Dos casas editoriales en Dhaka, Bangladesh, sufrieron brutales ataques el 31 de octubre por parte de agresores armados quienes tomaron la vida de un hombre y dejaron a otros dos en estado grave. Ante los cuatro asesinatos de blogueros seculares en Bangladesh este año, los ataques representan un poderoso incremento de amenazas contra los intelectuales progresistas del país.
Ambas editoras mantenían lazos con el autor y bloguero «bangladesí-estadounidense» Avijit Roy, quien fue asesinado mientras caminaba con su esposa, Rafida Ahmed, en febrero del 2015. Ahmed, quien fue herida de gravedad en el ataque, ha criticado desde entonces al gobierno por su inactividad y el ataque a su esposo como «bien planeado, estudiado — un acto global de terrorismo».
Los ataques a Shuddhashar Prokashani y Jagriti Prokashony
Aún no se confirma quienes llevaron a cabo el ataque el 31 de octubre del 2015. En el primer incidente, un grupo de 5 o 6 agresores entraron a la oficina de Shuddhashar Prokashani (Voz Pura Publicaciones) en Shyamoli, fingiendo ser clientes. Usando machetes y una pistola, atacaron a Ahmedur Rashid Tutul y otros dos escritores (también blogueros) Ranadipam Basu y Tareq Rahim, presentes en ese momento. Los agresores cerraron la oficina desde afuera y huyeron.
Ranadipam describió el ataque en Facebook justo momentos después. La policía llegó rápido y llevaron de inmediato a los hombres al hospital. Según su último informe, Ranadipam ha sido dado de alta. Tutul y Tareq permanecen hospitalizados y están bajo observación.
Ahmedur Rashid Tutul había publicado varios libros escritos por Avijit Roy. Informó que a principios de año recibió amenazas dos días después de la muerte de Roy en febrero.
Los tres blogueros también escriben en la plataforma de blogs Bangla, Sachalayatan.
Aproximadamente tres horas después, el cuerpo de Faisal Arefin Dipan, quien dirigía la editorial Jagriti Prokashoni, fue encontrado muerto en su oficina en el Supermercado Aziz de la Plaza Shahbag. Al igual que en el primer incidente, los asesinos cerraron la oficina y huyeron. Dipan pronto fue encontrado por la policía y su padre, quien corrió a la oficina al enterarse del ataque anterior. Dipan fue encontrado tirado en un charco de sangre, con cortes profundos en el cuello y la parte superior del hombro.
Jagriti Prokashony había publicado el popular libro de no ficción de Avijit Roy «Biswaser Virus» (Virus de Fe), que describe el violento extremismo religioso como un «virus». El libro fue muy popular entre los racionalistas y librepensadores, pero atrajo muchas críticas de los radicales islamistas, quienes afirmaban que propugnaba el ateísmo.
Tutul está «ayudando a mantener con vida la libertad de expresión en Bangladesh»
Al reflexionar sobre su obra contemporánea, el bloguero Arifur Rahman escribe sobre Ahmedur Rashid Tutul:
Ahmed is fearless in a sense, when Bangladesh is consistently sliding down the path of religious fanaticism, Government itself was banning books, he is hell bent on continuing to publish progressive and secular books. In the toxic and fearful atmosphere of curbed freedom of speech, his efforts in keeping the free thought alive is cherished and loved by so many! [..]
When his peers in publishing industry was afraid to publish books that could potentially ‘harm religious sentiment’, Ahmed continues to push the envelop and thereby helping to keep the dying candle of free speech in Bangladesh.
Ahmed no tiene miedo en cierto modo, cuando Bangladesh se desliza constantemente por el sendero del fanatismo religioso, el propio gobierno prohibía libros, él está decidido a continuar publicando libros progresistas y seculares. En una tóxica y temerosa atmósfera de restringida libertad de expresión, sus esfuerzos en mantener vivo el pensamiento libre es apreciado y amado por muchos! [..]
Cuando sus compañeros en la industria editorial tenían miedo de publicar libros que podrían potencialmente «dañar el sentimiento religioso», Ahmed persevera en llegar lejos y así ayudar a mantener viva la libertad de expresión en Bangladesh.
El derecho a la libertad de expresión está contemplada en la Constitución de Bangladesh y la doctrina de los derechos humanos internacionales de la cual el país forma parte. Los ateos tienen los mismos derechos como ciudadanos de Bangladesh. Según la legislación nacional, cualquier persona que tenga una intención «deliberada» o «maliciosa» de «herir los sentimientos religiosos» puede ser procesado. Sin embargo, el gobierno secular de Bangladesh ha hecho poco para disuadir a estos ataques o llevar a los asesinos ante la justicia.
Los ahora aparentemente rutinarios ataques han dejado tremendos estragos en las voces de escritores y blogeros del país. Ekush Tapader escribe en Facebook:
বাংলাদেশে প্রতিষ্ঠিত কোন লেখক টু শব্দই করবে না, পুরষ্কার ফিরিয়ে দেয়া তো দূরে থাক। ইসলামী জঙ্গিদের চেয়েও করুণ মতাদর্শিক অবস্থা তাদের। কিছু করতে পারত কেবল ব্লগাররা। আবারও শাহবাগ মোড়ে টানা অবস্থান নিলে অনেক কিছুই পাল্টাত। কিন্তু সবাই বিভক্ত, বিছিন্ন…এতটাই দুঃসময় আমাদের
Ningún escritor establecido condenará la matanza, o devolverá sus premios en señal de protesta. Su estado ideológico es peor que el de los extremistas islámicos. Los blogueros podrían hacer una protesta. Si pudieran reunirse de nuevo y hacer protestas como la de #Shahbag. Pero ellos están divididos, con miedo, dispersos … un mal momento para nosotros.
Para los agresores, la impunidad es la norma
Después de los incidentes del 31 de octubre, la policía se pronunció con lo que se ha convertido en un estribillo típico después de tales ataques: «Los atacantes no pudieron ser identificados. La investigación está en marcha».
En el 2013, un grupo de conservadores clérigos musulmanes presentó una lista de 84 nombres de los blogueros a una comisión especial del gobierno, acusándolos de «ateísmo» y escribir en contra del Islam. Los funcionarios del gobierno respondieron bloqueando los sitios web críticos y arrestando a los blogueros y líderes de la derecha religiosa, ante las protestas de #Shahbag en el 2013. El clima de Bangladesh por la libertad de expresión se ha convertido cada vez más insostenible para cualquier crítico del extremismo religioso.
El gobierno, el poder judicial y las fuerzas policiales no han tomado medidas eficaces para disuadir a los extremistas de atacar a los blogueros y los editores.
Bob Churchill, el Director de Comunicaciones de la Unión Internacional Humanista y Ética (IHEU), comenta:
We know what comes next because we’ve seen it before. In a few weeks or months, police and media will perform a merry dance, arresting and parading a few different groups or individuals detained in connection with the latest attack. They’ll parade someone for the cameras. Then there will be no trial, no true justice. And the same thing will happen again and again.
How many more times must we see these bloody and callous acts of hatred before the authorities wake up to the true problem. Officials must stop threatening to arrest, and stop blaming atheists themselves for writing books and blogs. To victim-blame them will continue to empower the fundamentalist killers and undermine the very basis of secular democracy itself.
Though there are many similarities with earlier outrages, today’s coordinated attacks may represent a significant emboldening and an up-step in the campaign to terrorize and silence the voices of humanists, atheists and secularists. The Bangaldeshi authorities must now accept that their failure to achieve justice and the appeasement of fundamentalist violence is not working, and is costing life after life.
Sabemos lo que viene después, porque ya lo hemos visto antes. En unas pocas semanas o meses, la policía y los medios de comunicación escenificarán un divertido baile, arrestando y exhibiendo algunos grupos o individuos diferentes detenidos relacionados con el último ataque. Ellos los exhiben por las cámaras. Entonces no habrá juicio ni justicia verdadera. Y lo mismo va a suceder una y otra vez.
¿Cuántas veces más debemos ver estos actos sangrientos y crueles de odio antes que las autoridades se den cuenta del verdadero problema. Los funcionarios deben detener las amenazas de arresto, y dejar de culpar a los ateos por escribir libros y blogs. Al culpar a las víctimas les darán más poder a los asesinos fundamentalistas y perjudicarán la base misma de la propia democracia secular.
Aunque existen muchas similitudes con los atentados anteriores, los ataques coordinados de hoy puede representar un envalentonamiento significativo y un paso en la campaña por aterrorizar y silenciar las voces de los humanistas, ateos y laicistas. Las autoridades de Bangaldesh ahora deben aceptar que su fracaso para lograr la justicia y el apaciguamiento de la violencia fundamentalista no está funcionando, y está costando vida tras vida.
1 comentario