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Rapera afgana escapó a un matrimonio adolescente cantando al respecto

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Medio Oriente y Norte de África, Norteamérica, Afganistán, Estados Unidos, Irán, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Mujer y género, Música
Afghan rapper Sonita Alizadeh narrowly escaped a forced marriage at 14 by writing the song "Brides for Sale." She recently visited West Oakland, California, and was surprised that the US, like Iran and Afghanistan, has poor neighborhoods and homeless people.   Credit: Shuka Kalantari. Published with PRI's permission.

La rapera afgana, Sonita Alizadeh, escapó por poco de un matrimonio forzado a los 14, escribiendo la canción  «Novias en venta». Ella visitó recientemente West Oakland, California, y se sorprendió de que EEUU, como Irán y Afganistán, tuviese vecindarios pobres y personas sin hogar. Crédito de la foto: Shuka Kalantari. Publicado con el permiso del PRI.

Este artículo e informe de radio de Shuka Kalantari [1] para El Mundo [2] originalmente apareció en PRI.org [3] el 12 de mayo, 2015, y se publica aquí como parte de un acuerdo para compartir contenidos.

Conocí a Sonita Alizadeh cuando ella volaba a la ciudad para actuar en su primer concierto en EE. UU. Estuvimos dando un paseo cuando de repente se paró y miró fijamente a un hombre que jugaba con sus dos hijas.

“Aquí en Estados Unidos un padre reserva suficiente tiempo para llevar a sus hijas al parque», dijo ella. “De donde yo vengo, tú no ves eso.”

Sonita proviene de Afganistán. Tiene 18 años, el pelo largo negro y una contextura pequeña. Si las cosas hubiesen ido de acuerdo al plan de sus padres, ella habría estado casada ahora. «A veces pienso en el hecho de que podría ser madre en este momento – con unos cuantos niños. No es un pensamiento que me guste.

Sonita creció en Teherán, ciudad capital de Irán. Su familia huyó de Afganistán cuando ella tenía 8 años a causa de la guerra. Encontró una organización sin fines de lucro que enseñaba a niños afganos indocumentados. Allí ella aprendió karate, fotografía, guitarra, y empezó a cantar y a rapear.

Su música consiguió reconocimiento rápidamente. Sonita conoció a un director iraní que la ayudó a pulir su estilo y a hacer vídeos musicales, y que le llevaron a unos cuantos premios. Todo era perfecto. Hasta que no lo fue. «Un día, mi madre me dijo, «Tienes que volver a Afganistán conmigo. Hay un hombre allí que quiere casarse contigo. Tu hermano está comprometido y necesitamos el dinero de tu dote para pagar su boda.»

Sonita estaba desolada. Por eso escribió la canción «Novias en venta.» La canción empieza “Permíteme susurrar, así, nadie escucha que hablo de vender niñas. Mi voz no se debería escuchar ya que está en contra de la Sharia. Las mujeres deben permanecer en silencio… esta es nuestra tradición.»

El vídeo muestra a Sonita llevando puesto un vestido de novia  — con un código de barras en su frente. Su cara está golpeada. Ella le ruega a su familia que no la venda.

Sonita estaba preocupada por lo que sus padres pensarían sobre el vídeo  — pero en realidad les encantó  — y además le dijeron que ella no tenía que casarse.

“Significa mucho para mí que mi familia fuese en contra de nuestra tradición por mí. Ahora estoy en algún lugar que nunca me imaginé que podría estar.”

El interés en torno a la música de Sonita le consiguió una beca completa para una academia de artes en Utah, y que la llevó al concierto aquí en el área de la bahía de San Francisco. Pero antes del espectáculo, Sonita necesita ensayar. Entramos en el coche y condujimos hasta las proximidades de West Oakland.

Sonita was shocked by this neighborhood in West Oakland. "Are you telling me in America there are places where you can’t walk alone at night?" she asked. Credit: Shuka Kalantari. Published with PRI's permission

Sonita se sorprendió de este vecindario in West Oakland. «¿Me estás diciendo que en Estados Unidos hay lugares donde no puedes caminar sola por la noche?» preguntó ella. Crédito de la foto: Shuka Kalantari. Publicado con el permiso del PRI.

El estudio de ensayo está en un vecindario cubierto de graffiti. Ambos lados de la calle están rodeados de personas sin hogar. Sonita se conmocionó — porque ésto le recordó a su hogar.

“Yo crecí en un vecindario donde todo el mundo era pobre y las casas estaban muy deterioradas,» dijo Sonita. «Yo no podía salir fuera por las noches porque era realmente peligroso. ¿Me estás diciendo que en Estados Unidos hay lugares donde no puedes caminar sola por la noche, también?  Entonces, ¿dónde más puede una persona encontrar refugio?”

No mucho tiempo después del concierto, Sonita leyó sobre una mujer llamada Farkhondeh que fue apedreada y golpeada hasta la muerte en Afganistán por presuntamente quemar un Corán. Sonita tenía el corazón destrozado. Así que ella hizo lo que mejor sabe hacer: escribió una canción sobre ello.

“La música rap te permite contar tu historia a otras personas. La música rap es una plataforma para compartir las palabras que están en mi corazón.”

Y a veces la música rap es una forma de expresar una tristeza, una rabia, que a las mujeres afganas se les dice que se supone no tienen que mostrar. Aunque Sonita ahora vive a más de 11.000 kilómetros de distancia de su casa, ella dice que siempre va a cantar sobre lo que está más cerca de su corazón: La gente de Afganistán.