Los ciudadanos armenios están participando en un desafiante acto de desobediencia civil.
Miles de residentes de Ereván, la capital del país, han tomado las calles [1] para manifestar su descontento con los aumentos en las tarifas eléctricas.
La sentada del 19 de junio fue consecuencia del anuncio, dos días antes, del gobierno del presidente Serzh Sargsyan de un incremento del 16 por ciento en las tarifas eléctricas que entraría en vigencia el 1 de agosto.
El anuncio fue recibido con previsible consternación, pero la Comisión de servicios públicos — el ente nacional regulador de la energía — ha sostenido que el aumento era inevitable.
La red eléctrica armenia pertenece a la empresa rusa Inter RAO UES, que afirma que aumentar las tarifas era necesario debido a la devaluación de la moneda nacional, el dram. Los manifestantes le han exigido [2] al presidente la derogación del aumento de tarifas.
Un grupo de ciudadanos enfurecidos marchó hacia el palacio presidencial el martes, en lo que los medios han llamado el ‘Electric Ereván’.
5,000 manifestantes se congregaron frente a la residencia presidencial, para protestar contra el aumento en las tarifas eléctricas y denunciar la incapacidad del gobierno en la lucha contra la pobreza en Armenia, el país con mayor índice de pobreza en el Cáucaso Sur [3].
Manifestantes fueron dispersados de manera violenta
La policía reprimió violentamente a los manifestantes. Un total de 237 personas fueron arrestadas el martes 23 de junio en las cercanías del palacio presidencial, entre los detenidos se encontraban los destacados periodistas Ani Hovhannisian y Hrant Galstian [4].
La policía antidisturbios usó bastones y cañones de agua [5]para dispersar a los manifestantes. La agencia de noticias AFP informó que los policías agredieron físicamente a los periodistas presentes.
Sin dejarse amedrentar, según reportes, 6,000 manifestantes marcharon nuevamente hacia el palacio presidencial la noche del martes.
El periodista de origen armenio Onnik James Krikorian, ahora residente en la vecina Georgia, expresó su preocupación por la integridad física de los manifestantes:
Time for bed. Hoping I don't wake up to news of another dispersal. Touch wood it doesn't look like that for now… #electricYerevan [6]#Armenia [7]
— Onnik J. Krikorian (@onewmphoto) June 23, 2015 [8]
Hora de dormir. Espero no despertarme con noticias de otra represión de una manifestación. Toco madera que por ahora no parece que suceda…
Se informó que siete manifestantes y 11 policías sufrieron heridas durante la mañana del miércoles.
Reclamos
Natalya Harutyunan, gerente de proyecto de UNDP Armenia, considera que las protestas no son solo acerca de las tarifas eléctricas:
Importantly, it isn't a power battle, but genuine #citizenry [9] demand for transparent and fair policy decision-making #ElectricYerevan [10]
— Natalya Harutyunyan (@nata_har) June 24, 2015 [11]
Notablemente no se trata de una batalla de poder, sino de un auténtico reclamo de la ciudadanía por decisiones transparentes y justas
Monica Ellena, una periodista independiente con sede en Tbilisi, añadió lo siguiente:
#Armenia [7]#ElectricYerevan [10] electricity hike, a tipping point for young Armenians (and not only) http://t.co/pnB1HlBfG5 [12]
— monica ellena (@monicaellena) June 24, 2015 [13]
Armenia marcha por la electricidad, un punto de inflexión para los jóvenes armenios (y no solo para ellos)
La corresponsal de Global Voices Karena Avedissian [14] respondió a las afirmaciones que señalan que las manifestaciones son un canal para el sentimiento antirruso:
Again, no this isnt a maidan, but the electric company that the protests are against is Russian-state owned. Can't ignore Russian complicity
— Karena Avedissian (@KarenaAv) June 23, 2015 [15]
De nuevo, esta no es una revolución de Maidán, pero la empresa de electricidad destinataria de las protestas es rusa. No se puede ignorar la complicidad rusa.
Mientras algunos consideran a Electric Yerevan como un movimiento social emergente, otros lo ven como algo más simple.
Un exempleado del gobierno de 24 años, que pidió permanecer en el anonimato, le dijo a Global Voices que «el motivo es muy sencillo. La gente salió a la calle para oponerse al aumento de las tarifas eléctricas. Eso es todo».
El experto en ciencia política con sede en Yerevan, Akop Gabrielyan, también advirtió acerca de sacar conclusiones demasiado amplias cuando fue contactado por Global Voices:
The cause, deep-rooted social reason is tied with a number of unpopular moves and decisions by the government: rise of taxes, transport prices, etc. At the same time it is completely wrong to call the movement as the Armenian Maidan … People are against ineffective, detrimental management of the electricity company.
La causa, el motivo social profundo, está vinculado a numerosas decisiones y medidas impopulares del gobierno: alza de impuestos, precios del transporte, etc. Al mismo tiempo es totalmente equivocado llamar al movimiento el Maidán armenio… La gente se está oponiendo a la gestión perjudicial e ineficaz de la empresa de electricidad.