Un niño de familia «antivacunas», en estado crítico por difteria en España

Antitoxina diftérica de 1895. Imagen de dominio público en Wikimedia Commons

Antitoxina diftérica de 1895. Imagen de dominio público en Wikimedia Commons

Un niño de 6 años natural de Olot (Gerona) se encuentra ingresado en estado crítico en el hospital barcelonés de Vall d'Hebrón después de que se le diagnosticara difteria, una enfermedad que se creía erradicada en España desde 1987. El pequeño está siendo tratado con antitoxina llegada de Francia y Rusia, ya que en España no existía tratamiento.

El caso ha despertado gran interés y una considerable indignación en el país al saberse que el niño no estaba vacunado, ya que los padres están en contra de la vacunación. Esta tendencia «antivacunas» se originó a raíz de la publicación en 1998 de un artículo de Andrew Wakefield en la prestigiosa revista científica The Lancet, en el que relacionaba la administración de la vacuna triple vírica con la aparición del autismo. Años después se comprobó que los datos en los que se basaban las conclusiones del artículo habían sido manipulados, lo que causó que en 2010 un tribunal médico revocara la licencia de Wakefield para ejercer la medicina.

Desgraciadamente, el embuste ya estaba muy extendido, lo que provocó que los partidarios de las tesis antivacunas culparan a la industria farmacéutica de conspirar para eliminar profesionalmente a Wakefield –adalid para ellos de una supuesta lucha contra la avaricia de estas empresas– con el fin de seguir sometiendo a la humanidad a inmunizaciones innecesarias para lucrarse.

Los expertos han aprovechado la ocasión para romper una lanza en favor de las vacunas, que en España protegen al 90% de la población. Hay que señalar que los recortes que ha sufrido la sanidad española con la crisis no han afectado a la vacunación infantil, de la que puede beneficiarse cualquier niño que lo solicite, sea cual sea su situación legal en el país. Según la web Hipertextual:

Estas cifras avalan el también conocido como efecto rebaño. Según Vicente Baos, «si la mayoría de la población está vacunada, el niño no vacunado tiene pocas probabilidades de entrar en contacto con el virus o bacteria causante y por eso se libran de la enfermedad». La elevada cobertura vacunal en España, que debe considerarse como positiva, es utilizada por los movimientos antivacunas como garantía de que, a pesar de su irresponsabilidad y egoísmo, no tiene por qué ocurrir nada.

La pediatra Amalia Arce, en su blog «Diario de una mamá pediatra», dice:

Que la noticia salga muchas veces en esos mismos medios que a veces dan alas a los colectivos antivacunas haciéndoles protagonistas de sus programas o de sus reportajes. No vacunar mata y es un drama en salud pública. (…)

La siguiente enfermedad es la polio. Tiempo al tiempo.

El pediatra Sanjeev K. Sriram hablaba así de los antivacunas en febrero, a raíz de un brote de sarampión ocurrido en California:

Los anti-vacunas son la mayoría cínicos (…) Los cínicos no están movidos por la curiosidad, sino por una fea mezcla de ignorancia y arrogancia. Después de rebuscar pseudociencia en internet, los anti-vacunas han decidido que su desprecio por las normas de salud pública y su desconfianza hacia la medicina moderna en cierto modo les convierte en mejor «informados».

En España, la noticia ha causado estupor e indignación, y ha reavivado el debate a favor y en contra de las vacunas. Los portales de noticias y las redes sociales han sido la plataforma que muchos han utilizado para volcar su enfado con unos padres que la mayoría consideran irresponsables. Numerosos internautas piden que la vacunación se haga obligatoria, que se exija que los padres se hagan cargo de los gastos médicos, e incluso que se les castigue si el niño muere.

En Twitter, la polémica sigue acalorada:

tuitLas webs que han publicado las noticias también han recibido multitud de comentarios criticando la decisión de los padres antivacunas, culpándolos de poner en peligro a toda la sociedad. Buford1974 escribió este sarcástico comentario en vozpópuli:

Quiero felicitar a los padres por conseguir que su niño no haya participado en el sucio negocio de las farmaceúticas y evitar que su hijo corra un riesgo inexistente de padecer autismo por vacunarse.

Enhorabuena. Lástima que vuestro hijo tenga que padecer vuestra supina estupidez.

Urtain comentó en 20minutos:

Claro que hay que vacunar. Solo hace falta ver las estadisticas para ver que la vacunacion es efectiva. Se ha erradicado muchas emfermedades. Pero hoy en dia cn Internet se van creando mitos como que las vacunas son malas, (…) etc. Parece que se fian mas de lo que un dice un pirado en internet que a los medicos.

En el periodico, el usuario corviz dejó un comentario con un fuerte tufo a xenofobia:

Posiblemente los padres de este niño no sean de aqui sino inmigrantes que sus religión les prohibe estos tratamientos. A saber cuanto nos ha costado traer el tratamiento para este niño y quien lo pagara, pero lo más grave de todo es que ha puesto en riego la vida de otras muchas personas.

Aunque pocos, algunos internautas han defendido a los padres culpando a la industria farmacéutica de mala praxis, como mikij1 en xataka:

Yo no soy antivacunas pero si pienso que lo último que quieren las farmacéuticas es gente sana. Si pueden aprovechar y además de curarte el sarampión consiguen que dentro de 10 años tengas alergias (antihistamínicos), asma (inhaladores), diabetes (insulina), etc… pues mejor para ellas ¿no?

A lo que allfreedo contestó:

Y aquí tenemos un magnifico ejemplo de conspiranoia. En el momento que piensas que las farmaceuticas te quieren enfermo, ya da igual cuantos estudios te presenten demostrando lo contrario, siempre vas a pensar que esos estudios están pagados por las farmaceuticas.

En el periodico, syago1_60829 apuntó una drástica solución:

Pues esa gente tienen derecho a pensar asi pero no a arriesgar la salud de otras personas, o sea que no tengan hijos y problema solucionado

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