París, conocida mundialmente como la «Ciudad de las Luces», recibe un promedio de 20 millones de visitantes al año, lo que la convierte en uno de los principales destinos turísticos del mundo. La ciudad goza de una atmósfera especial apropiada para turistas que perciben París como una tierra de cultura y romance con todas las expectativas que supone tal etiqueta. Una vez que se desvanece la novedad de una mega-ciudad, la realidad suele instalarse. Y la realidad a menudo lastima. Después de los grandes monumentos y los puntos de referencia culturales, aparecen los aspectos menos glamorosos de la vida en la ciudad: tráfico denso, contaminación, delitos menores, y barreras lingüísticas. La caída desde el impacto inicial tiene un nombre: el «síndrome de París».
El síndrome de París fue definido por un psiquiatra japonés que trabaja en Francia, el profesor Hiroaki Ota. Lo describe así:
Japanese travelers often held idealistic views of Paris, mostly concerning culturally specific expectations of service industry customs, societal manners, and urban hygiene. When Paris did not live up to these expectations, a small group of travelers would descend into depression. Often, depression turned into psychosis, and lead to medical treatment.
Los viajeros japoneses a menudo tienen visiones idealistas de París, principalmente expectativas culturales específicas de las costumbres de la industria de servicios, costumbres sociales, e higiene urbana. Cuando París no cumplió estas expectativas, un pequeño grupo de viajeros se deprimió. A menudo, la depresión se convirtió en psicosis, y condujo a tratamiento médico.
El choque cultural ha sido tan habitual que la embajada japonesa en Japón creó una línea directa las 24 horas para aquellos que sufran del síndrome. John Menick incluso investigó el concepto en un video disponible ahora en YouTube:
Eriko Thibierge-Nasu, una psicoanalista japonesa, explica a una reportera francesa el alcance potencial del choque cultural:
Il y a pas mal de grèves, les gens peuvent être un peu agressifs verbalement, on peut se faire voler son porte-feuille dans le métro, le taxi peut arriver avec un quart d'heure de retard. C'est quelque chose d'inconcevable au Japon
Hay muchas huelgas de trabajadores, la gente se puede volver verbalmente ofensiva, te pueden robar la cartera en las calles, y un taxi puede llegar con 15 minutos de retraso. Todo esto es difícil de comprender en Japón.
Katada Tamami, un científico japonés, escribió en el Diario del Hospital Nissei acerca del caso extremo de un profesor japonés que se mudó a París y sufrió varias penas psicológicas:
It was a case of manic-depressive disorder who presented his symptoms, insomnia, fluctuation of mood, aggression, irritation and rise in sex drive. Separated from his family, living alone in Paris, he has lost his identity when he worked as professor and fulfilled his duties as father and husband at home is Japan. Moreover, his fantasy and idealization of Paris, characteristic of Paris syndrome, played a great part in his abnormal behaviors searching for his lost youth and love affair.
Era un caso de desorden maníaco-depresivo que presentaba sus síntomas, insomnio, cambios de humor, agresión, irritación y aumento del deseo sexual. Separado de su familia, viviendo solo en París, perdió su identidad de cuando trabajaba como profesor y cumplía sus obligaciones como padre y marido en casa en Japón. Además, su fantasía e idealización de París, característica del síndrome de París, jugó un gran papel en sus conductas anormales buscando su juventud perdida y una aventura amorosa.
Mientras que el choque cultural en los turistas japoneses es el hecho más observado del síndrome (algo menos de un millón de ciudadanos japoneses visitan París cada año y una media de 12 viajeros japoneses al año lo sufren), otros visitantes también han experimentado depresión después de visitar la ciudad. En un video, el viajero americano Mark Wolters enumera unos pocos detalles que le sorprendieron mientras visitaba París. Algunos fueron positivos, otros no tanto, como los siguientes apuntes:
-The Amount of People Who Smoke
-Dog Poop… Lots of Dog Poop…
-How Restaurants Close in the afternoon
-The Amount of Beggars You See (and pickpockets)
-La cantidad de gente que fuma
-Excrementos de perro… Montones de excrementos de perro…
-Cómo los restaurantes cierran por las tardes
-La cantidad de mendigos que ves (y carteristas)
El profesor Mark Griffiths es psicólogo y profesor en la Universidad de Nottingham Trent. Investigó un poco acerca del síndrome de París y revisó la literatura científica acerca del tema. Griffiths subraya el hecho de que hay dos tipos principales del síndrome:
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Type 1 [Classic]: These individuals typically have a problematic psychiatric history and may travel to Paris for idiosyncratic “strange” or delusional reasons. However, the onset of the symptoms is immediate upon arrival in Paris (and may even begin in the airport).
Type 2 [Delayed Expression]: These individuals do not usually have a personal and/or familial psychiatric history. The reasons for visiting Paris are typically for ‘normal’ travelling reasons but the onset of the symptoms is much later than the ‘classic’ type (i.e., three months or longer after arriving in Paris).
Tipo 1 [Clásico]: Estos individuos suelen tener un historial psiquiátrico problemático y puede que viajen a París por razones idiosincráticas «extrañas» o delirantes. Sin embargo, el comienzo de los síntomas es inmediato desde la llegada a París (y puede que incluso comience en el aeropuerto).
Tipo 2 [Expresión Tardía]: Estos individuos no suelen tener un historial psiquiátrico personal y/o familiar. Las razones por las que se visita París suelen ser razones de viaje ‘normales’, pero el comienzo de los síntomas es mucho más tardío que en el tipo ‘clásico’ (p.ej., 3 meses o más después de llegar a París).
Christophe Soullez, un vecino de París y criminólogo, explica que los turistas asiáticos suelen ser blancos específicos de los ladrones locales, lo que se añade al Síndrome de París. Sin embargo, ahora se están tomando medidas específicas para protegerles:
On sait que les touristes sont particulièrement visés par les voleurs à la tire ou à l’arraché. Ce phénomène, qui touche surtout Paris, est tellement problématique que nous avons dû demander aux groupes de police judiciaire de se concentrer l’été principalement sur la prévention. Au Japon les vols à la tire n’existent quasiment pas. Les touristes ne vont donc pas se méfier de délinquants organisés.
Sabemos que los turistas son especialmente blancos de los carteristas. Este fenómeno, que afecta en su mayor parte a París, es tan problemático que la policía tuvo que pedir ayuda al departamento de policía judicial para centrarse más en la prevención del crimen. En Japón, el hurto de carteristas es casi inexistente. Por lo tanto los turistas no serán tan conscientes de los criminales organizados a su alrededor.
De todos modos, no temas por tu próxima visita a París, está lejos de ser todo pavor. La mayoría de los residentes de París son conscientes de que adaptarse al estilo de vida parisino puede ser un desafío. Pero una vez que superes los obstáculos iniciales de la adaptación, que existen en cualquier ciudad grande donde los vecinos hablan una lengua extranjera, puedes empezar a disfrutar de los beneficios extras. Aquí están algunos consejos menos conocidos para disfrutar de un París más tranquilo, cortesía de la propia editora francesa de Global Voices, Claire:
Cet été, sans hésitation, nous leur conseillons le quartier du Jardin des plantes. Le plus ancien des grands parcs de Paris, qui fut d'abord le jardin des plantes médicinales du roi, doit beaucoup à la Révolution française qui en fit un temple de la science mais il a maintenant un charme ‘bourgeois’ et ‘province. Dans une tête parisienne, Jardin des Plantes rime presque automatiquement avec ‘thé à la mosquée’, juste en face. Dans cette très jolie mosquée de Paris inaugurée en 1926, les moineaux très familiers se serviraient presque dans votre assiette quand vous prenez un thé
Este verano, recomendamos el vecindario del «Jardín de las Plantas». Es el más antiguo de los principales parques de París e inicialmente era el jardín de plantas medicinales del rey. Después de la Revolución Francesa, las autoridades decidieron transformar el parque en un museo de ciencias, pero ha mantenido su toque «burgués» y provincial. Para un vecino de París, el Jardín de las Plantas se asocia casi automáticamente con tomar un té en la mezquita, localizada justo en la entrada. En esta hermosa mezquita, inaugurada en 1926, los simpáticos gorriones casi comerán de tu plato, mientras disfrutas de tu té.
Al final, quizás este síndrome no sea específico de los que viajan a París, sino sólo un caso común de nostalgia. Aún así, sin duda se puede hacer más para asegurar una experiencia mejor a los visitantes. Philippe Adam, un escritor parisino que escribió muchos artículos sobre la relación entre Francia y Japón, quizás lo resuma mejor:
On rend assez mal aux Japonais l'affection qu'ils portent à la France
No estamos haciendo un buen trabajo devolviendo el cariño que los visitantes japoneses le tienen a Francia.