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Critican a activistas de medios sociales de Hong Kong al aproximarse la votación de importante política electoral

Categorías: Hong Kong (China), Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, GV Advox
Hong Kong Central, January 2015. Photo by Ellery Biddle.

Central Hong Kong, Enero 2015. Foto de Ellery Biddle.

El limpio aspecto y el pacífico ritmo de actividad en el centro de Hong Kong contradicen el hecho de que apenas nueve meses atrás cientos de miles de manifestantes inundaron el centro de la ciudad [1], exigiendo derecho universal a votar. A pesar de las apariencias, las tensiones políticas y sociales aún permanecen altas.

Desde octubre, varios activistas de los medios sociales en Hong Kong han sido arrestados y acusados de violar los ciberderechos de la ciudad estado. Las detenciones han conducido a peritos judiciales locales a sospechar que las autoridades están abusando de las leyes del delito informático para suprimir el discurso político en línea.

Al menos nueve activistas han sido arrestados por sus publicaciones en línea. Todos fueron acusados a través del cuestionable código criminal Sección 161 que prohíbe «utilizar un ordenador con fines criminales o deshonestos» [2]. Tres de ellos han sido sentenciados a realizar servicios comunitarios o a pasar un tiempo en un centro de rehabilitación.

El 29 de mayo, Tam Tak-chi, líder de la coalición radical demócrata «Poder del Pueblo», fue arrestado por publicar un comentario [3] en Facebook en donde sugirió sarcásticamente colocar bombas caseras en el camino de la procesión fúnebre del conservador pro Beijing, Yeung Kowng [4].

Yeung fue líder de la revuelta anti colonial de Hong Kong en 1967 [5] cuando manifestantes pro-Beijing colocaron bombas falsas y verdaderas en la ciudad y prendieron fuego a un locutor hasta que murió, por haber criticado a los manifestantes durante un programa. Pese a su registro criminal, más tarde se le otorgó a Yeung la Gran Medalla Bauhinia [6], que emite el gobierno a aquel ciudadano que «ha contribuido de manera significativa al bienestar de Hong Kong». Entre los oradores en el funeral de Yeung estaba el Jefe Ejecutivo de Hong Kong CY Leung, quien lo elogió por su dedicación a la sociedad de Hong Kong.

En respuesta al discurso del Jefe Ejecutivo Leung, Tam escribió:

盒盒寫住『土製菠蘿,同胞勿近』的東西放在它靈車路上,是否很匹配呢?一打開,有嘢爆的,party禮炮……

Cajas con las siguientes palabras escritas «piñas caseras [eufemismo para bombas], aléjense, camaradas», colocadas en la carretera mientras pasa el coche fúnebre. ¿No es una buena coincidencia? [refiriéndose a la táctica de bombardeo de Yeung durante la revuelta de 1967] Cuando la abran ¡boom! Papel picado para la fiesta…

Poco después de eso arrestaron a Tam, pero fue liberado bajo fianza. Sus aliados creen que el arresto [7] fue una advertencia para que no participara en la vigilia en conmemoración de la masacre del 4 de junio de 1989 en la plaza de Tiananmén; o en ninguna actividad relacionada al inminente voto del Consejo Legislativo sobre reformas en el controvertido proceso electoral en Hong Kong, lo que desató protestas que alcanzaron su pico en setiembre.

Dos días antes de la detención de Tam, Barry Ma, presidente de un grupo de la localidad a favor de la independencia conocido como Jardín de Orquídea, fue arrestado por insinuar [8] en Facebook que la toda la familia de un columnista local de noticias «debería ser exterminada». En el habla local, esto también puedo ser interpretado como «debería irse al infierno». El columnista había defendido a las autoridades policiales de un escándalo que reveló que la policía habría forzado a un autista a confesar un homicidio culposo en donde se encontró un hombre al que mataron a golpes.

Mobile phones light up the crowd of pro-democracy protesters in Hong Kong on September 30, 2014. Photo by Flickr user Pasu Au Yeung. CC BY 2.0

Central Hong Kong, setiembre 2014. Foto del Flickr de Pasu Au Yeung. CC BY 2.0.

Los dos grupos aquí implicados son conocidos por sus perturbadoras tácticas y enfrentamientos con las autoridades. Tam Tak-chi fue una potencia importante en las protestas de Mong Kok [9], Hong Kong, y fue arrestado en el clímax de la manifestación. El Jardín de Orquídea de Barry Ma forma parte de un movimiento emergente local que ha organizado protestas en contra de viajantes del continente y funcionarios. Ambos grupos están muy en contra de la propuesta oficial de la reforma electoral, que debilitaría profundamente las intenciones del movimiento «Occupy Central». El Consejo Legislativo comenzó a deliberar sobre la política el 17 de junio.

Se puede acceder a información sobre estos arrestos y otros en la base de datos [10] del Informe de Transparencia de Hong Kong, un proyecto independiente de búsqueda presentado en junio de 2014 en la Universidad de Hong Kong.

Internet no es un «mundo sin ley»

Después de los arrestos, la policía hizo énfasis en muchas declaraciones [11] oficiales, en que el ambiente de Internet no es un mundo sin ley y que la mayoría de las leyes del mundo real también se aplican en línea. Los críticos argumentan que las autoridades están abusando de la ambigüedad de la Sección 161 del decreto de delitos de Hong Kong que penaliza «el uso de un ordenador con fines criminales o deshonestos» para poder contener los discursos de activistas políticos en Internet. La Sección 161 ha disminuido el umbral más a través de la acusación que de delitos sustanciales como la «asamblea ilegal», la intimidación criminal y ataques policiales.

El profesor de derecho de la Universidad de Hong Kong, Eric Cheung, fue citado [8] diciendo que si la policía creía que el caso de Barry Ma era intimidación criminal, entonces Ma debería ser acusado por por tal delito más que por la Sección 161:

Following the police’s logic, if a person expresses the same opinion as Ma’s orally rather than on the Internet, he probably won’t be arrested. That logic simply doesn’t make sense.

Siguiendo la lógica de la policía, si una persona expresa la misma opinión que Ma de manera verbal en vez de en Internet, probablemente no lo arresten. Básicamente, esa lógica no tiene sentido.

Por la estimación de Cheung, las autoridades están otorgando castigos más severos a individuos que cometan delitos de carácter digital. El caso de Tam Hiu-fung, un manifestante arrestado por la policía por incentivar [12] a la gente a ocupar Mong Kok el pasado octubre en el popular foro del sitio web local HK Golden. Tam fue acusado por «concurrencia ilícita» y por la Sección 161. En mayo de este año, los fiscales dieron de baja el primer cargo bajo la política de una sola infracción y Tam fue finalmente sentenciado a 100 horas de servicio comunitario solamente bajo la Sección 161.

La Sección 161 no se enfoca en el discurso sino en la conducta

Al rememorar el rol fundamental [13] del activismo de medios sociales en el movimiento Occupy Central del año pasado, no sorprende que la policía se haya puesto ansiosa por controlar las interacciones en línea. En setiembre y octubre, los manifestantes utilizaron las plataformas populares de medios sociales como Facebook, Whatsapp, Twitter e Instagram para comunicar y difundir información en tiempo real. Joshua Wong, activista a favor de la democracia y fundador del grupo de activismo estudiantil «Scholarism», enfatizó [14] recientemente la importancia de los medios sociales:

Without Facebook there would be no Occupy Central, without Facebook there would be no Joshua Wong.

Sin Facebook no habría Occupy Central, sin Facebook no habría Joshua Wong.

El 2 de junio en el comité de seguridad del Consejo Legislativo, los legisladores discutieron fuertemente si la Sección 161 ha sido abusada por el gobierno para localizar discursos de activistas políticos sobre medios sociales. Mientras que legisladores a favor de la clase dirigente propusieron realzar el cuerpo policial para prevenir delitos, los legisladores pan democráticos argumentaron para que se realice un riguroso análisis de la Sección 161 y de la protección de los derechos de los ciudadanos en contra de detenciones o acusaciones irracionales.

El legislador de TIC, Charles Mok, cuestionó el evidente doble criterio del cuerpo de seguridad en el discurso de la delincuencia y Craig Choy, consejero legal del grupo activista Keyboard Frontline, describió como «injusto» el uso de la Sección 161:

Section 161 exposes the unfair approach taken by the police…they've ruined their own integrity and professionalism.

La Sección 161 expone la estrategia injusta que toma la policía… Han arruinado su propia integridad y profesionalismo.

El subsecretario de Seguridad, John Lee, aclaró que la Sección 161 no apunta al discurso sino a la conducta, una noción curiosa en el espacio en línea donde las acciones expresivas son a menudo idénticas a otras formas de «conducta». Lee dijo que pensaba que el tribunal supervisaría que la Sección 161 no sea abusada y que el comité eventualmente pasara la petición de los legisladores a favor de la clase dirigente para realzar las medidas severas en cuanto a delitos informáticos.

Eric Cheung, decano titular jurídico de la Universidad de Hong Kong (HKU, por sus siglas en inglés), dijo en EJInsight [15] que el Departamento de Seguridad está intentando expandir el alcance de la Sección 161 para poder respaldar a usuarios responsables de realizar comentarios en línea, pero no aquellos realizados en otro medio de comunicación.

Algunas de las polémicas publicaciones en medios sociales de los activistas fueron eliminadas inmediatamente, seguidas de sus detenciones. La mayoría de los arrestados se declararon culpables en el tribunal de primera instancia – el tribunal inferior de Hong Kong de acuerdo a la base de datos del Informe de Transparencia de Hong Kong. En el caso de Tam, el juez dijo que su publicación en línea es «irresponsable» y «puede alentar a los lectores a tomar medidas y generar un revuelo masivo».

Además, en otro caso, un acusado que en 2010 publicó un mensaje en HKGolden amenazando con bombardear la Oficina de Enlace del gobierno central, fue sentenciado a 12 meses de libertad condicional por «cometer un acto donde se violó la decencia pública». Este apeló contra su caso y su condena fue anulada [16] por el Tribunal de apelaciones de última instancia en 2014. El juez manifestó que «el elemento público del delito no era convincente». Claro está que estas eran otras épocas para las políticas de Hong Kong.

A veces es difícil dibujar una línea entre el discurso que amerita la protección de la ley, y el discurso que es un verdadero incentivo a la violencia. Pero estos casos documentados en la base de datos, y otros, sugieren una tendencia peligrosa de penalizar el legítimo discurso protegido. El cuerpo policial de Hong Kong debe conducir a un análisis independiente de los continuos arrestos de activistas por cargos ambiguos simplemente por expresarse en los medios sociales.

Jennifer Zhang [17] es una investigadora de internet para el Informe de Transparencia de Hong Kong, el Centro de Periodismo y Estudios Sociales, la Universidad de Hong Kong.