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Protestas para bajar las matrículas paralizan las universidades sudafricanas

Categorías: África Subsahariana, Sudáfrica, Derechos humanos, Educación, Juventud, Medios ciudadanos, Política, Protesta
Students argue that fee hikes will exclude South Africans such as the ones living in this poor township, Khayelitsha. Photo by Tomasz Grzyb, copyright Demotix (09/01/2008)

Los estudiantes alegan que la subida de las tasas excluirá a los hijos de las familias pobres, en su mayoría sudafricanas negras, como las que viven en este pueblo pobre de Khayelitsha. Foto de Tomasz Grzyb, copyright Demotix. 9 de Enero, 2008.

El gobierno sudafricano pretende aumentar las tasas de las matrículas universitarias en 2016, hasta un 12 por ciento. Los estudiantes alegan que este incremento impedirá el acceso de los sudafricanos pobres, en su mayoría negros, a la educación superior. Las protestas contra la propuesta de subir las tasas, que comenzaron en la Universidad Witwatersrand (también conocida como Wits) el miércoles pasado, 14 de octubre, se extendieron a otras de las universidades principales, como la Universidad de Ciudad del Cabo, la Universidad Rhodes, la Universidad Metropolitana Nelson Mandela, la Universidad de Limpopo y la Universidad Tecnológica Península del Cabo.

Cientos de estudiantes irrumpieron en las puertas [1]del Parlamento Sudafricano el martes, coreando «las tasas deben bajar». El mismo día, miembros del grupo opositor Economic Freedom Fighters (luchadores por la libertad económica) fueron expulsados [2] del parlamento, tras mostrar su apoyo gritando la consigna de los manifestantes.

El presidente Jacob Zuma programó encontrarse con los líderes estudiantiles [3] el viernes 23 de octubre para debatir sobre el tema. La Universidad Wits, donde comenzaron las protestas, ha decidido suspender temporalmente [4] sus planes de aumentar las tasas estudiantiles al 10.5 por ciento.

Según un artículo [5] de la Associated Press de Christopher Torchia, el coste medio de la matrícula para un estudiante de grado en humanidades en Wits está entre 2,200 y 3,200 dólares estadounidenses (USD) este año, habiendo además un pago extra de 730 USD. (El coste de los libros de texto y el alojamiento no está incluido). Los manifestantes estudiantiles y sus simpatizantes piden un «incremento cero».

En su análisis de las protestas, el presidente del Consejo Representante Estudiantil de la Universidad Wits, Mukhove Masutha, afirma [6] que los principales objetivos de las protestas son restaurar la dignidad de las comunidades e interrumpir «la puerta rotatoria de la pobreza»:

If this revolving door of poverty and marginalisation is not militantly disrupted today, the majority of South African sons and daughters will follow in my mother’s footsteps of normalized pain and conscious submission to a humiliating system. This is the lens through which one must look at the revolutionary, anti-fee increase movement led by Students Representative Council at the University of the Witwatersrand and other campuses across the country. It is for this reason that I argue that free higher education will be the biggest salary increment our mothers will ever receive in their lifetime.

Restoring the dignity of our communities and safeguarding our future and that of our country is an ideal that we must beg no one for. The current wave of protest must mark a declaration of war to all those participating in the commodification of higher education as a product in the market. The time for rhetoric has come to an end, we must take it from here.

Si esta puerta giratoria de la pobreza y la marginalización no se frena hoy radicalmente, la mayoría de los hijos e hijas sudafricanos seguirán los pasos de mi madre hacia el dolor normalizado y la sumisión consciente a un sistema humillante. Este es el prisma a través del cual uno debe mirar el movimiento revolucionario contra el aumento de las tasas liderado por el Consejo Representante Estudiantil en la Universidad de Witwatersrand y otros campus universitarios a lo largo del país. Es por esta razón que sostengo que la educación superior gratuita será el mayor aumento salarial que reciban nuestras madres en toda su vida.

Recuperar la dignidad de nuestras comunidades y salvaguardar nuestro futuro y el de nuestro país es un ideal por el que no debemos suplicar a nadie. La actual ola de protestas debe marcar una declaración de guerra a todos aquellos que participan en la mercantilización de la educación superior como producto de mercado. El momento para la retórica ha acabado, debemos entrar en acción.

Analizando el tema desde una perspectiva legal, el profesor de derecho y bloguero Pierre de Voz  [7]advirtió [7] que limitar el acceso a la educación superior a los estudiantes pobres podría ser anticonstitucional. La educación superior en Sudáfrica, opina, es un derecho y no un privilegio:

Given this disastrous state of affairs a good argument can be made that the state and University managements have been infringing on at least two of the constitutional rights of those who have the ability and inclination to further their studies but are hampered from accessing higher education by their lack of funds or are prevented from succeeding because of a lack of academic support.

First, section 29(1)(b) of the Constitution states that everyone has the right “to further education, which the state, through reasonable measures, must make progressively available and accessible”. Unlike the other social and economic rights contained in section 26 and 27 of the Bill of Rights, this right is not qualified by requiring the state to make further education available and accessible only “within its available resources”.

This means the state will not automatically be able to justify its failure to make further education available and accessible to more students, on the basis that no resources are available to do so. The drafters of the Constitution thus decided to treat education differently from the right to housing, health care and sufficient food and water, which the state has a duty to make accessible progressively but only within its available resources.

Dada la situación desastrosa en la que nos encontramos, se puede argumentar que el estado y las directivas universitarias han estado infringiendo al menos dos de los derechos constitucionales de aquellos que tienen la habilidad y la disposición para continuar sus estudios pero se ven obstaculizados en su acceso a la educación superior por la falta de recursos o se les impide el éxito debido a la falta de apoyo académico.

Primero, la sección 29(1)(b) de la Constitución declara que todo el mundo tiene derecho a «continuar su educación, la cual el estado, a través de medidas dentro de lo razonable, debe hacer progresivamente más disponible y accesible». A diferencia de otros derechos sociales y económicos contenidos en la sección 26 y 27 de la Carta de Derechos, este derecho no está limitado requiriendo que el estado haga la educación superior más disponible y accesible sólo «dentro de sus recursos disponibles».

Esto significa que el estado no podrá justificar automáticamente su incapacidad de hacer la educación superior más disponible y accesible para más estudiantes, bajo la excusa de que no hay recursos disponibles para ello. Los creadores de la Constitución decidieron por tanto tratar la educación de manera diferente al derecho a la vivienda, la sanidad, la alimentación y el agua suficiente, las cuales el estado tiene la obligación de hacer progresivamente más accesibles pero sólo dentro de los recursos disponibles.

Blogueando en «Africa Is a Country», Vio Laterza analiza [8] cómo las protestas están pasando a abordar otros temas como la subcontratación del personal universitario.

Protesters’ requests include the end of outsourcing of all university personnel – cleaning staff is one such example, fetching very low pay under precarious contracts. Outsourced workers have already started to join, showing that a broader convergence of interests is a real possibility. (For example, 3 of the 23 people arrested at UCT on Tuesday where workers. At some point campus security and a bus shuttle service drivers also joined the protests)

This alliance would give university students the role of ‘spokespersons’, articulating demands for racial and economic justice coming from across the country. From informal settlements and townships to disenfranchised rural areas, people have been expressing discontent with their conditions in their own specific ways and contexts, and are calling for change. Their voices remain largely unheard in a national debate dominated by a strong bias towards university-educated citizens – that’s why university protests attract widespread media attention and can have a significant impact on policy-making.

Las demandas de los manifestantes incluyen el fin de las subcontratas de personal universitario – personal de limpieza, por ejemplo, que llega a cobrar salarios muy bajos bajo contratos precarios. El personal subcontratado ha comenzado a unirse, demostrando que una mayor convergencia de intereses es una posibilidad real. (Por ejemplo, tres de las 23 personas arrestadas en la UCT [Universidad de Ciudad del Cabo} el martes eran trabajadores. En algún momento también se han unido a las protestas personal de seguridad del campus y conductores de un servicio de autobús)

Esta alianza daría a los estudiantes universitarios el rol de «portavoces», articulando las demandas por justicia racial y económica que llegan de todo el país. Desde los asentamientos informales y pueblos a las áreas rurales marginadas, la gente ha venido expresando su descontento con su situación a su propia manera y en su propio contexto, y están pidiendo un cambio. Sus voces siguen siendo ampliamente ignoradas en un debate nacional dominado por una fuerte preferencia hacia los ciudadanos con estudios universitarios – razón por la cual las protestas universitarias han suscitado una extensa atracción mediática y podrían tener un impacto significativo en la toma de decisiones.

El siguiente video de YouTube muestra a miembros de los Economic Freedom Fighters siendo expulsados del parlamento por corear «las tasas deben bajar»:

En Twitter, estudiantes, padres, políticos y celebridades están usando la etiqueta #FeesMustFall [9] (las tasas deben bajar) para expresar su enfado y desacuerdo con las subidas.

Legafele resumió los beneficios de las protestas para el país:

Hay beneficios futuros para el país en el #FeesMustFall. ¡La hija de una trabajadora doméstica puede convertirse en ingeniera como el patrón de ésta!

En referencia a los estudiantes que han sido arrestados desde el inicio de las protestas un usuario de Twitter destaca:

Todos los que seamos capaces, por favor hagamos lo mismo. Necesitamos llenar cada hueco de las celdas hasta que rebosen. Hagamos parodia de la injusticia.

Escribiendo sobre el mismo tema de los estudiantes arrestados, Sentlese dijo:

Si esos chicos salen con antecedentes, el régimen del Congreso Nacional Africano habrá conseguido dos objetivos: dejarles sin educación y con antecedentes criminales.

Mathew Buckland no podía dejar de notar cuán multiraciales son los manifestantes:

Me encanta lo multiraciales que son las multitudes de estudiantes manifestándose.

Lelo Amaka B destacó que los estudiantes ni siquiera piden educación gratuita, la cual está garantizada por el Congreso Nacional Africano en el poder:

Los estudiantes ni siquiera están pidiendo la prometida Educación Gratuita, simplemente piden que no se suban las tasas que ya son exorbitantes.

Algunos internautas temen que Sudáfrica pueda incluso mostrar signos de estar convirtiéndose en un estado policial

Reprimir la libertad de expresión por la fuerza bruta es un indicador de un estado policial en desarrollo.

La policía ha estado utilizando [5] pelotas de goma, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra los estudiantes.

Chris tuiteó, refiriéndose a algunas de las protestas más sangrientas jamás vistas en Sudáfrica: los disturbios de Soweto [17], la masacre en Lonmin [18], y la masacre de Sharpeville [19].

Las armas en June76, marikana y shapville no han conseguido que dejemos de expresar nuestra insatisfacción contra el sistema.

Algunos estudiantes son familiares de los agentes de policía, Sentletse escribió:

«Mi padre es policía. Quiero verle dispararme».

Khaya Dhlanga felicitó a los estudiantes por su valentía:

«Dejen que los chicos nos liberen de nuestra propia ceguera. Viva la juventud del 2015 viva!»

También advirtió al Congreso Nacional Africano en el poder:

La inmensa mayoría de la gente de este país son jóvenes. El mayor grupo de votantes. El CNA debe actuar rápido. Sean amigos de la juventud.

Las protestas están enseñando a otros países africanos, como Kenia, el poder de las palabras:

Donde los sudafricanos dicen «debemos», nosotros (keniatas) a menudo decimos «deberíamos». El poder del encuadre. Estamos aprendiendo.

Por último, el Dr. Achille Mbembe habla [29] del elefante en la habitación, políticamente hablando:

The big question (and fear) in the ANC is whether, in what is going on, one might identify the seeds of an “Arab Spring”.

 La gran pregunta (y el miedo) en el CNA es si, en lo que ocurre, se podrían entrever las semillas de la «Primavera Árabe». 

Para actualizaciones en vivo sobre las protestas, por favor visite The Daily Vox [30].