La Revolución de los paraguas de Hong Kong en cómic

Foto de la protesta en el distrito de Admiralty (Hong Kong) en 2014

Protesta en el distrito de Admiralty (Hong Kong) en 2014. Foto: Jason Li.

Nota del editor: Este artículo ha sido escrito por Jason Li, el dibujante de «Add Oil Comics». Li refleja en sus tiras cómo le inspiró el debate que rodeaba la Revolución de los paraguas, una serie de protestas ocurridas en Hong Kong para exigir elecciones auténticamente democráticas. Lo que diferencia el trabajo de Jason de otros cómics satíricos es su uso de las imágenes para contar los acontecimientos sociales a la gente normal: su estilo coloquial invita a los no activistas a que se unan al debate. Por esa razón, en ocasiones se hacen virales cuando inmediahk.net los publica en su página de Facebook. Este es el primer artículo de una serie que relata su experimento de crear un nuevo género de tiras cómicas políticas.

Entrábamos en el segundo mes de Occupy Hong Kong. Montones de estudiantes y adultos acampaban en vecindarios de fuerte tráfico, inmersos en una batalla por un proceso más abierto y democrático para la elección del funcionario gubernamental de mayor rango en la ciudad, el jefe ejecutivo.

A pesar de ocupar una autopista de cuatro carriles en el centro y varios cruces estratégicos por toda la ciudad, los manifestantes aún no habían convencido al gobierno de cambiar sus planes para la reforma electoral. Tenían el número —más de 100 000 personas se unieron a la protesta en su momento más álgido. Tenían la atención del mundo —Occupy Hong Kong apareció en portada de la revista Time no una, sino dos veces. Y pedían educadamente —la protesta se mantuvo pacífica a pesar de las incursiones de la policía y grupos organizados. ¿Qué más podían hacer los manifestantes para que el gobierno cambiara de idea?

Yo apoyaba las protestas y quería ayudar. Pero el mundo de la política me era extraño, y no estaba seguro de qué podía hacer. Durante muchas noches seguidas, mi amigo Lokman Tsui y yo nos acercamos a la sentada al lado de la autopista para mostrar nuestro apoyo. Era electrizante sentirse parte del movimiento, pero conforme pasaban las semanas, comenzó a notarse el desaliento. Nuestro número disminuía y el gobierno se limitaba a esperar que nos agotáramos. El ambiente sobre el terreno era tenso. Nadie sabía qué iba a pasar.

Como muchos otros durante ese periodo, yo estaba pendiente de las noticias. Un día, examinando los titulares, me topé con un artículo en Inmediahk —una web local independiente de noticias en chino— escrito por una joven estudiante de magisterio que hablaba de sus problemas en casa. El texto tenía una redacción enérgica, poética en su concisión, y describía un problema al que se enfrentaban muchos de los estudiantes que se habían unido a la protesta. La autora hablaba de la tensa situación que se había producido entre ella —una ávida defensora de las protestas— y su madre, que consideraba a los manifestantes unos niñatos malcriados. La joven terminaba su artículo pidiéndole a su madre que se fijara en el descalabrado sistema que la rodeaba, en lugar de sacar su información de los tendenciosos medios tradicionales locales.

Leyendo el artículo no pude por menos que imaginar qué aspecto tendría en forma de cómic. Cuando llegué al final, el dibujante que llevo dentro ya había decidido que sería un cómic genial. Pero para cerciorarme de que mi instinto no se había descontrolado, lo consulté con Lokman. Le envié un correo electrónico preguntándole «¿Qué te parece si convertimos esta carta en un cómic con versiones en inglés y en chino?». «¡Me encanta la idea!», respondió.

Primer borrador del cómic.

Primer borrador del cómic.

Tras varios días de dibujar, corregir y colorear, quedé satisfecho con el resultado final. Publiqué el cómic en Tumblr, Twitter y la web de Inmediahk. El cómic recibió cierto reconocimiento en Tumblr y Twitter (35 y 50 reblogs y retuits, respectivamente), pero no consiguió una gran respuesta en Inmediahk ((1 o 2 comentarios poco relevantes). No fue una respuesta estelar, aunque en ese momento yo no tenía grandes expectativas. Convertir el artículo en un cómic fue tanto un acto de autoexpresión como un experimento sobre publicación y concienciación en Internet.

Lea la versión original en chino de este cómic

Lea la versión original en chino de este cómic

Unos días después, Lokman y yo hablamos con el equipo de Inmediahk con el fin de publicar el cómic en su página de Facebook. Suponíamos que pedirlo no podía hacer ningún daño, ya que nosotros no teníamos acceso a su público principal, compuesto de estudiantes y profesionales de lengua china y residentes en Hong Kong (por ejemplo, Tumblr y Twitter no tienen mucho tirón aquí). Después de un tira y afloja, accedieron a publicarlo.

Unas horas después, se había hecho viral.

Los comentarios iban llegando. Primero, una oleada de conmiseración:

我以為得我一個先同老豆老母抄大獲 :-(

Pensaba que yo era el único que había tenido una fuerte bronca con sus padres :-(

我爸媽都係咁的:’(

Mi padre y mi madre también son así :’(

Triste pero cierto.

Después, una oleada de consuelo:

你地只想用生命同身體來改變社會,但你父母只想用身體同生命來守護你

Quieres usar tu cuerpo y tu vida para cambiar la sociedad, pero tus padres solo saben usar su cuerpo y su vida para protegerte.

不要緊。相信自己的信念就可以了。父母年紀大、要改變他們的想法不是一件容易的事。

No te preocupes. Mantente firme en tus creencias. Nuestros padres son viejos, no es fácil cambiar su forma de pensar.

Algunos padres solidarios se unieron a la oleada:

我跟兒子一起去旺角,看見他中胡椒噴霧,吃警棍,心好痛,跑到前面叫警察不要亂打示威者。只為了兒子將來在香港可以生活得有尊嚴。

Fui con mi hijo a Mong Kok, vi cómo lo rociaban con gas pimienta, cómo le pegaban con una porra de policía, me rompió el corazón, corrí a decirle a la policía que no golpeara aleatoriamente a los manifestantes, solo quiero que mi hijo pueda vivir dignamente en Hong Kong.

La cantidad e intensidad de las respuesta fue apabullante. Esperaba que mi cómic tuviera cierto eco entre el público de inmediahk.net, pero no podía imaginar que la gente conectaría con él emocionalmente, que encontraría consuelo en sus palabras, que sentiría la necesidad de compartir sus propias historias. Nunca hubiera soñado que se compartiría en Facebook 2 696 veces (el artículo original de texto «solo» se compartió 810 veces) y llegaría a un total de 783 872 personas. En los días siguientes vi atónito cómo seguían aumentando los números y los comentarios.

Cuando la actividad se redujo hasta detenerse una semana más tarde, me di cuenta de que tenía algo importante entre manos.

Una versión de este artículo fue publicada originalmente en Medium el 24 de octubre de 2015.

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