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GV Face: Beirut y París ¿por qué unas tragedias atraen la atención mundial y otras no?

Categorías: Europa Occidental, Medio Oriente y Norte de África, Francia, Líbano, Medios ciudadanos, GV Face

«Algunas personas son globales y otras son locales, regionales, «étnicas»».

En este capítulo de GV Face, la serie de Hangouts de Global Voices, Joey Ayoub, un bloguero libanés y colaborador de Global Voices, Lova Rakotomalala, nuestro editor francés con base en París y Laura Vidal, nuestra community manager latinoamericana con base en París hablan sobre la raza, la política de la muerte y las reacciones desiguales frente a tragedias alrededor del mundo.

Global Voices es una comunidad de voluntarios sin fronteras con más de 1400 escritores, analistas, expertos en medios en línea y traductores. Creamos una agenda de noticias que construye puentes, entendimiento global y hermandad más allá de cualquier frontera. Nos centramos en contar historias sobre comunidades marginadas o mal representadas. Nuestro confiable equipo de editores y redactores —personas como Joey, Laura y Lova— informan sobre 167 países de todo el mundo. Nuestros traductores procesan estas historias en más de 35 idiomas. Muchos de los miembros de nuestra comunidad hablan varios idiomas y llaman hogar a más de una ciudad o país.

Tras los ataques de París del 13 de noviembre, Joey escribió un artículo titulado «Las calles de París son para mi tan familiares como las de Beirut» [1] que se convirtió en viral:

I come from a privileged Francophone community in Lebanon. This has meant that I have always seen France as my second home. The streets of Paris are as familiar to me as the streets of Beirut. I was just in Paris a few days ago.

These have been two horrible nights of violence. The first took the lives of over 40 in Beirut; the second took the lives of over 120 people and counting in Paris.

It also seems clear to me that to the world, my people’s deaths in Beirut do not matter as much as my other people’s deaths in Paris.

We do not get a “safe” button on Facebook. We do not get late night statements from the most powerful men and women alive and millions of online users.

We do not change policies which will affect the lives of countless innocent refugees.

This could not be clearer.

I say this with no resentment whatsoever, just sadness.

Provengo de una comunidad francófona privilegiada en El Líbano. Esto significa que siempre he visto Francia como mi segundo hogar. Las calles de París son tan familiares para mí como las calles de Beirut. Precisamente estuve en París hace unos pocos días.

Han sido dos noches de violencia horribles. La primera de ellas acabó con la vida de 40 personas en Beirut, la segunda se ha llevado por delante la de más de 120 personas en París.

También me queda claro que, para el mundo, las muertes de mi gente en Beirut no importan tanto como las muertes de mi otra gente en París.

«Nosotros» no tenemos un botón de seguridad en Facebook. «Nosotros» no tenemos declaraciones a las tantas de la noche de los hombres y mujeres más poderosos del mundo ni tampoco millones de usuarios online.

«Nosotros» no cambiamos las políticas que afectarán a las vidas de innumerables refugiados inocentes.

No podría estar más claro.

Digo esto sin ningún tipo de resentimiento, solamente con tristeza.

Laura Vidal estaba tan solo a una manzana de distancia en un bar cuando el primer ataque tuvo lugar en un restaurante el 13 de noviembre en París. Laura se mudó a París hace siete años desde Venezuela como estudiante. En «Tras los ataques en París: Para que sea unidad, no puede ser parcial [2]», reflexiona:

Since I arrived in Paris I’ve followed the endless discussions on origins, skin colours, backgrounds and religious faiths. Part of my research work is based on—of all subjects—intercultural sensitivity. These conversations are emotional, and therefore uncomfortable. But they’re necessary. And I say this because it seems that dividing the world between “us” and “them” isn’t useful. And it never has been. In fact, the artificial creation of difference is what fuels all of this. And this is how we learn to see “ourselves” and “others”, and this is the lens through which we have studied history and watch the news. “Us” and “them”. “Here” and “far away”. I don’t think we can afford to keep this view of the world anymore—assuming we ever could—and maintain this denial of reality.

Desde que llegué a París, he seguido interminables discusiones sobre orígenes, colores de piel, orígenes y creencias religiosas. Parte de mi trabajo se basa en —entre todos los temas— sensibilidad intercultural. Estas conversaciones son emotivas, y por lo tanto incómodas. Pero son necesarias. Y digo esto porque parece que dividir el mundo entre “nosotros” y “ellos” no sirve. Y nunca ha servido. En realidad, la creación artificial de diferencia es lo que aviva todo esto. Y así es como aprendemos a vernos a “nosotros” y “los otros”, y este es el lente a través del cual hemos estudiado historia y visto las noticias. “Nosotros” y “ellos”. “Acá” y “lejos”. No creo que podamos ya darnos el lujo de seguir viendo el mundo así —asumiendo que alguna vez hayamos podido— y mantener esta negación de la realidad.

El ensayo de Lova «Creando medios empáticos, una carta a la vez [3]», publicado tras los ataques a Charlie Hebdo, comparte autoría con el colaborador de Global Voices Nwachukwu Egbunike:

The time to have a global discussion on terror attacks, free speech, empathy and Islamophobia is not when tragedy strikes but beforehand and when cooler heads prevail.

Yet, whether we like it or not, the public thirst to make sense of the world is highest when such sad events occur. The timing might not be ideal, but we have the opportunity as media contributors to reframe the conversation for thousand of readers all over the world, while they are paying attention.

El momento para tener una discusión global sobre ataques terroristas, libre expresión, empatía e islamofobia no es cuando la tragedia golpea sino antes de que eso ocurra y cuando prevalece la razón.

Pero, nos guste o no, el afán del público por comprender el mundo es mayor cuando suceden eventos tan lamentables. El momento quizás no sea el ideal pero cuando el público está prestando atención tenemos la oportunidad como colaboradores de los medios de reformular la conversación para miles de lectores en todo el mundo.