Los ‘ex-sudafricanos’ y los privilegios de la diáspora blanca

Nursing Home Just for ex-South Africans in Herzliya, Israel. Image Credit: Jonathan Paul Katz. Used with permission.

Centro de cuidados para ex sudafricanos en Herzliya, Israel. Imagen: Jonathan Paul Katz. Usada con permiso.

¿Los «ex sudafricanos» se valen de sus privilegios de ser blancos en el exterior? ¿Estos «ex sudafricanos» solo se identifican con el apartheid de Sudáfrica? Wikipedia define a los sudafricanos blancos como personas de Sudáfrica descendientes de europeos y que no se consideran o no son vistos como parte de otro grupo racial (por ejemplo, como de color).

Jonathan Paul Katz, un escritor norteamericano/sudafricano y candidato a un Master en Estudios de migración en la Universidad de Oxford, aborda el tema de los «ex sudafricanos» blancos en un artículo en el blog Africa is a Country [África es un país] titulado “Llevar los privilegios blancos al extranjero: “Ex-South Africans” and the White Diaspora” [Ex sudafricanos y la diáspora blanca], donde centra su atención específicamente en sudafricanos blancos que se mudaron a Israel:

They didn’t nickname Ra’anana, a posh Israeli suburb north of Tel Aviv, “Ra’ananafontein” [fontein, Afrikaans for spring is a popular name for locations in South Africa and Namibia] for nothing. There, and in the neighboring town of Herzliya, thousands of White South African immigrants — all Jewish, overwhelmingly Ashkenazi — settled in a tight bubble. One can live an entire life in Israel with a social circle wholly composed of White South Africans. Curiously, many of these transplants identify as “Ex-South African.”

At first, I considered this to be a peculiar quirk of the diaspora community in Israel. Yet it turns out many other white expatriate communities also use this term. When white migrants claim to be “ex-South African,” their statement is that South Africa is no longer their country – the political implications of which, only two decades since the end of apartheid and in the era where Rhodes is still falling, are retrograde.

No apodan por nada a Ra’anana, un elegante suburbio israelí ubicado al norte de Tel Aviv, “Ra’ananafontein” [fontein, primavera en afrikáans, es un topónimo popular en Sudáfrica y en Namibia]. Allí y en el vecino pueblo de Herzliya, miles de inmigrantes sudafricanos blancos — todos judíos, en su mayoría askenazíes — asentados formando una burbuja apretada. Uno puede vivir la vida entera en Israel en un compacto círculo social compuesto únicamente de sudafricanos blancos. Curiosamente muchos de estos trasplantados se identifican como “ex sudafricanos.”

Al comienzo consideré esto un particular capricho de la diáspora en Israel. De hecho muchas otras comunidades blancas expatriadas usan igualmente ese término. Cuando migrantes blancos reclaman ser «ex sudafricanos,” comunican que Sudáfrica no es su país de origen – las implicaciones políticas de esto, dos décadas después del final del apartheid y en la era de la caída de Rodesia, son retrógradas.

Estos “ex-sudafricanos” gozan de privilegios especiales argumenta Katz:

In the Western countries where they settle, White South African migrants benefit from systems of power that reward them for being white in skin color and Western in culture. Thus, when some lament the attenuation of such privileges in South Africa, they gain greater access to hegemonic white identities in their host states.

En los países occidentales donde se instalan los sudafricanos blancos se benefician de sistemas de poder que los recompensan por ser de piel blanca y de cultura occidental. Así, mientras algunos se lamentan de un debilitamiento de tales privilegios en Sudáfrica, ellos ganan mayor acceso a las ventajas de ser blancos en los países que los albergan.

Él concluye:

It is an open secret that many white diaspora members are nostalgic for apartheid – and this position is always informed and colored by the local context. Nowadays, we see this in chain emails castigating the Black Lives Matter protests in the United States. These logics extend to military action itself: the communal publications of Israel’s South African community are filled with praise for “security operations” in the West Bank and adopt a congratulatory tone for Israel’s military that is considered right wing even in Israel.
[…] That said, the South Africa these migrants – and the right-wing white strains of South Africa’s diaspora – identify with is the South Africa of apartheid.

Es un secreto a voces que muchos miembros blancos de la diáspora son nostálgicos del apartheid – y esta posición está siempre impregnada y teñida por el contexto local. Actualmente vemos esto en una cadena de correos criticando las protestas del movimiento Black Lives Matter en los EE. UU. Estas lógicas se extienden a la acción militar misma: las publicaciones de la comunidad sudafricana en Israel están llenas de elogios sobre «la operaciones de seguridad» en la Franja de Gaza y felicitan a la armada israelita que es considerada de derecha incluso en Israel.

[…] Dicho esto, la Sudáfrica con la que estos migrantes – y el sector blanco de derecha de la diáspora sudafricana – se identifican es la del apartheid.

En su comentario al artículo [no hay enlaces permanentes a los comentarios], un lector llamado Justincase asegura que es innecesario porque no dice nada que no sea ya conocido:

Great article, but the information provided is/ought to be such common knowledge to make this article unnecessary. Of course most “ex-white Africans” no longer identify with Africa. Many people within this group have been taught–whether self-taught or by the educational system–that everything but white is uncivilized and a menace. So it is evident that those who have embraced this form of schooling will leave countries that no longer allow them to act upon their beliefs and find countries that are more militant towards a similar cause (e.g. Israel or America).

Buen artículo pero la información que brinda es/debiera ser de tal notoriedad pública que convierte al artículo en innecesario. Por cierto muchos de los «ex africanos blancos» ya no se identifican con África. Muchas personas de este grupo han aprendido, por sí solos o en el sistema educativo, que todo lo que no es blanco no es civilizado y representa una amenaza. Por lo tanto es evidente que quienes recibieron esa educación abandonarán los países que ya no les permiten actuar de acuerdo a sus creencias y buscarán países que tengan una posición más militante frente a causas similares (por ej.: Israel o EE. UU.).

Mientras que Port, otro lector, señala:

Lets be honest, the Jews are always the first of any group of people to run from any neighborhood in which a black person moves into.

Seamos honestos, los judíos son siempre los primeros en cualquier grupo de gente en abandonar vecindarios donde llegan personas de raza negra.

Contradiciendo los argumentos de Port sobre la partida de judíos, Vynberber da ejemplos de solidaridad judía con el movimiento anti-apartheid predominantemente negro en Sudáfrica:

Dennis Goldberg, Arthur Goldreich, Harold Wolpe, Joe Slovo.
Check these guys out. Goldberg was imprisoned by the National Party for 22 years!
In apartheid era South Africa the Jewish population accounted for roughly 10% of the white population and yet nearly 80% of the whites involved in the anti-apartheid movement were Jews…

Dennis Goldberg, Arthur Goldreich, Harold Wolpe, Joe Slovo.
Dé una mirada a estos individuos. ¡El partido Nacional mantuvo a Goldberg preso durante 22 años!
En la era del apartheid los judíos de Sudáfrica no constituían mas del 10% de la población blanca pero cerca del 80% de los blancos implicados en el movimiento anti-apartheid eran judíos…

Fredhatman dice que los “ex-sudafricanos” quizás nunca fueron verdaderos sudafricanos:

[…]I would only add that perhaps these “ex-South Africans” were never truly South African but simply economic opportunists who have found it easier to live elsewhere. I only wish they would not denigrate my country’s attempts, in the face of many challenges, to evolve into the democratic and non-elitist nation that I believe Mandela visualised. We have a very long way to go but these “expats” have nothing to contribute, apart from their resentment and prejudices.

 […] solo agregaría que quizás esos «ex-sudafricanos» no fueron nunca verdaderos sudafricanos sino simplemente oportunistas económicos a los que les resultó fácil vivir en otro lugar. Solo quiero que no denigren Ios intentos de mi país, que actualmente enfrenta numerosos desafíos, para convertirse en la nación democrática y no elitista, que creo imaginó Mandela. Tenemos una larga ruta que recorrer pero estos “expatriados” no tienen nada que aportar salvo resentimiento y prejuicios.

Mientras Wessel van Rensburg critica los privilegios de los sudafricanos blancos en occidente:

«In the Western countries where they settle, White South African migrants benefit from systems of power that reward them for being white in skin color and Western in culture.”

Not necessarily. White privilege is not even distributed. I made a documentary about South African immigrants in London, mostly Afrikaans (white) and coloured. At two parties held (mostly) separately by each group I asked the same questions, about why they were in the UK, what they thought of South Africa. The answers were remarkably similar. They feared for jobs and crime, but missed home.

The interesting thing of course is that these two groups congregate in similar areas of London: Stratford, Leyton –- working class areas. Jewish South Africans have long since settled in areas of posher North London like Golders Green, while white English speaking South African in middle class areas like Wimbledon.

«En los países occidentales donde se instalan los migrantes blancos sudafricanos se benefician de sistemas de poder que los recompensan por ser de piel blanca y de cultura occidental.

”No necesariamente. El privilegio blanco no siempre es distribuido equitativamente. Hice un documental sobre inmigrantes sudafricanos en Londres, la mayoría de ellos afrikáans (blancos) y mestizos. En dos reuniones (en su mayoría) por separado le pregunté lo mismo a cada grupo, porqué estaban en el Reino Unido, qué pensaban de Sudáfrica. Las respuestas fueron curiosamente similares. Sentían temor por el empleo y el crimen, pero añoraban su país.

Lo interesante por cierto es que esos dos grupos se congregaban en áreas similares de Londres: Stratford, Leyton –- zonas de clases trabajadoras. Los judíos sudafricanos desde hace tiempo se han instalado en las zonas de clase alta del norte de Londres como Golders Green, mientras que los blancos sudafricanos anglófonos en las áreas de clase media como Wimbledon.

Jane Duncan, profesora de la Universidad de Johannesburgo en Sudáfrica, compartió el artículo en su página de Facebook.

Las reacciones a la publicación muestran divisiones marcadas.

Emma Gordon Blass considera que el artículo muestra «deficiencias de redacción y de nivel académico»:

I assume you posted this piece because of its awfulness! The mere fact that the links refer to nothing like the topics being discussed should indicate this author's poor writing and scholarship.

Most South Africans abroad are proud of their country of origin, and don't refer to themselves as «ex's». Too much anti-white, and anti-Semitic prejudice here to take these views seriously.

Imagino que usted ha publicado este artículo por su ¡carácter lamentable! El solo hecho de que los enlaces no hagan referencia a los temas en discusión muestran que el autor tiene una redacción y un nivel académico mediocre. Muchos sudafricanos fuera del país se sienten orgullosos de su país de origen y no se refieren a si mismo como «ex sudafricanos». Hay demasiados prejuicios contra los blancos y los judíos para tomar en serio estas opiniones.

En su carácter de sudafricana y judía que vive en el exterior, Blass argumenta que tiene un punto de vista personal en el asunto:

I am a) South African living abroad, and b) Jewish. So, I have some personal insight into these sweeping allegations of privilege/prejudice. Not the same thing as full possession of the facts, but I know a lot of proud South African-Americans who pursue democratic ideals in their adopted countries, as they did in their home country.

Soy a) una sudafricana viviendo al exterior y b) soy judía. Entonces, tengo una perspectiva más personal sobre estos alegatos de privilegio/prejuicio. No estoy en posesión de todos los elementos pero conozco muchos norteamericanos de origen sudafricano orgullosos que persiguen ideales democráticos en sus países adoptivos como lo hicieron en sus países de origen.

Dennis Levy defiende a los inmigrantes sudafricanos en Israel argumentando que al menos Israel es una democracia comparada con Sudáfrica donde todos saben quien va a ganar la próxima elección:

Racists like you who blame Jews for everything are the reason why these Jews left South Africa and now live in a place where there is no antisemitism. In case you didn't know, Israel is a democracy where it is possible to change the government. In South Africa we all know which party is going to win the next election, regardless of the crimes they commit.

Racistas como usted que culpan a los judíos de todo son la razón por la que esos judíos dejaron Sudáfrica y ahora viven en un lugar donde no hay antisemitismo. En caso que usted no lo sepa, Israel es una democracia donde es posible cambiar de gobierno. En Sudáfrica todos sabemos qué partido ganará la próxima elección independientemente de los crímenes que haya cometido.

Respondiendo a quienes atacan la calidad del artículo, Jane Duncan dice que las críticas pretenden ocultar las pruebas presentadas:

The article is not at all badly written. That's too often used as a means of slagging an article off so as not to deal with its contents. The links are perfectly relevant to its contents. Now, people migrate all the time in search of better lives; that's why doing so is a basic human right. But to deny that there's such a thing as white flight from South Africa, and that many whites have left because they don't feel comfortable living under a black government, and wish to recreate white enclaves elsewhere, is to deny reality.

El artículo no está en absoluto mal escrito. Ese argumento es usado con frecuencia para denigrar un artículo y para no enfrentar su contenido. Los enlaces son perfectamente pertinentes en relación al contenido entregado. Ahora la gente migra todo el tiempo en búsqueda de una mejor vida; hacerlo es un derecho humano básico. Pero negar que haya una fuga de blancos desde Sudáfrica y que muchos blancos se han ido porque no se sienten cómodos viviendo bajo un gobierno negro y desean recrear los enclaves blancos en otros lugares es negar la realidad.

Fred Hartman encontró materia de reflexión en el artículo:

As a white South African who left SA under apartheid (1984) and returned with a vision of a truly «Rainbow Nation» (1997), I found this article (more a column?) very interesting and well worth thinking about. And worthy of a debate between open minds, rather than from an entrenched position and reactive defensiveness.

Como un sudafricano blanco que abandonó Sudáfrica durante el apartheid (1984) y volvió con una visión de «país de arco iris» (1997) encontré este artículo (¿columna?) muy interesante y sobre la que vale la pena reflexionar. Y vale la pena adoptar para debatir una actitud abierta en lugar de permanecer en una postura rígida y a la defensiva.

Finalmente, Anna Majavu señala que una de las zonas de asentamiento destinadas a sudafricanos blancos fue robada a la aldea palestina de Bili'in:

Good article. Thanks for posting, Jane. It only scratches the surface of white South Africanness in illegal Israeli settlements. The land of Palestinian Bili'in village was stolen in front of my eyes to help build Modi'in Ilit, a new Israeli settlement specifically targeting white South Africans…

Buen artículo, gracias por publicarlo Jane. Esto revela apenas parte de la realidad de hegemonía de los sudafricanos en asentamientos israelíes ilegales. Fui testigo del robo de terrenos de la aldea palestina de Bili'in para construir Modi'in Illit, un nuevo asentamiento específicamente para sudafricanos…

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