Cables muestran a Arabia Saudita preocupada por la cobertura del levantamiento bahreiní del 2011

Bahraini anti-government protesters protesting and camping at Lulu roundabout in the middle of Manama, the country's capital, calling for changes to the ruling regime. Manama, Bahrain. 25/02/2011. Photo by HI D. Copyright Demotix

Manifestantes antigubernamentales protestando y acampando en la rotonda de Lulu (Perla) en medio de Manama, la capital del país, pidiendo una reforma política. Manama, Bahrain. 25/02/2011. Foto de HI D. Copyright Demotix.

El medio millón de documentos filtrados, denominados los Cables sauditas, ofrecen una nueva visión sobre la obsesión de Arabia Saudita con la cobertura mediática de la revuelta bahreiní de 2011 y el papel que jugó creando propaganda.

No es un secreto de estado que los reinos vecinos están relacionados. El gobierno saudita mandó a las Fuerzas del Escudo de la Península a aplastar el movimiento antigubernamental que se extendía por Bahréin, y cuyos protestantes reclamaban reformas democráticas y otras libertades.

Cuando introduces la palabra “Bahréin” en el buscador de la página web de denuncias WikiLeaks, aparecen 145 documentos en inglés y 790 en árabe, por ahora.

malarab

Telegrama del Ministerio de Exteriores saudita muestra que el corresponsal del canal Arabiya en Bahréin mantiene informados a funcionarios de las entrevistas que lleva a cabo con funcionarios gubernamentales sobre la situación en Bahréin.

Un telegrama emitido por el Ministerio de Exteriores saudita, muestra que el corresponsal en Bahréin del canal Al Arabiya, Mohammad al-Arab, estaba en contacto con el ministerio, para mantenerlos informados de las entrevistas que llevaba a cabo con algunos funcionarios gubernamentales sobre la situación en Bahréin.

Este corresponsal, realizó una entrevista con el presidente pakistaní en la que discutió la situación en Bahréin haciendo hincapié en el apoyo de su país a la postura del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) acerca de las revueltas de Bahréin, y en que él comparte la posición del rey saudita en lo referente a este tema. En el documento no queda claro que posición toma el presidente paquistaní.

En otro documento, el embajador saudita en Londres informó a su gobierno que el canal de la oposición bahreiní Lualua TV es financiado por los gobiernos de EE. UU. y el Reino Unido, tras haber sufrido problemas económicos.

Um Ahmed tuiteó una imagen del documento:

Lualua TV ha sido financiada con la condición de evitar críticas al rey de Bahréin.

En el documento también consta que la condición para su financiación era tornar las presiones al Rey Hamad a críticas para el Primer Ministro Khalifa ben Salman Al Khalifa, el tío del rey. EE. UU. y el Reino Unido son los principales aliados de Bahréin, y juegan un doble papel con la oposición de allí. Siendo Bahréin la casa de una base naval americana y futura casa de otra británica, no beneficia a ninguno de los dos países meterse con el rey. Por eso, para no dañar su imagen de demócratas ante la comunidad internacional, se pasa a criticar al primer ministro y así al menos parece que reflejan la creencia occidental sobre la verdadera democracia y las libertades.

Otro informe, clasificado como “Secreto y Urgente” firmado por el exministro de comunicación y tecnología de la información, Mohammad Jamal Mulla el 1 de junio de 2012, dice que el ministro saudita de la información tiene una reunión con el director de asuntos de la información de Bahréin para discutir sobre el canal de televisión iraní Al-Alam. El representante de Bahréin mencionó en la reunión, que presentaría una memoria ante la asamblea general de la Organización Árabe de Comunicaciones por Satélite (Arabsat), solicitando que finalice la emisión del canal con sede en Irán.

Arabsat

Un informe clasificado como «Secreto y Urgente» afirma que el ministro de la información saudita tuvo una reunión con el director de asuntos de la información de Bahréin para discutir sobre el canal de televisión estatal iraní Al-Alam.

El ministro saudita escribió que había presenciado la reunión, que tuvo lugar en Beirut el 26 del mayo de 2012, e informó que Arabia Saudita, al igual que otros estados miembros, apoyaban la petición de Bahréin. Arabsat, cuyas sedes se encuentran en la capital saudita, Riad, es el operador de satélites de comunicaciones líder en el mundo árabe. Por otra parte, Al-Alam, dedica su cobertura informativa al apoyo de la oposición de Bahréin contra el gobierno, por lo que el régimen afirmaba que instigó los disturbios y jugó un papel en la división sectaria.

Se establece también en el documento, que Bahréin solicitó al cuerpo ejecutivo de Arabsat que fuera más activo a la hora de monitorizar todos los canales y sus contenidos.

La petición de Bahréin no obtuvo respuesta. Un artículo, de Middle East Online publicado el día en que tenía lugar la asamblea general, dice que Bahréin dejará de transmitir sus canales en Arabsat a partir del 1 de junio, en un intento de boicotear su falta de acción en la “hostil” campaña mediática de Irán en contra del régimen.

Zein Benjamin, un periodista de Radio Sawa en Washington D.C., tuiteó un carta de dos páginas escrita y firmada por el ministro de cultura e información saudita, en la que decía que Bahréin se había convertido en el centro de las críticas mediáticas de los gobiernos bahreiní y saudita.

WikiLeaks Arabia Saudita: Bahréin se ha convertido en el trampolín para el abuso de los medios de comunicación: Oficina del Ministerio de la Información.

Hubo una mención específica al corresponsal de Reuters en Bahréin, Andrew Hammond, a quien el gobierno saudita afirmaba haber expulsado del país anteriormente, cuando se encontraba en Riad, por escribir unos supuestos artículos parcializados. El ministro continúa diciendo que Hammond se ha trasladado a Bahréin para continuar con su ataque contra ambos gobiernos, hasta el punto de ir más allá de informar usando su cuenta de Twitter para publicar “frases insultantes”.

En la carta dirigida al rey saudita, el ministro preguntaba si le estaba permitido encontrarse con el Director de Asuntos de la Información bahreiní, Fawwaz Al-Khalifa, para discutir sobre las políticas y estrategias colectivas en los medios de comunicación, con el fin de contrarrestar las campañas de los medios de comunicación extranjeros en el levantamiento.

Arabia Saudita no se detuvo aquí, sino que adoptó también la estrategia de impulsar noticias que enfatizaban el papel de Irán como rival regional, que interfería en los estados del Golfo, especialmente en Bahréin y Kuwait, así como en Irak. Esto constaba en otro documento, que establece que es necesario centrarse en contrarrestar a los medios de comunicación iraníes, aprovechando y apoyando los canales religiosos, sobre todo aquellos que defienden al movimiento Salafista Islámico. También se promovió el llevar predicadores a Irán para que difundieran su mensaje dentro del país.

salafist

Documento filtrado que muestra las intenciones de Arabia Saudita de combatir a los medios de comunicación iraníes aprovechando y apoyando programas religiosos.

Permanezcan atentos pues Global Voices destapará más documentos del archivo filtrado. Para actualizaciones específicas sobre Bahréin y noticias de los Cables sauditas, sigan nuestro Checkdesk ” #Cables sauditas: Wikileaks publica documentos secretos sobre asuntos bahreiníes.” Comprueben también  Checkdesk Global Voices, donde realizamos un seguimiento de las reacciones de los medios ciudadanos a los Cables sauditas.

Lea nuestro reportaje especial: WikiLeaks revela los Cables sauditas

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