- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Universidad alemana en línea se propone llevar educación superior a refugiados

Categorías: Ciencia, Educación, Ideas, Medios ciudadanos, Refugiados
“He who opens a school door, closes a prison.” Banner of Wings University. [1]

“Quien abre la puerta de un colegio, cierra una prisión”. Cartel en la Universidad Wings.

Fundada en diciembre de 2014 por el estudiante Markus Kreßler [2], que vive en Berlín, la Universidad Wings [3] es una escuela en línea sin fines de lucro que atrae a refugiados que desean continuar o empezar su educación superior. Según el sitio web de la organización, ofrece:

World-class higher education. Internationally accredited degrees. For everyone, everywhere. Regardless of gender, nationality, ethnicity, religion, age, financial or social status. But tailor-made for the needs and requirements of refugees worldwide.

Educación superior de primera categoría. Grados con acreditación internacional. Para todos, en todas partes. Independientemente del género, nacionalidad, etnia, religión, edad, condición financiera o social. Pero hecha a la medida para las necesidades y requerimientos de los refugiados en todo el mundo.

Los estudiantes pueden matricularse en las clases sin prueba de identidad [4], y las clases son completamente gratis. La única vez que un estudiante debe confirmar su identidad con la universidad es en la graduación, para poder recibir un diploma formal. Hasta que la Universidad Wings adquiera condición oficial como universidad, los grados serán proporcionados por instituciones asociadas [5].

Todos los cursos se dictan en inglés y por lo tanto pueden ofrecerse a nivel mundial a un cuerpo estudiantil que hable inglés. En cooperación con universidades asociadas, incluidos varios facultades de primer nivel [5], los profesores que participan diseñan los cursos.

A partir del próximo otoño septentrional [6], la Universidad Wings ofrecerá cursos de ingeniería, economía y ciencias de la computación. Las opciones se basan en una encuesta [7] realizada a 617 personas, de las cuales el 80 por ciento se identificada como refugiados. Se pregunta sobre grados universitarios previos, trabajo del curso y sus programas de estudio preferidos.

A pesar de su enfoque global, la organización de Kreßler está fuertemente enraizada en Alemania, donde la institución trabaja para revertir una tendencia donde los refugiados a menudo tienen dificultades [8] en programas de educación para adultos:

Go out on the streets, talk to people living in refuge, their goals, their former studies and visions. You will be surprised how many of them started studying programs like engineering, almost finished their degrees but do not have the opportunity to continue at universities today.

Sal a la calle, habla con la gente que vive como refugiada, de sus objetivos, sus anteriores estudios y opiniones, Te sorprenderá cuántos empezaron a estudiar programas como ingeniería, y casi terminaron sus grados, pero hoy ya no tienen la oportunidad de continuar en universidades.

Según leyes federales sobre educación superior y la mayoría de las regulaciones para colegios, a los refugiados se les permite matricularse en un programa de estudio, pero solamente con el consentimiento de la oficina local de registro de extranjeros, lo que puede generar obstáculos legales [9] para estudiantes refugiados. Antes de inscribirse, los estudiantes deben demostrar la validez de su calificación de ingreso a la universidad [10], que requiere documentos que los refugiados a menudo no tienen.

Debido a regulaciones durante el examen de una solicitud de asilo, los refugiados a menudos deben cambiar de domicilio varias veces y normalmente se alojan en lugares distantes, lo que hace que para estas personas sea muy difícil acceder a un lugar permanente de estudios. Los refugiados en Alemania también enfrentan gran incertidumbre sobre la duración de su estadía, por no mencionar las barreras del idioma.

A diferencia de los refugiados que han completado sus procedimiento de asilo y adquirido condición protegida, otros refugiados no pueden solicitar subsidios federales u otro apoyo estatal, a menos que hayan estado en el país más de cuatro años. No es de sorprender que la encuesta de la Universidad Wings [7] mostrara que más de la mitad de los encuestados no pudieron asistir a una universidad por no tener suficientes recursos financieros.

Lo único que necesitan los estudiantes de la Universidad Wings son acceso de internet, una laptop y tiempo y espacio para estudiar. Está por verse si un modelo educativo como este puede tener éxito con un cuerpo estudiantil que trabaja remotamente en circunstancias de distanciamiento.

Ya sea que este nuevo experimento tenga éxito o no, los modelos alternativos de educación en países inmigrantes no son reemplazo para un sistema escolar que funcione en el hogar de los refugiados, ni son mejores mecanismos para garantizar la graduación e integración en redes universitarias internacionales.