El Blog Action Day existe desde 2007. Se trata de un evento que despierta conciencia y genera debates importantes al unir a miles de blogueros, que se centra en un tema y que llega a una audiencia de millones.
No son pocas las voces que luchan por sobresalir en el convulso contexto político y social mexicano, donde un monótono letargo fomentado por los factores de poder busca convencer a la ciudadanía de que las políticas públicas, las reformas al texto constitucional y las acciones de gobierno, están “moviendo a México” por el buen camino.
Estas voces disidentes que se elevan a veces, en otras tantas son ofuscadas por la intolerancia recalcitrante, o se tergiversan con sombríos propósitos de aquellos que encuentran en la arbitrariedad y el autoritarismo el ambiente propicio para medrar, necesitan ser escuchadas.
Hoy, con ocasión del Blog Action Day 2015, #RaiseYourVoice (Alza tu voz) me refiero en específico a tres de estas voces que se niegan a callar la injusticia y la ignominia.
Alejandro Solalinde
Sacerdote católico convertido al activismo a favor de los migrantes. Alejandro Solalinde ―como pocos en México― ha entendido que la migración debe ser atendida como fenómeno, no como un problema que “hay que solucionar”. Desde el año 2007 fundó el albergue Hermanos en el Camino localizado en Ciudad Ixtepec, Oaxaca (suroeste mexicano) para brindar asistencia humanitaria a viajeros del país y de América Central, que principalmente a bordo del tren de carga conocido por el vulgo como “La Bestia” buscan llegar a los Estados Unidos de América donde esperan encontrar mejores oportunidades.
Los migrantes que cruzan por la frontera sur de México hacia los Estados Unidos de América, así como los migrantes nacionales con el mismo destino, se encuentran a merced de grupos armados y otros delincuentes que operan en el país, siendo constantemente víctimas de robo, abuso sexual, violación y otros delitos. Por parte de los agentes del Estado que en el plano ideal deberían protegerles, son objeto de extorsiones, abusos de autoridad e intimidaciones, con la omisión complaciente del Instituto Nacional de Migración y otras autoridades del ramo. Ante lo anterior, Solalinde constantemente se ha pronunciado para posicionar el tema en la agenda pública y buscar un trato digno para quienes transitan por nuestro país buscando una mejor vida.
En una interesantísima pieza para Gatopardo, Emiliano Ruiz Parra describe la humildad con la que Solalinde vive, así como otro aspecto de su discurso que incomoda al poder de la iglesia católica:
Se juega la vida al oponerse a una industria en la que se confabula la más alta política con el crimen organizado: el secuestro de migrantes. Nunca será consagrado obispo porque dice lo que piensa de su madre iglesia: que no es fiel a Jesús sino al poder y al dinero; que es misógina y trata con la punta del pie a los laicos y a las mujeres, y que no es la representante exclusiva de Cristo en la Tierra.
Solalinde sabe que desafiar a los poderes en un país de democracia incipiente como lo es México, conlleva riesgos. “soy consciente de que en cualquier momento me van a matar, pero que no lo han hecho porque están evitando el costo político”, dijo en entrevista para Laura Weffer Cifuentes de Efecto Cocuyo.
Javer Sicilia
Periodista, escritor y poeta, convertido al activismo ―igual que Solalinde― ha dejado de lado sus ocupaciones primarias para pronunciarse por un alto a la violencia, a la impunidad y a la injusticia de México. Sicilia tuvo otras razones para llegar al activismo, ya que sufrió en carne propia las consecuencias del conflicto armado que vive el país luego del homicidio de su hijo a manos de la delincuencia organizada.
Sicilia llevó su voz de hartazgo a muchos rincones del país, e incluso de Estados Unidos, con una caravana. Al frente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad hizo escuchar su reclamo en los más altos foros, incluido un desgarrador encuentro con el expresidente Felipe Calderón, a quien exigió respuestas y acciones concretas contra el clima de violencia que, a la fecha, persiste en gran parte del territorio mexicano.
Hace casi un año, a raíz de la masacre de Iguala ―a la que nos referiremos más adelante― Sicilia habló de las protestas generalizadas, aunque advirtió sobre el tinte pacifista que debe conservarse:
Que esto no se diluya, hay que subir el tono, no en la violencia, sino en la construcción. Hay que acompañar la protesta con propuesta.
Familiares de las víctimas del caso Iguala – Ayotzinapa
Padres, madres, hermanos y otros familiares de los estudiantes desaparecidos y muertos en los hechos violentos de Iguala, Guerrero, ocurridos en septiembre de 2014, han levantado también la voz en contra de la violencia impune que aqueja al país. Es de aclararse que no sólo los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa fueron privados de la vida en aquella ocasión, sino otras personas más, ajenas al activismo de la mencionada escuela y que constantemente son olvidadas en el frenesí mediático que ha acompañado al caso.
Desde que ocurrieron los hechos se llevan a cabo marchas y jornadas de activismo ―#AcciónGlobalPorAyotzinapa― para exigir la presentación con vida de los estudiantes (aunque existan evidencias forenses sobre su muerte); algunos entre las miles de personas que acompañan a los familiares de las víctimas claman por justicia por el homicidio o acaso desaparición forzada de los estudiantes a manos de agentes del Estado mexicano. Lastimosamente, ha habido ocasiones en las que esta protesta se ha tornado violenta, sin que aquellos que la encabezan hagan un pronunciamiento categórico para aclarar el tono pacifista y de rechazo a la violencia que debiera acompañar las manifestaciones.
Una de estas voces es la de Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora Venancio ―cuyos restos fueron identificados por peritos de la universidad austriaca a cargo de analizar los fragmentos óseos recuperados del Basurero de Cocula― quien se ha pronunciado así contra la actual administración:
Nosotros como campesinos no podemos manifestarnos contra él [gobierno] porque nos está matando, nos tortura; no es un gobierno para apoyar a la gente. Es un gobierno corrupto y delincuente, más que nada, porque ellos son los que han matado a todos los luchadores sociales. No los mata otra gente, los mata el mismo gobierno.
Hoy, 16 de octubre de 2015, con motivo del Blog Action Day es que utilizo este medio para unir mi voz a la de las personas aquí mencionadas y que en algún momento han sido amenazadas por expresar su descontento ante el conflicto armado que vive el país. Saludo sus expresiones y las apoyaré mientras sean pacíficas y apegadas a la ley, amparadas por el derecho fundamental a la libertad de expresión.