En Malasia, los niños refugiados de Myanmar van a la escuela con miedo

In Search of Shelter

Escuela para niños refugiados de Myanmar en Malasia. Fuente: EngageMedia

Huyendo de la persecución y el prolongado conflicto que sufre Myanmar, cientos de miles de musulmanes Rohingya y cristianos Chin se encuentran viviendo como refugiados en países vecinos del sudeste asiático.

Solo en Malasia, se estima que hay unos 150 000 refugiados solicitantes de asilo, la mayoría provenientes de Myanmar. Una tercera parte no están inscritos en la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Entre ellos, hay miles de refugiados no inscritos que se encuentran en edad escolar y a los que no se les permite asistir a las escuelas públicas de Malasia. Muchos de ellos recurren a escuelas informales o gestionadas por la propia comunidad, donde viven con el miedo constante de ser arrestados o acosados.

Según un video titulado «En Busca de Refugio«, producido por los refugiados de Myanmar en Malasia, en una escuela que cuenta con 360 refugiados Chin, solo un 40% de los estudiantes están inscritos en ACNUR. Según dice un líder de la comunidad Chin en el video:

Students not registered with the UNHCR cannot get any exam recognition from the government or enter university. They also face security problems when they come to school and (travel) in between. Those aged 13, 14, 16 have been arrested many times.

Los estudiantes que no están inscritos en ACNUR no pueden obtener reconocimiento oficial de sus exámenes ni acceder a la universidad. Además, afrontan problemas de seguridad cuando están en la escuela y durante el trayecto de casa a la misma. Los de 13, 14 y 16 años de edad han sido arrestados muchas veces.

En Busca de Refugio forma parte de una serie de 13 videos que trata de poner de relieve la difícil situación de los trabajadores inmigrantes y la comunidad de refugiados en Malasia. La serie titulada Crossroads [Encrucijada] pretendía enseñar a los activistas de derechos de los inmigrantes técnicas sobre producción y distribución de video y fue producida en colaboración con EngageMedia y Citizen Journalists Malaysia [Periodistas Ciudadanos de Malasia].

En la serie, los solicitantes de asilo cuentan cómo se han unido y han aunado recursos para establecer acceso a servicios básicos como centros de salud y escuelas primarias para niños. También cuentan los muchos obstáculos que tienen que afrontar para poder inscribirse como refugiados en ACNUR en Malasia.

En En Busca de Refugio, líderes de la comunidad explican que muchos de los maestros de la escuela que han montado han sido arrestados por la policía por carecer de estatus legal.

Malasia, que ha declarado que no firmará la convención sobre refugiados de la ONU, no cuenta tampoco con un marco legal para asilo nacional y no distingue entre refugiados e inmigrantes indocumentados, dejando así a los refugiados en riesgo constante de detención, deportación y abuso.

Myanmar migrants in Malaysia

Se estima que actualmente hay unos 150 000 refugiados de Myanmar en Malasia. Fuente: EngageMedia

En una de las proyecciones de Crossroads realizada en la comunidad de refugiados en Malasia, los organizadores se encontraron con que entre un 80% y un 90% de los allí presentes habían sufrido acoso por parte de la policía o se habían tenido que enfrentar a problemas con los permisos o con sus jefes de trabajo. Una persona del público apuntaba que se habían dado casos en los que incluso habiendo recibido una persona su tarjeta de inscripción como refugiado o su carta de apoyo, el documento había sido luego roto en pedazos por las mismas autoridades que lo habían emitido.

Una investigación secreta realizada por Al-Jazeera en 2014 reveló que algunos refugiados pagan hasta $1000 por obtener el estatus oficial de refugiado en Malasia, incentivando así un supuesto comercio ilegal que implicaría a la propia Agencia para los Refugiados de la ONU.

Migrant children from Myanmar

Niños emigrantes de Myanmar en un evento de apoyo organizado por las Naciones Unidas en Malasia. Fuente: EngageMedia

Con continuos reportajes sobre injusticias y abusos cometidos contra los refugiados en Malasia, queda por ver cómo su gobierno y ACNUR responderán de forma eficiente a esta grave, y cada vez peor, situación.

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