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Los aficionados al fútbol ven en la dimisión del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, una oportunidad para el cambio

Categorías: Deportes, Economía y negocios, Medios ciudadanos
Joseph Blatter speaking about the 2014 World Cup. Image: Agencia Brasil

Joseph Blatter habla del Mundial del 2014. Imagen: Agencia Brasil [1]. Creative Commons Attribution 3.0 Brazil License

El 29 de mayo Joseph Blatter celebraba su quinta reelección como presidente de la FIFA. Dos días antes, 14 funcionarios de la FIFA habían sido arrestados en Zurich, Suiza, por blanqueo de capitales, soborno y evasión fiscal en una operación liderada por EE.UU., pero Blatter era «el hombre que nunca abandonaría [2]», como destacó The Economist.

Tras derrotar a su rival, el príncipe Ali bin al-Hussein de Jordania (133 votos frente a 73 [3]), Blatter se autoproclamó «presidente de todos» y declaró en una entrevista [4] que nunca dejaría el cargo porque «eso significaría reconocer haberlo hecho mal».

Cuatro días después (2 de junio) decidía dejar su asiento.

El anuncio pilló desprevenido al mundo del deporte. El administrador suizo del fútbol ha sido presidente durante 17 años. En su discurso [5], el propio Blatter declaraba que la motivación que le había llevado a tomar esa decisión era su «gran preocupación por la FIFA y por sus intereses, los cuales velo con mucho cariño».

Mientras tanto, algunos periódicos hablaban de «un gran día para el fútbol [6]». Exfutbolistas como el portugués Luis Figo (quien puede que tenga la oportunidad de tomar el relevo de Blatter) y el inglés Gary Lineker expresaron su opinión en Twitter:

Blatter ha dimitido. No me lo puedo creer. La FIFA siempre había aparentado ser una organización muy honrada.

El cambio está llegando. Busquemos la solución para empezar una nueva era de transparencia y democracia en la FIFA.

En Brasil, el campeón del mundo y actual congresista Romário Faria consideró el anuncio de Blatter como «la mejor noticia en mucho tiempo» y el inicio de una «nueva era para el fútbol a nivel global». El jugador, quien puso en marcha una investigación sobre la Confederación Brasileña de Fútbol a raíz de las detenciones de la semana pasada, escribió en su página de Facebook [10]:

A saída de Battler abre uma enorme lacuna, é hora de darmos as mãos. Agora sim, podemos dizer que abrimos caminho para uma mudança efetiva no futebol mundial. Nas últimas décadas, a FIFA se transformou apenas em uma máquina de ganhar dinheiro. Interesse que ficou acima da missão do futebol de unir os povos, derrubar barreiras sociais, despertar paixões. É hora de retomarmos essa missão social.

La salida de Blatter abre una gran grieta, es hora de darnos la mano. Ahora podemos decir que hemos allanado el camino para un cambio efectivo en el fútbol a nivel mundial. En las últimas décadas, la FIFA se ha transformado en una máquina de hacer dinero. La codicia ha prevalecido por encima de la misión del fútbol de unir a la gente, eliminar barreras sociales y levantar pasiones. Es hora de reanudar esta misión social.

La pelota con Blatter

Justo la noche después del anuncio, el humorista británico John Oliver dedicó una parte de su programa de televisión en EE. UU. Last Week Tonight a las detenciones en la FIFA. Después de retar a los patrocinadores oficiales de la organización a que quitaran del cargo a Joseph Blatter, dijo:

The problem is all the arrests in the world will change nothing as long as Blatter is still there, because to truly kill a snake you must cut off its head.

El problema es que por muchas detenciones que hagan en todo el mundo no cambiará nada mientras Blatter esté ahí, ya que para matar realmente a una serpiente tienes que cortarle la cabeza.

Tal y como publicó The Guardian [11], cuando Blatter se unió a la FIFA en 1975, la institución:

[…] had just 12 employees, he created the model of kickbacks, patronage and pork barrel politics over a period in which Fifa’s revenues have soared – and turned a blind eye to the staggering greed among those afforded a piece of it.

tenía solo 12 trabajadores, él creó el modelo de sobornos, patrocinios y amiguismo político durante un periodo en el que los ingresos de la FIFA se habían disparado – e hizo la vista gorda ante la impactante codicia de aquellos que podían permitirse un fragmento de la organización.

Tras su elección como presidente por primera vez en 1998, combinada con una experiencia de 23 años trabajando para la federación, Blatter llegó para ampliar las actividades de la FIFA, incluyendo campeonatos millonarios para Fútbol Sala y Fútbol Playa en su «portafolio [12]». Reinó entre tormentas [13] y estableció de un modo incesante la ‘manera de gobernar de Blatter’ hasta el último escándalo. Andrew Jennings, el periodista de investigación que escribió los tres libros que desvelaban los secretos de la FIFA y que entregó los documentos que ayudaron en la investigación del FBI [14], definió el sistema liderado por Blatter como una «familia del crimen organizado [15]». Por tanto, que Blatter dimita no significa que rompa su vínculo con la FIFA. De hecho, en su discurso de renuncia [16] (tras explicar que se iba porque «no había sido elegido por parte de todo el mundo del fútbol: aficionados, jugadores, equipos, gente que vive, respira y adora el fútbol») pareció lanzar una cruzada para limpiar el alma de su querida organización:

Since I shall not be a candidate, and am therefore now free from the constraints that elections inevitably impose, I shall be able to focus on driving far-reaching, fundamental reforms that transcend our previous efforts. For years, we have worked hard to put in place administrative reforms, but it is plain to me that while these must continue, they are not enough.

Ya que no seré candidato, y por consiguiente estoy libre de las limitaciones que inevitablemente imponen las elecciones, podré centrarme en impulsar medidas fundamentales y profundas que están más allá de nuestros esfuerzos anteriores. Durante años hemos trabajado duro para llevar a cabo mejoras administrativas, pero tengo claro que si bien estas deben continuar no son suficiente.

Algo para lo que estaba supuestamente incapacitado durante las últimas décadas.

Lo que vendrá ahora

En su anuncio, Blatter también declaró que iba a pedir un comité ejecutivo extraordinario para que votara a su sucesor, ya que el próximo congreso ordinario está programado [16]para mayo de 2016. Se espera que haya elecciones [18]entre diciembre y marzo. Hasta entonces, Blatter continuará en el trono. Las apuestas sobre quién será el sucesor favorecen al ex-futbolista galo Michel Platini, actual presidente de la UEFA, seguido por el príncipe Ali bin Al-Hussein (el candidato al que Blatter derrotó la semana pasada) y Luis Figo (quien dejó su cargo hace unas semanas antes del congreso de la FIFA de la pasada semana).

El presidente de la UEFA, Michel Platini, tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo presidente de la FIFA.

Aunque puede que haya sorpresas en el camino. La noche del martes, el exfutbolista brasileño Zico (también exentrenador de Japón e Irak) también mostró [21]su interés en la dirección. Según las reglas de la FIFA, todo aquel que haya trabajado para el fútbol durante al menos cinco años y tenga el apoyo de 5 de las 209 federaciones nacionales puede presentar su candidatura.

Tendrán que plantearse muchas preguntas en los próximos meses. Tal y como señala la progresista página web de noticias de EE. UU. Think Progress [22]:

The most pertinent question might be what happens in Qatar. Last week, Burrow called for an “immediate re-run of the votes” for the 2022 World Cup in the wake of the corruption allegations. The Qatari bid has long been the subject of criticism amid corruption allegations and major human rights concerns, from the country’s treatment of LGBT people to working conditions that could claim the lives of an estimated 4,000 workers before the World Cup there even kicks off.

Puede que la pregunta más pertinente sea qué sucede con Qatar. La semana pasada, Bullow pidió «un nuevo e inmediato recuento de los votos» del Mundial 2022 tras las recientes acusaciones de corrupción. La candidatura qatarí ha sido desde hace tiempo objetivo de críticas, entre acusaciones de corrupción y asuntos de derechos humanos, desde el trato del país a la comunidad LGBT hasta las condiciones laborales que podrían provocar la muerte de 4.000 trabajadores antes incluso de que dé comienzo el Mundial.

La principal pregunta es, sin embargo, si la salida de Blatter será suficiente para cambiar el sistema deteriorado que daba pie a delitos. El Open Data Institute sugiere [23]que la transparencia es la única vía:

It could show a detailed breakdown of outgoings, which totalled around $5.4bn between 2011 – 2014. These could include the operational costs associated with the World Cup and other tournaments, the payments it makes to member associations and confederations, and the costs of maintaining committees and congress. Access to this type of open data would enable citizens throughout the 209 nations Fifa represents to understand the financial decisions it makes and hold its leaders to account.

Podría mostrar un detallado sistema de gastos, que ascienden a unos 5.400 millones de dólares entre 2011 y 2014. Estos podrían incluir costes operativos asociados con el Mundial y otros torneos, los pagos a asociaciones miembro y a confederaciones, y los costes de mantenimiento de comités y congresos. El acceso a este tipo de datos permitiría a los ciudadanos de las 209 naciones representadas en la FIFA conocer las decisiones financieras de esta y hacer que los líderes dieran cuenta de ello.