Las autoridades rusas quieren hacer más difícil la compra anónima de tarjetas SIM. Imagen de Pixabay.

Pronto comprar una tarjeta SIM en Rusia puede hacerse incluso más difícil, aun estando ya prohibida la compra anónima y penada con multa. Las autoridades rusas consideran implantar restricciones adicionales a la venta de paquetes móviles aludiendo a una «creciente amenaza terrorista» como su razón principal.

La iniciativa parte del Comité Interdepartamental que combate el extremismo y parece que se centra principalmente en extranjeros que quieren compran tarjetas SIM móviles en territorio ruso, creándoles mayores complicaciones. El diario ruso Kommersant informa que diversas fuentes entre los proveedores de comunicación móvil rusos y sus socios han confirmado que el departamento jurídico ruso está trabajando en medidas que restrinjan la venta de tarjetas SIM.

La fuerza anti-extremista sugiere que se hagan enmiendas a la actual legislación para limitar la duración del servicio móvil contratado por extranjeros en Rusia. Los contratos de servicio, de acuerdo con la propuesta, deberían limitarse a la fecha de estancia legal del extranjero en el país y debería expirar tan pronto como el extranjero deje Rusia. Cualquier extensión del contrato de servicio debería basarse en documentación confirmando que a un extranjero se le ha permitido extender su estancia en Rusia.

Los servicios jurídicos también quieren aumentar las restricciones en ventas de servicios telefónicos de prepago, que evitan la firma de un contrato con el proveedor telefónico, de acuerdo con las fuentes de Kommersant. Desde enero de 2014, Rusia ha solicitado un documento de identidad y la firma de un contrato incluso cuando alguien compraba un paquete prepago, pero aún existen posibilidades de comprar de forma anónima. Para frenar la venta sin contrato de tarjetas SIM (que ya se castiga con multas), la fuerza anti-extremista sugiere otorgar al Roscomnadzor, los vigilantes de las comunicaciones en Rusia, el poder de realizar inspecciones sorpresa en puntos de venta y realizar pruebas de compra de incognito para comprobar si los establecimientos se adhieren a las normas y registran las identificaciones de los clientes.

Las fuentes de Kommersant contaron al diario que los cambios propuestos están relacionados a la «amenaza terrorista», aunque no especificaron ningún escenario concreto.

Más de 100 millones de tarjetas SIM se venden al año en Rusia, de acuerdo con datos de la consultora ACM Consulting. Los servicios jurídicos estiman que al menos cada mes de 1,5 a 2 millones de ellas se venden sin confirmar la identidad o sin contrato, haciéndolas potencialmente disponibles a personas u organizaciones involucradas en actividades criminales o extremistas.

Por otro lado, el registro obligatorio de los datos personales de los individuos que deseen usar un servicio prepago móvil y las crecientes restricciones de acceso a servicios móviles contribuye al ya reducido espacio para el anonimato y la libertad de expresión en la esfera de la comunicaciones en Rusia. Otros ejemplos de los intentos del estado por vigilar las comunicaciones rusas incluyen el requisito de identificación personal para usar redes Wi-Fi públicas y un registro especial para blogueros rusos populares.