Una crisis de integridad se desarrolla a medida que el presidente de Nigeria Buhari reniega de las promesas electorales

President Muhammadu Buhari in Chatham House, 26 February 2015. [Image released to public domain by Chatham House licensed under the Creative Commons Attribution 2.0]

El presidente Muhammadu Buhari en Chatham House (Instituto Real de Asuntos Internacionales), 26 de febrero de 2015. Imagen de Chatham House cedida al dominio público, usada bajo una licencia de Creative Commons Attribution 2.0

La investidura de Muhammadu Buhari como presidente de Nigeria el 29 de mayo de 2015 fue inédita debido a las demostraciones palpables de buena voluntad. Los nigerianos tenían la esperanza de que la nueva administración superaría a la de su predecesor, Jonathan Goodluck, percibido por algunos como un presidente mediocre.

La ascensión de Buhari al poder se ha atribuido a varios factores, uno de los cuales fue el cambio de imagen de su candidatura impulsado por los medios sociales. Otro factor ha sido la integridad del mismo Presidente Buhari. Buhari es un ex-militar jefe de estado cuya severa personalidad le ha hecho ganar de ser incorruptible, un hombre de palabra y que no permite que los símbolos del poder nublen su juicio.

No obstante, la «magia» está viviendo una de sus pruebas más fuertes, ya que se está desarrollando una crisis de integridad con respecto a las promesas electorales del Presidente Buhari. Anticipándose a los tradicionales 100 días en el cargo, el principal asesor especial de comunicación y publicidad del presidente, Garba Shehu, redactó un artículo de opinión en el que declaró que «el gobierno de Buhari no se puede juzgar en 100 días». Sin embargo, el matiz del artículo de Shehu que causó revuelo fue negar varias promesas electorales hechas por su jefe, afirmando que las mismas aparecieron en material electoral no autorizado:

In the course of electioneering, the presidential campaign had so many centers of public communication which, for whatever reason were on the loose. There is a certain document tagged «One Hundred Things Buhari Will Do in 100 Days» and the other, «My Covenant With Nigerians.» Both pamphlets bore the authorized party logo but as the Director of Media and Communications in that campaign, I did not fund or authorize any of those. I can equally bet my last Kobo [Nigeria's currency] that Candidate Buhari did not see or authorize those publications. As a consequence of these publications, expectations have been raised unreasonably, that as President, Muhammadu Buhari will wave his hand and all the problems that the country faces- insecurity, corruption, unemployment, poor infrastructure would go away.

En el transcurso del desarrollo de la contienda electoral, la campaña presidencial tuvo muchos centros de comunicación pública los cuales, por alguna razón, estuvieron fuera de control. Existe un documento titulado «Cien cosas que Buhari realizará en 100 días» y otro más, «Mi convenio con los nigerianos.» Ambos panfletos portaban el logo autorizado del partido, pero como Director de Medios y Comunicación en esa campaña no financié ni autoricé ninguno de ellos. De igual manera puedo apostar hasta mi último kobo [divisa de Nigeria] a que el candidato Buhari no vio ni autorizó esas publicaciones. Como consecuencia de estas publicaciones, se han elevado irracionalmente las expectativas de que Muhammadu Buhari, en calidad de presidente, con un movimiento de su mano haría desaparecer todos los problemas a los que se enfrenta la nación (inseguridad, corrupción, desempleo, infraestructura deficiente).

La afirmación de Shehu de que los supuestos documentos «Cien cosas que Buhari realizará en 100 días» o «Mi convenio con los nigerianos» fueron artilugios también fue repetida por el portavoz del partido gobernante Congreso de Todos los Progresivos (APC, por sus siglas en inglés), Lai Mohammed:

Buhari never promised to do anything in 100 days, that's the honest truth. You see, when you are running a campaign, all kinds of literature will emerge from all sorts of groups but I came here and I said there are only just two documents that you can judge a party with. That is the constitution of the party and the manifesto of the party. Those are the only two documents that are registered with [the Independent National Electoral Commission] you can go to court on or hold a party accountable for.

Buhari nunca prometió hacer algo en 100 días, es la pura verdad. Cuando uno dirige una campaña, va a emerger toda clase de literatura procedente de cualquier grupo; sin embargo, yo vine aquí y afirmé que sólo existen dos documentos por los cuales se puede juzgar a un partido: la constitución del partido y su manifiesto. Esos son los dos únicos documentos que se registran [en la Comisión Nacional Electoral Independiente] con los que se puede ir al juzgado o hacer responsable a un partido.

Sin embargo, los nigerianos no se dejan engañar por las posturas de ambos portavoces. Nicholas Ibekwe, periodista y comentarista público, piensa que Garba Shehu está «insultando el razonamiento colectivo de los nigerianos«:

Does Mr Shehu even realise what he is saying? Does he realise that his denial of the documents which he, as the media manager of the Buhari campaign, helped to propagate is an indictment of the president’s performance in office in his first hundred days? We do not expect President Buhari to fulfill his entire campaign promises. This is impossible. No politician can do that. Governance is not maths. Politicians are allowed to modify or even completely discard some of their campaign promises if they do not fit with situations on ground after assuming office. But insanity is to completely disown your entire campaign promises. It is akin to setting a house on fire to kill a rat.

¿Se percata el Sr. Shehu de lo que está diciendo? ¿Se da cuenta de que negar los documentos que él, como gerente de comunicación de la campaña de Buhari, ayudó a difundir es un indicador del desempeño del presidente en sus primeros 100 días? Nosotros no esperamos que el presidente Buhari cumpla todas sus promesas de campaña. Esto es imposible. Ningún político puede lograrlo. Gobernar no es una simple ecuación. Los políticos tienen permitido modificar o incluso descartar completamente algunas de sus promesas de campaña, si éstas no se adecuan a las situaciones reales tras asumir el poder. Pero es de dementes renegar completamente de todas tus promesas de campaña. Es como si le prendieras fuego a una casa para matar a una rata.

En Twitter, Kayode Ogundamisi describió la negación como «fraudulenta»:

Le hacemos un gran perjuicio a @MBuhari y a Nigeria si no denunciamos al gobierno y al APC por su intento fraudulento de negar la promesa de los 100 días.

@JoyceOdukoya insistió en que ambos documentos fueron en realidad redactados por el partido de Buhari:

Cuando Buhari obtuvo la victoria, retiraron el manifiesto del APC de su página web y lo editaron para excluir algunas de las promesas populares.

En un reportaje, el periódico nigeriano The PUNCH afirma que también recibió dichas promesas electorales de parte del equipo de comunicación del presidente:

A member of the APC Situation Room, Gbenga Olorunpomi, who was one of those in charge of issuing press statements and other Internet materials on behalf of the party, had in March, sent emails to news rooms, including The PUNCH. One of the emails had the document titled ‘My Covenant with Nigerians’. Efforts to reach Olorunpomi, who also live tweeted APC’s activities during electioneering, on Monday failed as his phone was switched off.

Un miembro de la sala de crisis del APC, Gbenga Olorunpomi, quien era uno de los encargados de emitir declaraciones de prensa y otros materiales en Internet a nombre del partido, en marzo envió correos electrónicos a las salas de redacción, incluyendo a la de The PUNCH. Uno de los correos llevaba adjunto el documento titulado «Mi convenio con los nigerianos». Los esfuerzos por contactar con Olorunpomi -que también tuiteó en vivo las actividades del APC durante la campaña electoral- el lunes fueron en vano puesto que su teléfono estaba apagado.

Ayokunle Odekunle, abogado nigeriano y usuario de Twitter, afirmó que él también recibió el correo electrónico, igual que se indica en la historia de The PUNCH:

Correo electrónico que me envió @GbengaGOLD (para el APC) el lunes 16 de marzo de 2015. ‘Firmado’ por el General Buhari.

Premium Times afirmó que el presidente Buhari y su partido «probablemente estaban siendo deshonestos y farsantes»:

Party insiders said the document, which harmonized promises contained in the party’s manifesto and various campaign speeches by Mr. Buhari and Vice President Yemi Osinbajo, was produced after rigorous and extensive deliberation with top campaign officials and the president himself. After the president signed off on the final version of the covenant, insiders say, the document was emailed to journalists at the time by well-known campaign staff charged with circulating publicity materials for the organization during the period. For instance, Egghead Odewale, who worked at the headquarters of the presidential campaign in Abuja, sent a PDF version of the document to PREMIUM TIMES on March 12. Apparently concerned that the document was not getting enough publicity, another campaign official emailed a word version to reporters on March 16.

Personas del partido afirmaron que el documento, que armonizaba las promesas contenidas en el manifiesto del partido y varios discursos de campaña del Sr. Buhari y del vicepresidente Yemi Osinbajo, se creó tras rigurosas y extensas deliberaciones con los mejores agentes de campaña y el mismo presidente. Después de que el presidente ratificara la versión final del convenio, indican las personas, el conocido personal de campaña a cargo de hacer circular materiales publicitarios de la organización durante el período envió entonces el documento por correo electrónico a los periodistas. Por ejemplo, Egghead Odewale, quien trabajó en la sede de la campaña presidencial en Abuja, envió el documento en formato PDF al PREMIUM TIMES el 12 de marzo. Otro agente de campaña aparentemente preocupado por que el documento no estaba recibiendo publicidad suficiente, envió por correo electrónico una versión Word a los periodistas el 16 de marzo.

El Centro para la Democracia y el Desarrollo manifestó que «es demasiado tarde» para que el presidente se niegue a reconocer sus promesas electorales:

To be clear, President Buhari now says that campaign commitments made by his party were not made by him and campaign commitments issued by his organisation are not binding on him. Taken together, the effect of these statements is to repudiate any commitments that President Buhari as candidate made. They also amount to an assertion that Nigerians have no bases to hold the administration of President Buhari to account. The deliberate effort by the official spokespersons of the President to distance him from both his party and his campaign commitments coincides with the landmark of the first 100 days of the administration. For a President elected on a platform of integrity, this is duplicitous. It is equally unacceptable.

Para ser claro, el presidente Buhari ahora dice que los compromisos de campaña que realizó su partido no los hizo él y que no son vinculantes a su persona. En conjunto, el resultado de estas declaraciones es negarse a reconocer cualquier promesa que el Presidente Buhari haya realizado como candidato. Esto también equivale a decir que los nigerianos no tienen fundamentos para pedir cuentas a la administración del Presidente Buhari. Los esfuerzos deliberados de los portavoces oficiales del presidente de alejarlo de su partido y de sus compromisos de campaña, coinciden con el punto de referencia de los primeros 100 días de gestión. Para ser un presidente elegido en una plataforma de integridad, esto es engañoso. Inaceptable de igual manera.

Desde la independencia de Nigeria en 1960, «nunca ha existido tal oleada de optimismo en nuestra capacidad colectiva para resucitar a una ‘gigante nación lisiada y adormecida’ y comenzar a posicionarla para alcanzar su destino manifiesto de convertirse en la voz y liderar África y el mundo de color», dice un reciente editorial del diario Business Day de Nigeria acerca de la euforia del país tras la elección de Buhari.

Sin embargo, ahora su integridad está pendiendo de un hilo. Si el presidente del país más poblado de África y su partido están mintiendo con respecto a un documento que presagió su ingreso al poder, ¿cuán seguros están los nigerianos de que ellos serán el ‘cambio’ que esperaban?

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