Empresa paquistaní acusada de estafa de grados falsos tiene historial de silenciar críticos

Screenshot of a website that The New York Times has determined is most likely  linked to Axact’s operation in Karachi, Pakistan.

Captura de pantalla de un sitio web que The New York Times ha determinado que probablemente es el más vinculado a las operaciones de Axact en Karachi, Pakistán.

Declan Walsh, corresponsal en Pakistán del New York Times, ha hecho lo que los paquistaníes pensaron que era imposible: puso al descubierto a una empresa paquistaní que vendía falsos diplomas y grados universitarios.

Desde que la revelación expusiera las operaciones de Axact el 18 de mayo, los investigadores paquistaníes allanaron sus oficinas y confiscaron servidores. Los políticos han pedido una investigación minuciosa en la empresa.

Según el New York Times, Axact –que se hace llamar la empresa líder de tecnologías de la información del mundo– maneja al menos 370 sitios web de institutos superiores, colegios y de acreditación que ofrecen falsos títulos a nivel mundial. Axact tiene cerca de 2,000 trabajadores en Karachi. Y su director ejecutivo estaba a punto de lanzar BOL, la «mayor red de medios» de Pakistán.

Axact ha respondido atacando a Walsh, el reportero detrás de la investigación; han demandado al New York Times por difamación, culpado al diario por coludirse con sus competidores de medios paquistaníes y amenazado a un pequeño blog independiente en Pakistán con una gran demanda. Axact tiene un largo historial de intentar silenciar a sus críticos.

Axact dio a conocer una respuesta pública al artículo del New York Times en su sitio web del 18 de mayo, donde anuncia que tomará acciones legales:

The defamatory article published on 18th May, 2015, today’s events and their derogatory portrayal by the media proves that this is a massive conspiracy by the seths of the Pakistani media industry to defame BOL and Axact and derail the launch of BOL. Employees and their families were terrorized to disrupt the operations of Axact.

El artículo difamatorio publicado el 18 de mayo de 2015, los acontecimientos de hoy y el retrato despectivo de los medios prueban que esta es una gran conspiración de los seths de la industria de medios paquistaní para difamar a BOL y Axact y arruinar el lanzamiento de BOL. Los trabajadores y familias estaban aterrados de perturbar las operaciones de Axact.

La historia de Axact de silenciar preguntas

El blog Pak Tea House recopiló algunas reacciones a la noticia del NYT sobre los grados de Axact. A consecuencia de eso, recibieron una notificación legal. Raza Rumi, bloguero y cofundador de este blog, afirmó que está amenazada la libertad de expresión de Pak Tea House:

This is against the principles of free speech. If the company is aggrieved it should present counter-facts and prove that NYT story is wrong. Instead it has chosen the path of bullying and serving legal notices with threats that they can proceed anywhere. Hope Pakistani and global online community will help us in fighting this brazen way of censorship in the cyberspace. Ideas, suggestions and help welcome.

Esto va en contra de los principios de la libre expresión. Si la empresa se siente agraviada, debería presentar los hechos que demuestren que la historia del NYT se equivoca. En cambio, han elegido el camino de intimidar y entregar notificaciones legales con amenazas de que pueden proceder en cualquier lugar. Ojalá los paquistaníes y la comunidad global en línea nos ayuden a combatir este descarado modo de censura en el ciberespacio. Ideas, sugerencias y ayuda son bienvenidos.

Hubo informes de que Axact manejaba una fábrica de títulos ya en 2007, pero la empresa aplastaba las preguntas con elevadas demandas judiciales. Awab Alwi, bloguero radicado en Karachi, miembro de Global Voices y de TED, informa:

Any attempt to criticize Axact has landed people in a shit hole of cease and desist notices and a few have escalated to legal lawsuits resulting in gag orders or content deletion.

Todo intento de criticar a Axact ha llevado a la gente a un agujero de basura de notificaciones de cesar y desistir y algunas han llegado a ser demandas legales que han resultado en órdenes de mordaza y eliminación de contenido.

Muchos, incluidas personas asociadas con la Asociación de Casa de Software de Pakistán (PASHA), habían ya cuestionado el modelo de negocios de Axact, pero se les amenazó con demandas. Umar Saif, importante tecnólogo en Pakistán, publicó la demanda que recibió hace dos años de los abogados de Axact:

So this happened a couple of years ago, and defamation (for Rs. 5 billion) was that «I haven't heard of them.»

Posted by Umar Saif on Wednesday, May 20, 2015

Esto ocurrió hace un par de años, y la difamación (por 5,000 millones de rupias) era que «no los había escuchado a ellos».
Publicado por Umar Saif el miércoles 20 de mayo de 2015.

En 2008, el sitio independiente de blogueo Karachi Metro también fue amenzado con una demanda después de la publicación en su sitio web de Revelando operaciones de una casa local de software. El sitio se negó a retirar la publicación, pero según el bloguero Awab Alvi, Axact al final pidió a Google que lo retirara de los resultados de búsqueda.

En 2009, un canal local de noticias en Detroit, Estados Unidos, emitió un informe sobre una estafa de títulos en Karachi, Pakistán que había engañado a más de 30,000 personas y enfrentaba una demanda. El informe casi expuso a Axact, según el New York Times.

El problema de los falsos títulos de Pakistán

Aunque es de público conocimiento en Pakistán que las credenciales académicas se pueden comprar y vender a través de terceros que no tienen afiliación con las universidades, ninguna empresa fue nunca hecha responsable específicamente.

Numerosos políticos y celebridades han sido descubiertos en posesión de grados falsos de maestrías y doctorados. En 2006, se descubrió que el hoy exministro de Asuntos Religiosos, Amir Liaqat, presentó un título falso emitido por la Trinity College and University of Spain al presentar formularios de nominación para las elecciones. Aunque se reveló que el diploma era falso, nunca se reveló la fuente del documento. El instituto superior de Liaquat no está en la lista de sitios vinculados a Axact que presentó el NYT, pero su sitio web es sospechoso.

And this degree from the Scotland University goes to you...

«Y este grado de la Universidad de Escocia es para».

En 2010, en medio de renuncias forzadas de parlamentarios originadas en el uso de grados falsos, el entonces miinstro de Gobierno de Baluchistán. Nawab Aslam Raisani, dio declaraciones poco afortunadas a los medios y dijo que «un grado es un grado, auténtico o falso«. La declaración quedó captada en video y rápidamente se hizo viral.

La investigación Axact

Mucha de la información dada a conocer por el New York Times vino de antiguos trabajadores de Axact que hablaron con Walsh con la condición del anonimato. Los extrabajadores dijeron que, en un caso, la empresa ganó $600,000 de solamente 22 clientes. Otro extrabajador, Kasim Osmani, confirmó en una publicación del blog en Pak Tea House que Axact está involucrada en la venta de títulos falsos:

Axact appears to be ‘world’s leading IT company’ as its slogan reads; however, most of its office floors are occupied with agents who operate in Middle East region luring Arab/international people with certified US degrees solely on basis of their professional experience. These degrees range from Bachelors, Masters, and PhD (Axact takes pains to prepare thesis for you as well, if you don’t have enough time or skills!).

Axact aparenta ser la ‘empresa líder de tecnologías de la información del mundo’ como dice su lema. Sin embargo, la mayor parte de las superficies de sus oficinas están ocupadas con agentes que operan la región de Medio Oriente donde atraen a personas árabes e internacionales con grados estadounidenses certificados basados solamente en su experiencia profesional. Estos grados van de bachilleres, másters y doctores (Axact también se toma el trabajo de preparar tesis para ti, ¡si no tienes suficiente tiempo o capacidad!).

La próxima gran red de medios de Pakistán

Axact también está detrás del «mayor grupo de medios» en Pakistan, la red BOL, que ni siquiera está al aire todavía. La red ha reclutado a muchos presentadores estrella y periodistas en los dos últimos años y ha estremecido la industria local de medios pagando a sus trabajadores su salario a tiempo y brindando beneficios «al estilo de Silicon Valley».

La Agencia Federal de Investigación de Pakistán está investigando el escándalo de los grados y ha clausurado dos oficinas de Axact en Rawalpindi y Karachi. Los medios locales han informado que por lo menos 32 trabajadores, incluidos ejecutivos, también fueron arrestados sin una orden.

El ataque de Axact contra Declan Walsh

En su respuesta pública al New York Times, Axact atacó al reportero detrás de la investigación, que fue expulsado de Pakistán en 2013 después de que informara de los abusos cometidos por funcionarios de seguridad en Baluchistán:

The story is authored by some reporter Declan Walsh of NYT who was expelled from Pakistan as Persona non-grata by Pakistan Interior Ministry allegedly due to his involvement in damaging Pakistan’s national interests. .. Several other organizations have also written about him as well as failure of NYT to deliver credible news (click here to read more). This reporter has worked and devised a one-sided story without taking any input from the company.

La historia fue escrita por cierto reportero llamado Declan Walsh del NYT que fue expulsado de Pakistán como persona no grata por el Ministerio del Interior de Pakistán supuestamente debido a su participación en dañar los intereses nacionales de Pakistán… Varias otras organizaciones también han escrito sobre él así como el fracaso del NYT en publicar noticias creíbles (hacer clic acá para leer más). Este reportero ha trabajado y trazado una historia unilateral sin tomar ningún aporte de la empresa.

Pero Declan Walsh dice que eso no es cierto:

Mi error – los buscó incluso antes.
————
Pedido inicial de entrevista el 11 de mayo. Preguntas detalladas el 14 de mayo. Publicación 3am hora de Pakistán el 18 de mayo.

Khabaristan Times, periódico satírico, decidió llevar las acusaciones absurdas de Axact al siguiente nivel:

Walsh does not live in Pakistan any more. He was sent away for trying to prove that extremists not RAW [India's spy agency] was behind different attacks. We at Axact believe that RAW is indeed behind destabilisation in Pakistan so any person bearing semblance in name or face to Walsh has to be deemed ‘some reporter’.

Walsh ya no vive en Pakistán. Lo echaron por tratar de probar que los extremistas y no RAW [agencia de inteligencia de India] estaba detrás de diferentes ataques. En Axact creemos ciertamente que RAW está detrás de la desestabilización en Pakistán para que cualquiera que se parezca de cara o nombre a Walsh tenga que ser considerado ‘cierto reportero’.

Declan Walsh is maligned on social media for doing an investigative report about a Pakistan media organisation Axact

A Declan Walsh lo están calumniando en medios sociales por hacer un informe de investigación sobre Axact, una organización de medios paquistaní.

Malik Siraj Akbar, periodista paquistaní exiliado y analista del sur de Asia, escribe que Axact no está mostrando un comportamiento profesional apropiado emprendiendo ataques personales contra un reportero en lugar de centrarse en los contenidos del informe del New Yortk Times:

An independent news media is essential for Pakistan's democracy but it is also more important to be transparent about the sources of funding for news organizations. In the first place, journalists should not work for a media organization that makes money through illegal means. Shady money is very likely to cause disruption and police raids on media organizations. That's the worst thing any journalist would want to encounter while working on a story.

Un medio de noticias independiente es esencial para la democracia de Pakistán, pero también es más importante ser transparente acerca de las fuentes de financiamiento de las organizaciones de medios. En primer lugar, los periodistas no deberían trabajar para una organización de medios que gana dinero por medios ilegales. Es muy probable que el dinero oscuro cause alteración e incursiones policiales en las organizaciones de medios. Eso es lo peor con lo que un periodista quiere encontrarse mientras trabaja en una historia.

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