Siete personas han tenido que cambiar un teclado por unos barrotes. Ciudadanos comunes que escribieron mensajes en sus cuentas personales de Twitter, los cuales fueron considerados delitos por el Gobierno venezolano, ahora están tras las rejas. Así fue como las fuerzas de inteligencia venezolanas fueron hasta sus casas y hasta sus sitios de trabajo para encarcelarlos.
#6S Tuiteros detenidos SEBIN HELICOIDE #Venezuela: @victorugas @Hiipolita *2 @inesitaterrible @AnonymousWar #DDHH pic.twitter.com/YGsawk4gsc
— Foro Penal (@PorHumanidad) September 6, 2015
Aunque pareciera una práctica “novedosa”, no lo es en absoluto. En las cárceles venezolanas ya hay unos cuantos internautas presos. Jesús Enrique Majano fue detenido en septiembre de 2010 por publicar una fotografía con la cara herida del para entonces presidente Hugo Chávez. Otro ejemplo es Lourdes Alicia Ortega, llevada a juicio en marzo de 2013 por haber usurpado la identidad de una trabajadora del Servicio Autónomo de Registros y Notarías para enviar tuits en contra de Chávez.
Sin embargo, fue en 2014 cuando el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se activó para capturar a quienes ellos consideren esté opinando en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
¡Colegas en Twitter está disponible! http://t.co/72Apvu6VfW Gracias a @LDanieri @juanfariall @psoscunmachado — Anderson Paredes (@andersonp42) September 16, 2015
La mayoría de los presos por tuitear son personas adultas, profesionales, con carreras destacadas en sus áreas. Nunca se han visto inmersos en actividades políticas, ni siquiera en militancia activa de partidos, sin embargo, uno o dos trinos fueron suficientes para movilizar al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) para detenerlos en alguna de sus sedes.
@AnonimusWar en Twitter era una cuenta manejada por Leonel Sánchez Camero, un economista de 47 años con más de 100 mil seguidores en la red social. Fue el primer caso conocido de un internauta detenido en 2014. En el perfil de su cuenta decía que era organizador de la “Resistencia Radical contra el actual régimen que gobierna”. Se autonombraba como defensor de los derechos humanos, de la libertad de expresión y de la democracia. Su perfil también exigía la independencia de los poderes públicos venezolanos.
En su Twitter opinaba, mayoritariamente sobre temas políticos, reclamaba a funcionarios del Gobierno, haciéndole mención, sobre lo que pensaba de ellos y hacía retuit a dirigentes opositores como Leopoldo López y María Corina Machado.
Para detenerlo llegaron más de 100 funcionarios al hato de su madre en Barinas. Fue trasladado en helicóptero desde ese estado hasta La Tumba, como se conoce el sitio de reclusión gubernamental tres metros bajo la superficie terrestre en la sede del Sebin en Caracas. Posteriormente se lo llevaron a El Helicoide, otro de los centros de reclusión de políticos del Gobierno.
A Sánchez Camero le imputaron: instigación al odio, conspiración, ultraje, acceso indebido y posesión de equipo para falsificación.
En una entrevista con el diario 2001, el director del organismo regulador de los medios de comunicación (Conatel), William Castillo, dijo que «son contados los casos de personas detenidas a través de ese medio, y que las investigaciones que tienen abiertas son por delitos como la instigación al odio, por violencia y por personas que han llamado al magnicidio».
Este sentimiento parece ser compartido por algunos usuarios que se expresan a favor del gobierno:
Los «santicos» tuiteros que lo único que hacían era amenazarnos de muerte, incitar a la violencia y el odio, y así… pic.twitter.com/UlUdDoHRYq
— Gipsy Gastello (@GipsyGastello) May 24, 2015
Pero además de que los delitos de opinión implican de alguna forma una violación a la libertad de expresión, en casi todos los casos el Ministerio Público ha actuado de oficio, sin que medien denuncias formales, de acuerdo con la ONG Espacio Público.
Sin derecho al debido proceso, lo que hayan publicado en sus cuentas queda en 2do plano: el Estado viola sus garantías y abusa de su poder.
— Luis Carlos Díaz (@LuisCarlos) August 2, 2015
El caso más difundido de tuiteros detenidos es el de “Inesita Terrible”, como se hacía llamar en su usuario. Nativa de la ciudad de Maracaibo, al oeste del país y licenciada en química, con un postgrado en Ohio, Estados Unidos. Inés María González trabajó año y medio para el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Para el Gobierno nacional, González delinquió al haber “maltratado” la imagen pública del fallecido diputado Robert Serra en su Twitter. El Sebin la visitó dos veces en su casa; en la segunda oportunidad se la llevó engañada al decirle que solamente iba a declarar. Una celda oscura y húmeda esperaba por ella.
El Tribunal que lleva esta causa dictó una medida de excarcelación, la cual el Sebin no ha acatado. Sus abogados defensores introdujeron un “habeas corpus”, recurso que se solicita para evitar la continuidad de una detención arbitraria y garantizar los derechos elementales, sin embargo, por la misma detención, González no pudo presentarse en el Tribunal.
“La Terrible” fue condenada a tres años de prisión tras haberse confesado culpable de incitación al odio, sin embargo, rechazó los cargos de ultraje a funcionario público, ultraje violento e instigación pública, los cuales la Fiscalía desestimó
El siguiente tuitero fue Víctor Ugas, el detenido que posiblemente tenga más pruebas en su contra. Le tomó fotografías al cadáver de Serra y las publicó por la red social. A sus 26 años fue imputado por revelación indebida de data o información de carácter personal y por espionaje informático. Al igual que los otros tuiteros, está recluido en la sede de El Helicoide.
“¿Cómo puede adivinar una muerte en la Asamblea y no puede adivinar lo que le puede pasar a ella?”, estas fueron las palabras del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien en su programa Con el Mazo Dando, denunció la cuenta @Hipolita, una vidente de Twitter quien aseguró que el parlamento se vestiría de luto, días previos al asesinato de Serra.
Por este tuit del 24 de septiembre detienen en el Sebin a @Hipolita ¿porqué? pic.twitter.com/HcEJhAlFRr
— Ivonne Vivas (@ivivas117) October 17, 2014
Pese al nombre, la cuenta era de un hombre llamado Lessi Marcano, arquitecto pero la mayoría de sus 48 años de vida los ha dedicado a las artes adivinatorias. Este perfil no solo era manejado por el arquitecto, pues su sobrina, Ginnete Marcano era la que administraba las consultas que le pedían. Fue acusado de fraude informático, instigación pública e instigación al odio, pero solo se declaró culpable por delitos de oferta engañosa y agavillamiento.
Por su parte, su sobrina no se salvó, pues también sobrevive en la policía política venezolana. La muchacha de 23 años estudiaba Artes en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y fue sorprendida en su trabajo por los funcionarios del Sebin. Apenas tenía dos semanas laborando como Community Manager en el canal de televisión por cable E! Entertainment Television; actividad de combinaba con la de ayudar con la cuenta Twitter. Este diciembre culmina su sentencia. Se declaró culpable por el delito de oferta engañosa.
María Magaly Contreras es una ama de casa de 55 años quien manejaba Twitter a la perfección y por ahí lanzaba algunas de sus predicciones que desfavorecían al Gobierno. Eso fue suficiente para que la dama fuera arrestada bajo engaño, pues recibió una llamada del Sebin para notificarle que su hijo estaba detenido y cuando llegó a la sede de la policía política de Maracaibo, en donde vivía, la dejaron detenida.
En este momento tiene libertad condicional con trabajo comunitario. Su usuario era @marletmaga y sus delitos eran instigación al odio y conspiración.
El gobierno venezolano también detuvo a quien nada tenía que ver con mensajes en su contra. Daniely Benítez fue detenida por cinco días en el Sebin de Caracas. El presidente del Parlamento venezolano y dirigente oficialista, Diosdado Cabello la mencionó en su programa como la escritora de los tuits de la cuenta @hipolita, sin embargo, se demostró que ella no fue. Más de 30 funcionarios del Sebin se la llevaron de su casa, junto a sus equipos informáticos. Su causa fue sobreseída. No hubo ni disculpas ni desmentidas por parte del Estado.
El último detenido hasta ahora por el Gobierno fue el coronel del Ejército José Martín Raga, quien tras declarar a Newsweek Español Venezuela se lo llevaron detenido por criticar la gestión gubernamental de Maduro. En su Twitter, @josemartinraga, se califica como chavista, sin embargo, no dejóde criticar la deficiente voluntad del Estado para activar la agricultura en Venezuela y sobre la complicidad de la Fanb en la llamada guerra económica.
Raga estuvo dos días detenido en el Sebin. En el Twitter de su esposa, agradeció “el gesto” de Maduro de liberarlo con la consigna, “Chávez Vive”.
El Cnel Raga esta libre. Gracias a todos ls q nos apoyaron.Gracias presidente @NicolasMaduro seguimos en la lucha por la patria. Chavez Vive
— MARISOL BRACAMONTE (@SARUMAN1) August 21, 2015
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