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Un oficial egipcio dimite tras decir que los hijos de los basureros no pueden llegar a ser jueces

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The social pyramid of ancient Egypt, the higher you went the more important you became and the more your living standards improved. Even in ancient Egypt, upward mobility was possible

La pirámide social del antiguo Egipto: cuanto más se ascendía más importante se era y más mejoraba la calidad de vida. Incluso en el antiguo Egipto, la movilidad social ascendente era posible.

¿Puede el hijo de un basurero ser juez? En Egipto no, dijo el ministro de Justicia del país, Mahfoodh Saber, cuyos comentarios desataron una tormenta de reacciones en las redes sociales que obligó al ministro a dimitir.

El 11 de mayo, Saber dijo en una entrevista en la televisión [1]:

The job of a judge requires someone from an environment fit for such a role, with our respect to the janitor and whoever is beneath or above. The environment in which a judge is raised must be suitable. I'm not saying it has to be high but it shouldn't be low. We thank all the janitors who raised their sons to become educated, but giving someone from that background a judge position will make him suffer from a lot, from depression to other problems. It will make him unable to continue.

El trabajo de un juez requiere a alguien que provenga de un entorno apto para ese puesto, con el debido respeto a los basureros y a cualquier otra persona que esté por debajo o encima. El entorno en el que se cría un juez debe ser adecuado. No digo que tenga que ser [de clase] alta, pero no debe ser [de clase] baja. Agradecemos a todos los empleados de limpieza que criaron a sus hijos para que recibieran una educación, pero darle a alguien de ese origen una posición de juez supone hacerlo sufrir de muchas cosas, desde depresión a otros problemas. No le permitirá continuar su labor.

Incluso en el antiguo Egipto, la movilidad social no era imposible. Se enviaba a los hijos de campesinos como aprendices con artesanos y avanzaban a una clase social más alta. El hecho de que la clase no solo desempeñe un papel en Egipto hoy en día, sino que la movilidad social ascendente sea imposible, escandalizó a muchos. El ex ministro parece decir que incluso si alguien trabaja arduamente y obtiene buenos resultados en sus estudios, no podrá ganarse aquello que podría mejorar su condición social.

Por ejemplo, ser médico es considerado un trabajo bien pagado en la mayor parte del mundo. Sin embargo, la doctora egipcia Riham Abdelstar señala que los médicos residentes ganan alrededor de $20 al mes:

Después de todos esos años de estudio y formación llegaré a ser médica residente tras año y medio, y cobraré 150 libras egipcias [$20] al mes y pagaré 5 libras cada día para el transporte

Los comentarios del ministro hicieron que más egipcios se pronunciaran sobre la creciente desigualdad y discriminación de clase en Egipto. En Twitter, Kareem Samy tuiteó:

Las historias de éxito de hijos de trabajadores de la limpieza y demás que solíamos escuchar están desapareciendo. Para su información, nuestra comunidad está siendo transformada por el clasismo y la burguesía

Las reacciones a sus declaraciones obligaron a dimitir al ministro. Eso no impidió que el debate sobre las clases sociales se convirtiera en la comidilla de la esfera de los medios sociales egipcios. El caricaturista Islam Jawish se burló del incidente con este dibujo:

- Es cierto, el hijo de un empleado de la limpieza no es apto para administrar justicia – ¿Por qué? ¿Por el prestigio? -No, porque está limpio.

Sin embargo, la dimisión no significa el fin de la discriminación para los egipcios. Bassel Khaled hizo una muy buena pregunta:

Entonces ahora [tras la dimisión] ¿puede el hijo de un empleado de la limpieza ser juez?

Otro usuario de Twitter señaló la ilegalidad de tal retórica según la constitución egipcia:

El ministro de Justicia no sabe que acaba de cometer un delito sancionado por la ley

[traducción de la imagen: Todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Son iguales en derechos, libertades y deberes generales, sin discriminación por motivos de religión, creencia, sexo, origen, raza, color, idioma, discapacidad, clase social, afiliación política o geográfica o cualquier otra razón.

La discriminación y la incitación al odio son delitos sancionados por la ley.

El Estado adoptará las medidas necesarias para la eliminación de todas las formas de discriminación, y la ley regulará la creación de una comisión independiente para este propósito.]

El debate incluso atrajo el sarcasmo de diplomáticos. El embajador británico en Egipto John Casson tuiteó:

¿Quieres trabajar en la Embajada Británica? Aceptamos solicitudes de todos, y de los hijos de los trabajadores de la limpieza

Las reacciones al tuit del embajador fueron diversas, entre los que querían expulsarlo del país y los que lo aplaudían por su sentido del humor.

Esta no era la primera vez que este asunto se debatía en Egipto. Anteriormente, el presidente adjunto del Tribunal de Casación Ahmed Ali Abdulrahman dijo exactamente lo mismo.

El hecho de que este incidente no pasara desapercibido como otros incidentes previos podría significar que el papel de los medios sociales ha crecido, permitiendo a la gente acceder e interactuar con las noticias. Esto, por supuesto, no compensa el vacío de supervisión parlamentaria provocada por el retraso de las elecciones. Sin embargo, el hecho de que personas de diversos grupos estén debatiendo el papel de la segregación de clases en la estructura del Estado es edificante.

En mi país, cuando ocurren estas cosas pasan desapercibidas  y sin repercusiones, como señala este usuario bahreiní de Twitter, Abu Omar Al Shafee:

Los nuevos nombramientos a la fiscalía en Bahréin se repartieron entre los hijos de los parlamentarios, los ex parlamentarios y la gente en el poder…¿De qué discriminación estás hablando?