Un pastor de renos indígena desafía a los gigantes del petróleo en Siberia

Sergey Kechimov shows the traces the oil companies left on Khanty land. Courtesy Denis Sinyakov/Greenpeace.

Sergey Kechimov muestra los rastros que las compañías petroleras dejaron en la tierra Khanty. Cortesía de Denis Sinyakov/Greenpeace.

Esta es una versión editada de un artículo escrito por Mikhail Matveev para 350.org, una organización construyendo un movimiento por el clima global. Es republicado en Global Voices como parte de un acuerdo de intercambio de contenidos.

El 17 de agosto tuvo lugar una vista de cinco minutos en un tribunal provincial del Distrito de Surgut en la Siberia rusa. El demandado, Sergey Kechimov, un pastor de renos de Yugra y uno de los pocos indígenas Khanty que quedan, es acusado de amenazar de muerte a dos trabajadores de Surgutneftegaz – una de las mayores compañías petroleras rusas. Ser sentenciado puede costarle hasta dos años en prisión, según el código criminal ruso.

Durante la vista, los abogados dijeron al Juez Asharina que a Kechimov no se le facilitaron traductores durante la investigación. A pesar de admitir que los derechos de Kechimov habían sido violados, el juez decidió continuar con el caso. La siguiente vista tendrán lugar el 12 de setiembre. Pero este es un caso que va mucho más allá de las acusaciones siendo impuestas.

El caso de Kechimov podría encuadrarse como un delito menor y considerado indigno de la atención pública. Según el caso, el conflicto comenzó cuando Kechimov disparó a un perro de los trabajadores de la compañía petrolera que había matado a uno de sus renos y que también le había atacado a él. Los trabajadores de la compañía petrolera afirman que Kechimov también les ordenó que saliesen de sus tierras ancestrales y reclamó una indemnización mientras les apuntaba con su arma.

Kechimov es uno de los últimos Khanty viviendo cerca del Lago Imlor. Durante siglos, los Khantys han deificado y elogiado la naturaleza, creyendo que nadie puede tomar más regalos de ella de los que ella está dispuesta a compartir.

Cuando las compañías petroleras llegaron, el sagrado Lago Imlor se convirtió en una fuente de hidrocarburos prescindible, estropeada por el petróleo y mutilada por feas construcciones. Como era de esperar, muchos de los Khanty decidieron no vivir al lado de los recién llegados, dejando atrás sus tierras ancestrales para que los trabajadores se adueñaran de ellas.

Aquellos como Kechimov y los otros que se atrevieron a quedarse se han convertido en un fastidio constante para las compañías petroleras. Las medidas del gobierno para proteger los derechos de los pueblos ancestrales están proporcionando una eficaz motivación a las compañías petroleras para deshacerse rápidamente de tales pueblos.

Para los vecinos, la presencia de compañías petroleras se parece a los días de ocupación militar – con puestos de bloqueo, humillantes comprobaciones de documentación y registros personales por parte de guardias de seguridad privada.

Así que el caso de Kechimov no es sólo un conflicto entre individuos: es una expresión del choque de dos enfoques incompatibles acerca de la relación entre la gente y la naturaleza. Un conflicto ahora en manos del Juez Asharina, del 2º subdistrito del Tribunal del Distrito de Surgut, para resolverse.

Vea la petición en apoyo a Kechimov en Change.org aquí.

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