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La R.D. Congo prohíbe una película sobre un célebre médico que trata a supervivientes de violación

Categorías: África Subsahariana, R.D. Congo, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Mujer y género, Salud
Captura de pantalla del documental «El hombre que reparaba a las mujeres» [1]

Captura de pantalla del documental «El hombre que repara a las mujeres»

La película L’Homme qui répare les femmes, La colère d’Hippocrate [1] [«El hombre que repara a las mujeres. La cólera de Hipócrates»] realizada por la periodista Colette Braeckman [2] y el cineasta Thierry Michel [3] sobre el trabajo del doctor Denis Mukwege ha sido proyectada desde marzo de 2015 en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, en Bruselas, París y Montreal. Pero en su país de origen, la República Democrática del Congo, su exhibición ha sido prohibida en todo el territorio nacional, incluyendo al Instituto Francés de Kinshasa [4], donde estaba prevista su proyección el 8 y el 9 de setiembre de 2015.

El Dr. Denis Mukwege es un ginecólogo congoleño especializado en el tratamiento de mujeres que han sufrido violaciones colectivas [5] por parte de los soldados de cualquier bando en las guerras de los minerales que se han producido en la región. Mukwege se ha convertido en el principal experto mundial sobre la reparación de los daños físicos internos causados por las violaciones en grupo.

El film fue subido a YouTube a principios de setiembre, y recibió más de 13 000 visitas en una semana. Por restricciones de los derechos de autor, ya no se encuentra disponible en esa plataforma, pero puede verse su tráiler:

«Parece inferir que la violencia sexual está vinculada al ejército»

A través del Ministerio de Comunicaciones y el portavoz oficial, Lambert Mende, el gobierno congoleño justificó [6] la prohibición, calificando la película de difamatoria y de albergar un claro deseo de mancillar la imagen del ejército congoleño.

En una nota titulada RDC: La guerre d'images et le film «L'homme qui répare les femmes» [7] [«RDC: La guerra de imágenes y la película ‘El hombre que repara a las mujeres'»], publicada en la web Lubumbashi Infos, el periodista y bloguero Didier Mukaleng-Makal Kanteng, presenta una síntesis desde la ciudad de Lubumbashi (RDC), y explica la parte controvertida:

Dr Mukwege accueilli par des applaudissements, à son entrée dans une grande salle, passe à la tribune. « Témoin des atrocités commises contre les femmes et sur les femmes, depuis 15 ans », il prononce ces paroles :

« Dans les zones en conflits, poursuit-il, les batailles se passent sur les corps des femmes. Les viols se commettent avec extrême brutalité. Une véritable arme de guerre, si pas même, une stratégie de guerre mais qui est beau marché. Mais redoutablement efficace. »

  • A partir de « une véritable arme de guerre… », dans ce discours, le film montre en panoramique, un paysage de désolation, presqu’enflammé. Une image presqu’apocalyptique. Apparaissent alors une camionnette de l’armée congolaise ; des militaires bien armés, en alerte.
  • Dans le même discours, à partir de de la séquence « arme redoutablement efficace », est lancé un mortier. Des civils en fuite apparaissent en dessous de la trajectoire des tirs, et s’entend cette voix d’un « commandant ? » : « un peu en bas », comme pour atteindre ces civils. Enfin apparaît une colonne des déplacés de guerre… puis, retour au discours du médecin.

Sur base de ces images (bien sûr limitées mais pourtant mises en exergue!), les violences sexuelles semblent liées à l’armée.

El Dr. Mukwege, acogido con aplausos a su entrada en una gran sala, se dirige a la tribuna. El «testigo de las atrocidades cometidas contra las mujeres y sobre el cuerpo de las mujeres desde hace 15 años», pronuncia estas palabras:

«En las zonas en conflicto –continúa– las batallas suceden sobre el cuerpo de las mujeres. Se cometen violaciones con extrema brutalidad. Una auténtica arma de guerra, si no una auténtica estrategia bélica muy barata. Pero extremadamente eficaz».

  • A partir de «Una auténtica arma de guerra… » en el discurso, el film muestra la panorámica de un paisaje desolado, casi en llamas. Una imagen casi apocalíptica. Entonces aparece una camioneta del ejército congoleño con militares bien armados y alerta.
  • En el mismo discurso, a partir de la secuencia «arma extremadamente eficaz», se lanza un mortero. Aparecen civiles huyendo bajo la trayectoria de los disparos, y se oye la voz de un «¿comandante?»: «Un poco más abajo», como para acertar a los civiles. Por fin aparece una columna de desplazados de guerra… y se vuelve al discurso del médico.

Basándose en estas imágenes (limitadas, y sin embargo enfatizadas), la violencia sexual parece relacionada con el ejército.

El doctor Denis Mukwege, el realizador belga Thierry Michel y Hillary Clinton. Fuente: mobile.sudinfo.be.

La credibilidad del gobierno congoleño en juego

La asociación Scam.fr tiene como objetivo que se reconozca el estatus y se otorgue protección y derechos de distribución por la difusión de sus obras a los realizadores de documentales. Agrupa a más de 37 000 periodistas y autores de documentales. Esta asociación deplora la prohibición de difundir la película en la R.D. Congo y explica por qué es nefasta esta censura [8]:

La vague mondiale de réactions politiques et professionnelles s'alarmant de cette interdiction devrait suffire à faire comprendre au Gouvernement congolais qu'il est essentiel pour sa crédibilité  interne et externe qu'il accepte que se réalise un travail nécessaire de mémoire pour rétablir l'honneur des femmes concernées et plus encore pour protéger toutes les femmes de nouvelles exactions.

La ola mundial de reacciones políticas y profesionales de alarma por esta prohibición debería ser suficiente para hacer entender al gobierno congoleño que para su credibilidad interna y externa es esencial aceptar que se lleve a cabo el necesario trabajo de memoria para restablecer el honor de las mujeres afectadas, y lo que es más, para proteger a todas las mujeres de nuevos atropellos.

Numerosas fuentes documentan que son miembros de grupos rebeldes locales y extranjeros, así como las fuerzas regulares [9] los que cometen estos delitos odiosos. El antiguo presidente Laurent-Désiré Kabila [10]padre del actual, Joseph Kabila Kabange [11], que llegó al poder al frente de una guerrilla, y gobernó unos cuatro años, es muy vulnerable en esta historia. Ya se atribuyan estas atrocidades a fuerzas rebeldes o regulares, el antiguo presidente dirigió sucesivamente las dos categorías de combatientes acusadas de violaciones.

Por tanto, se puede entender que el gobierno congoleño se sienta avergonzado por el extraordinario trabajo y las denuncias del Dr. Denis Mukwege, apoyado por la sociedad civil internacional. El pasado 30 de mayo, mucho antes de que se prohibiera esta película, journeefemmeafricaine.com escribía [12]:

De nombreuses personnes se mobilisent depuis quinze années, dénoncent, se mobilisent, hélas, pour bien peu de résultats. Est-ce une raison pour abandonner ? Certainement pas, bien au contraire. Nous gardons à l’esprit l’exemple d‘Aoua Keita [13] initiatrice de la Journée Internationale de la Femme Africaine et fort de cette femme inspirante que nous nous disant que nous ne pouvons pas ne pas faire quelque chose, aussi infime que cela semble face au traitement inhumain que subissent les femmes dans les zones de combats en République démocratique du Congo.

Nous nous pensions impuissantes parce que nous ne pouvions nous impliquer sur le terrain, mais c’est faux, chaque geste compte dans de tels cas. Et il faut pouvoir faire à sa mesure, là ou l’on se trouve avec les moyens dont on dispose…

Numerosas personas se movilizan desde hace quince años, denuncian, se sublevan, con resultados nimios. ¿Es razón para abandonar? Desde luego que no, más bien todo lo contrario. Tenemos presente el ejemplo de Aoua Keita [14], fundadora de las Jornadas Internacionales de la Mujer Africana, e inspirados por esta mujer nos decimos que no podemos negarnos a hacer cualquier cosa, por ínfima que parezca ante el trato inhumano que sufren las mujeres en las zonas de combates de la República Democrática del Congo.

Nos creíamos impotentes porque no podíamos intervenir sobre el terreno, pero no es cierto, cada gesto cuenta en casos como estos. Y hay que hacer lo que se pueda, donde se esté y con los medios de los que se disponga…

Premiada en el extranjero, amenazada en casa

Una petición lanzada por Me Hamuli Rety, antiguo presidente de la Asociación de Abogados del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, firmada por más de 50 000 [15] personas, resume los antecedentes de la violencia contra las mujeres en la República Democrática del Congo:

L’UNICEF a ainsi rapporté avoir pris en charge 38 000 cas de violences faites aux femmes pour la seule année 2007. La FIDH (Fédération Internationale des ligues des Droits de l’Homme) parle de 3 300 cas en 2012 pour la seule province orientale, soit environ dix cas par jour. L’ONU, quant à elle, affirme qu’en moyenne 48 femmes sont ainsi violées toutes les heures en République Démocratique du Congo. Les constats sont là mais les solutions restent désastreuses : aucune de ces autorités n’a pris de mesures efficaces pour faire cesser ces crimes.

UNICEF registró 38 000 casos de violencia contra las mujeres solo en el año 2007. La FILDH (Federación Internacional de Ligas por los Derechos Humanos) habla de 3 300 casos en 2012 solo en la provincia oriental, es decir, unos diez casos diarios. En cuanto a la ONU, afirma que una media de 48 mujeres son violadas cada hora en la República Democrática del Congo. Los números están ahí, pero las soluciones siguen siendo desastrosas: ninguna de estas autoridades ha tomado medidas eficaces para acabar con estos crímenes.

Estas cifras de mujeres violadas deben tomarse con precaución, ya que en realidad podrían ser mucho más elevadas. La web wikistrike.com cita un estudio [16] publicado en el American Journal of Public Health, según el cual más de 400 000 mujeres y niñas de 15 a 49 años fueron violadas en el intervalo de 12 meses entre 2006 y 2007, lo que multiplica por 26 las cifras que baraja la ONU para el mismo período.

Por su acción humanitaria dirigida a restituir el honor de las mujeres y niñas violadas, el Dr. Denis Mukwege ha recibido una veintena de premios y distinciones nacionales e internacionales, entre ellos, el premio de Derechos Humanos de Naciones Unidas [17], el premio Sájarov [18] a la libertad de conciencia que concede el Parlamento Europeo [19], el premio de la Fundación Clinton [20], el premio Olof Palme [21], el premio Inamori a la Ética 2014 [22] (Japón-EE.UU.), el premio Primo Levi [23] (Italia), el premio Solidaris [24] del hospital Saint-Pierre de Bruselas (Bélgica) y la medalla de la Real Academia de Ciencias Ultramarinas [25] de los Países Bajos.

Pero en su propio país, el gobierno sigue ignorando a Mukwege, mientras que ciertos grupos terroristas lo amenazan [26]. En su país, el doctor no se desplaza sin una escolta de soldados de Naciones Unidas.