El 22 de julio, dos ataques suicidas en Maroua, al norte de Camerún, dejaron varios muertos y a muchas personas heridas. Diez días antes, 15 personas murieron en un ataque suicida con bombas en un concurrido mercado en N'Djamena, la capital de Chad. El ataque llegó exactamente tres semanas después de que un atentado similar con bomba cobrara la vida de 27 personas en la misma ciudad.
Boko Haram, grupo yihadista localizado en Sahel que recientemente juró lealtad al ISIS, se atribuyó la responsabilidad de los ataques. El grupo volvió a atacar pocas semanas después de los ataques de junio, esta vez en Jos, Nigeria, donde murieron por lo menos 44 personas. Boko Haram ha realizado letales ataques reiteradamente en los últimos siete años. En respuesta, una coalición de países de África Occidental se unió para lanzar un contragolpe militar con la esperanza de contener la influencia del grupo.
Debajo hay una cronología parcial de la ofensiva de Boko Haram en 2015, que se extendió a Camerún, Chad, Níger y Nigeria.
La situación actual en Camerún
Desde el 1 de enero de 2015, Boko Haram ha llevado al cabo al menos 28 grandes ataques en suelo camerunés —la mayoría en la lejana región norte. Según las autoridades locales en Maroua, los atentados suicidas del 22 de julio fueron llevados a cabo por dos muchachitas a las que se vio mendigando en las calles en los días anteriores. En la explosión murieron al menos doce personas en el mercado central, pero la cantidad exacta sigue siendo incierta. Una fuente de seguridad confirmó que los habitantes del lugar escucharon una doble explosión.
A pesar de estas tragedias, el ejécito camerunés ha gozado de cierto éxito contra Boko Haram, aunque el país también ha debido enfrentar el flujo masivo de migrantes que huyen del conflicto.
La situación actual en Chad
El hombre que hizo estallar una bomba el 11 de julio estaba disfrazado como una mujer que usaba velo para ocultar los explosivos. Ante esa información, el gobierno de Chad decidió prohibir el velo para evitar ataques similares. Las consecuencias de la insurgencia de Boko Haram han forzado al límite la estabilidad de la región, sobre todo en Chad, cuyo poder militar era el cimiento para mantener la paz en el Sahel. En meses recientes, Chad ya se ha visto sacudido por protestas estudiantiles y el inicio del juicio al exlíder Hissen Habre el 20 de junio.
La situación actual en Níger
La insurgencia de Boko Haram ha forzado a decenas de miles de personas a cruzar la frontera en Níger y la región sureste de Diffa, agravando así una crisis humanitaria ya extrema. La marea de refugiados llega cuando Níger declara un estado de emergencia para enfrentar una insurgencia que ha llevado a la economía de Diffa a la paralización y ha dejado vulnerable a gran parte de la población.
La situación actual en Nigeria
Antes de las elecciones de marzo de 2015, el Ejército Nigeriano obtuvo considerables victorias en repeler a Boko Haram. Sin embargo, una renovada ofensiva de Boko Haram parece estar en camino antes del inicio del nuevo gobierno del presidente Buhari. Esto a pesar del hecho de que una de las primeras acciones de Buhari fue trasladar el cuartel general de comando del ejército del país de la Abuja a Maiduguri, en el Estado de Borno —zona caliente de la insurgencia de Boko Haram.
Reported explosion in #Gombe, northeast #Nigeria. No further details.
— Fidelis Mbah (@fidelisMbah) July 22, 2015
Se informa de una explosión en Gombe, al noreste de Nigeria. No hay más detalles.
No obstante, el nuevo gobierno ha impulsado un acuerdo muy bueno para asistencia contraterrorista internacional, como lo muestran las recientes reuniones del presidente Buhari con los presidentes de Chad, Camerún y Níger. Buhari ha buscado y recibido garantías de asistencia del G7 y de Estados Unidos, a donde realizó una visita de estado. Buhari prometió negociar con los insurgentes, si eso llevara a la liberación de las 200 niñas secuestradas en Chibok, hace más de un año:
If we are convinced that we can have the girls, why not, we can negotiate. Our goal is to have the girls. We will ask them what they want and we can free the girls; return them to their school; unite them with their parents and rehabilitate them, so, they can live a normal life.
Si estamos convencidos de que podemos tener a nuestras niñas de vuelta, por qué no, podemos negociar. Nuestro objetivo es tener a las niñas. Les preguntaremos qué quieren y podremos dejar libres a las niñas, hacer que regresen al colegio, reunirlas con sus padres y rehabilitarlas, para que puedan tener una vida normal.