Escritora y periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich ganó el Premio Nobel de Literatura 2015

Svetlana Alexievich, winner of the 2015 Nobel Prize in Literature. Image from Wikimedia Commons.

Svetlana Alexiévich, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015. Imagen de Wikimedia Commons.

El Premio Nobel de Literatura para 2015 ha sido concecido a la autora bielorrusa Svetlana Alexiévich. La Academia Sueca, que concede el prestigioso premio, elogió a Alexiévich «por sus escritos polifónicos, un monumento al sufirimiento y el coraje en nuestro tiempo»:

ÚLTIMAS NOTICIAS: El Premio Nodel de Literatura 2015 se concede a la autora bielorrusa Svetlana Alexiévich.

Alexiévich, autora y periodista de investigación bielorrusa que escribe en ruso , ha sido elogiada por sus informes documentales y reportajes que retratan la vida y la guerra en la Unión Soviética y en la era postsoviética, sobre la base de muchas entrevistas exhaustivas. Es la décima cuarta mujer en recibir uno de los 111 Premios Nobel de Literatura que se han concedido, y el primer autor en idioma ruso a quien se concede el honor desde 1987, cuando Joseph Brodsky recibió el premio.

Sara Danius, secretaria permanente de la Academia Sueca, dijo a los periodistas el 8 de octubre en el anuncio del premio en Estocolmo que Alexiévich “nos ha ofrecido un nuevo material histórico y nos ha ofrecido un nuevo género”. El Wall Street Journal también destacó el trabajo más actual de la escritora, y la llamó «una crítica abierta del líder de su país y una destacada voz contra la participación de Rusia en Ucrania».

La obra de Alexiévich, que mezcla ficción y prosa documental para transmitir historias emotivas del rol de las mujeres en la Segunda Guerra Mundial y el desastre de Chernóbil basándose en relatos de testigos, ha sido traducida a muchos idiomas y recibido premios internacionales. Pero sus libros no se han publicado en su país natal, Bielorrusia, gobernado desde hace muchos años por el presidente Alyaksandr Lukashenka, debido a una constante represión contra la libre expresión y una censura generalizada.

La propia Alexiévich ha vivido la mayor parte de su vida en varios países europeos, a donde ha viajado con becas para escritores. Ha criticado abiertamente el férreo control de Lukashenko en Bielorrusia, incluidos los terribles antecedentes del país en derechos humanos y el continuo uso de la pena de muerte.

En una conferencia de prensa en Minsk, Bielorrusia, donde habló poco después del anuncio del premio, Alexiévich expresó que «no es una persona que haga barricadas» sino que el actual clima político en Bielorrusia «nos arrastra a barricadas porque lo que está ocurriendo es vergonzoso».

Narrando los horrores y dificultades de la vida de diversas crisis históricas en primera persona a través de palabras de los testigos, Alexiévich ha visto cómo sus «informes de investigación» se han convertido en favoritos de los críticos. La Academia Sueca aplaudió el compromiso de la escritora de preservar las voces de sus fuentes y dijo que «por medio de su extraordinario método –un collage cuidadosamente compuesto de voces humanas– Alexiévich profundiza nuestra comprensión de toda una era».

Svetlana Alexiévich, que ahora tiene 67 años, empezó a grabar relatos de audios de mujeres soldados que participaron en la Segunda Guerra Mudial mientras trabajaba como joven reportera de un periódico local en Bielorrusia en los años 70. Los relatos tuvieron como resultado su primer libro, «La guerra no tiene rostro de mujer». Durante mucho tiempo, su publicación estuvo prohibida pues se centraba en historias personales y no enfatizaba el rol del estado comunista, y recién se imprimiría en 1985.

Alexiévich continuó usando un enfoque con testimonios en primera persona cuando documentó la invasión soviética en Afganistán y grabó tristes relatos de madres que perdieron a sus hijos en el conflicto en su libro «Los chicos del zinc». «Tengo que atrapar a una persona en un momento en que la han sacudido», refirió Alexiévich al semanario ruso Ogonyok en 2014. «Mi oído siempre va por las calles».

La escritora y reportera volcó luego su atención al desastre nuclear de Chernóbil, que, aunque ocurrió en Ucrania en 1986, afectó a Bielorrusia más que a otro país, pues el lugar está muy cerca de la frontera. En 1998, publicó «Voces de Chernóbil», una colección de inolvidables relatos de personas que trabajaron en la limpieza nuclear luego del desastre. Muchos de sus entrevistados ya han fallecido, y sus voces ahora perduran en sus escritos.

Alexiévich dice que es una vergüenza que los personajes de Voces de Chernóbil ya no estén para saber de su Premio Nobel.

La obra más reciente de Alexiévich, «Tiempo de segunda mano» (2013), es su último trabajo de no ficción que examina el legado de la mentalidad soviética más de 20 años después del colapso de la URSS, y es lo más reciente de su gran ciclo de libros “Voces de Utopía”, donde ilustra la vida de la Unión Soviética desde la perspectiva de la persona.

Наш главный капитал — страдание. Это единственное, что мы постоянно добываем. Не нефть, не газ, а страдание. Я подозреваю, что именно оно и манит, и отталкивает, и удивляет в моих книгах западного читателя.

Nuestro principal capital es nuestro sufrimiento. Eso es lo único que extraemos constantemente. No petróleo, no gas, sino sufimiento. Sospecho que es lo que atrae y repele y sorprende al lector occidental en mis libros.

La autora ha atraído críticas de la élite intelectual bielorrusa por escribir en ruso y no en idioma bielorruso, lo que va a contrapelo del fuerte impulso de revivir la cultura y el idioma nacional en Bielorrusia. La propia Alexiévich ha expresado que «hay más europeo» en su biografía que ruso o bielorruso.

«Me considero una persona del mundo bielorruso, de la cultura rusa y una cosmopolita del mundo», manifiesta Alexiévich.

Svetlana Alexiévich nació el 31 de mayo de 1948 en el pueblo ucraniano de Ivano-Frankivsk, hija de un bielorruso y una ucraniana. Cuando su padre completó su servicio militar, la familia se mudó a Bielorrusa, donde ambos padres trabajaron como maestros. Luego de terminar el colegio, Alexiévich trabajó como maestra y como reportera, y estudió periodismo en la Universidad de Minsk entre 1967 y 1972. Actualmente vive en Minsk, a donde regresó luego de vivir en Europa para trabajar en su nuevo libro.

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