Este artículo y reportaje radial de Daniel Gross para The World originalmente fue publicado en PRI.org el 19 de agosto de 2015, y es republicado en Global Voices como parte de un acuerdo para compartir contenido.
Ahora, es muy común encontrar hospitales de alta tecnología en las ciudades indias. Sin embargo también son caros, por lo tanto están fuera del alcance de los pobres.
Por lo que un médico indio encontró una solución que no requiere tecnología avanzada para proporcionar atención médica: escribir tarjetas postales.
A lo largo de su carrera, el Dr. Aaraveeti Ramayogaiah escribió unas 27,000 tarjetas postales a pacientes y conocidos. En la mayoría de ellas explicó las prácticas de medicina preventiva, como la importancia de hervir el agua y el lavado de manos. Las tarjetas postales tienen por objeto ayudar a miles de personas que no pueden pagar o acceder fácilmente a un doctor.
En una entrevista con el periodista indio Rahul M, el Dr. Ramayogaiah dijo que provenía de una familia pobre y se convirtió en un médico del gobierno a la edad de 27 años.
“Él comenzó a notar como la salud en la India se vio impulsada por el afán de lucro, que estuvo, en gran medida, vinculado a la industria farmacéutica,” dice Rahul.
Los altos costos de la atención médica inspiraron a Ramayogaiah a adoptar un enfoque diferente. Recogió las direcciones postales de miles de pacientes e incluso extraños. En sus tarjetas postales, explicó que algunos problemas de salud — como las enfermedades diarreicas — se pueden evitar sin tratamiento médico.
Sostuvo que en las comunidades donde los médicos son inaccesibles, los habitantes deberían centrarse en mejorar las condiciones sanitarias y el medio ambiente.
Su campaña de tarjetas postales y sus textos ocuparon los titulares de los periódicos indios. Sin embargo él le dijo a Rahul que algunos medios no lo tomaron en serio, debido a su fuerte oposición a los hospitales privados y costosos.
Recientemente, la oposición de Ramayogaiah a la atención médica costosa se volvió muy personal. «Actualmente, él padece de cáncer», dice Rahul. Un tumor cerebral lo ha dejado postrado en cama y débil.
Sin embargo, incluso en su mal estado de salud, Ramayogaiah sigue mostrándose escéptico ante los hospitales con fines de lucro de la India. “Él no quiere ir a un buen hospital para tratarse», dice Rahul.
“Él ha luchado toda su vida contra el sistema de mercantilización de la salud», añade Rahul. “Que es el único sistema que puede ayudarle a prolongar su vida un poco más. En cierto sentido, para él, sus principios son más importantes que la vida misma.»