casos de polio había bajado de 20,000 el año antes de que se iniciara la campaña a solo 58 en 2012.

Pero mientras el equipo se preparaba para declarar a Pakistán un país libre de polio, el número de casos saltó a 93 en 2013. El año siguiente saltó otra vez hasta un impactante 306.

El Comité de supervisión independiente (IMB) criticó la actitud del gobierno en su informe y sugirió restricción de los desplazamientos por el país. El informe mencionó que Pakistán no había hecho lo suficiente para combatir el virus y que había fracasado por completo a la hora de mantener su promesa de haber conseguido erradicar la polio del país para diciembre de 2014.

Aunque la militancia y el rechazo de las familias a participar en la vacunación son citadas como las principales trabas en la lucha contra la polio, ha sido la incompetencia del Estado la que ha posibilitado el último brote. Una planificación adecuada y unos movimientos de concienciación relatistas podrían resultar muy útiles al movilizar apoyos para la campaña contra la polio en el país

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