#NiUnaMenos: Un reclamo, muchas lecturas en las redes sociales

Manifestantes gritan slogans mientras se unen a las cientos de personas que se reunieron en Buenos Aires para protestar contra los altos números de violencia contra las mujeres. La campaña #NiUnaMenos comenzó en mayo. Fotografía  de Javier Coltrane, copyright ©  Demotix (03/06/2015(

Manifestantes gritan consignas mientras se unen a las cientos de personas que se reunieron en Buenos Aires para protestar contra los altos números de casos de violencia contra las mujeres. La campaña #NiUnaMenos comenzó como una protesta popular en mayo. Fotografía de Javier Coltrane, copyright © Demotix (03/06/2015)

En los últimos años, la violencia contra las mujeres en su peor forma, el feminicidio, se volvió más visible y tangible que nunca en las cercanías del Río de la Plata. Decenas de mujeres asesinadas en el transcurso de los últimos meses se volvieron una noticia jugosa para los medios de comunicación argentinos y despertaron la indignación pública, especialmente en el seno de la clase media argentina, que decidió embarcarse en la campaña #NiUnaMenos y mostró formas altamentente creativas de hacer un llamado a darle solución a este problema en las redes sociales:

De esta manera, la demanda por el cese de los feminicidios y la violencia contra las mujeres se popularizó más que nunca, e incluyó numerosas tendencias que unieron protestas digitales con acciones de calle, algo que se plasmó en la marcha del 3 de junio:

La marcha bajo la consigna #NiUnaMenos congregó a mujeres y varones de todo el país, provenientes de las orientaciones políticas más diversas, lo cual no es poco, sobre todo, en el contexto de un país altamente polarizado políticamente:

Tanto partidos de izquierda, conservadores y de centro se sumaron a la marcha:

Además, la marcha contó con el apoyo y la participación de manifestantes y organizaciones de varones que se encargaron de dejar en claro que la violencia contra las mujeres no les concierne solo a ellas:

Sin embargo, algunos sectores más conservadores prefirieron mantenerse al margen de la marcha, por negarse a marchar conjuntamente con agrupaciones que alzaron paralelamente sus banderas por la despenalización del aborto:

Además, muchos se negaron a admitir las especificidades de género que la violencia adopta en Argentina, o bien no quisieron limitarse a protestar solo contra ella, por lo que reemplazaron la consigna #NiUnaMenos por la etiqueta #NiUnaPersonaMenos, haciendo énfasis en la inseguridad que vive el país:

Por su parte, la Jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, la figura que concentra la polarización del país, desatando amores y odios, se expresó apoyando el reclamo y denunciando, paralelamente, la cosificación de la mujer en los medios de comunicación argentinos:

Asimismo, la afirmación de una definición amplia del concepto violencia de género y la discusión de la limitación del debate a la visibilidad de los feminicidios ocurridos se hicieron oír las redes sociales durante las últimas semanas:

De la misma manera, algunos destacaron la hipocresía de muchos de los nuevos abanderados y defensoras de la causa, quienes en sus prácticas y discursos cotidianos continúan reproduciendo estructuras sociales misóginas:

También, desde el género de la caricatura, se reflejó con ironía la paradójica conducta de algunas de las participantes de la marcha, víctimas de formas más sutiles de violencia de género:

Otros se mostraron más críticos al respecto y denunciaron la hipocresía de algunas personalidades mediáticas y políticas. De acuerdo con las redes, estas personas que actualmente se jactan de luchar contra la violencia de género y que se han adherido públicamente a la campaña, llevan consigo una historia reciente de agresión y cosificasión de las mujeres. Del mismo modo, se criticó a quienes también han justificado distintos modos de violencia y a los que no invertirtieron lo suficiente en programas destinados a combatir este flagelo:

Pese a los diferentes reclamos y a las incompatibilidades que existen entre ellos, como así también, a los diferentes grupos políticos con ideologías irreconciliables, por primera vez en mucho tiempo, la violencia de género se volvió el tema de tapa de la agenda política, mediática y social argentina.

¿Podría ser esto una razón de esperanza para quienes quisieran que esta campaña no se limite a una catarsis social pasajera?

Aparentemente, en el presente inmediato algo cambió. La actitud hacia la violencia verbal y el acoso callejero en la forma de «piropos» parece empezar a ser cuestionada. Al menos así lo refleja una contribución en Twitter de La Gente Anda Diciendo, una popular iniciativa argentina en línea, destinada a recopilar conversaciones callejeras que los usuarios oyen al pasar en la calle:

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