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La biblioteca a pedal de Saber Hussain: Una historia de esperanza desde Afganistán

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Afganistán, Educación, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política, Protesta
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Foto compartida en Twitter por la Academia Qessa.

En Afganistán, la educación comienza en casa.

Ése es el mensaje de Saber Hussaini, un autor y narrador de historias de 35 años, quien ha estado en su bicicleta por más de un mes, distribuyendo volúmenes de libros para niños, en aldeas donde hay una demanda por materiales de lectura y un programa de aprendizaje que el gobierno local no puede satisfacer.

Sin embargo, no espere leer la historia de Saber en CNN, ni siquiera en los medios de comunicación convencionales de Afganistán.

Las historias positivas sobre el país de 30 millones de personas no venden, dejando valiosos relatos injustamente ignorados y a un país representado inexactamente. Aún así, todavía hay individuos y organizaciones que, sin importar la violencia y la guerra, están comprometidos con trabajar duramente por un futuro mejor y más pacífico.

A fines de octubre, Saber Hussaini, un autor y narrador de historias de 35 años, dio inicio a una biblioteca móvil, que cubre cinco aldeas al día en Bamiyán central, una provincia en el medio de Afganistán, básicamente habitada por hazares, donde la pizca de bibliotecas pobremente abastecidas no incluye un sólo libro para niños.

Saber Hussaini decidió repartir, en su tiempo libre, sus 200 volúmenes de libros para niños, a escolares, para responder simbólicamente a la insaciable sed de lectura en la excluída Bamiyán.

La biblioteca móvil de Saber, con una capacidad aproximada de quince libros, rápidamente atrajo a muchos niños. Pronto, los cuentos y libros de ilustraciones que él llevaba en la parte trasera de su bicicleta sustituyeron a pistolas de plástico y otros juguetes que desperdician el tiempo.

Ahora Saber planea expandir el número de servicios que ofrece y abrir una fundación para niños en Bamiyán.

Mi héroe afgano es Saber Hussaini, el hombre que lleva su propia biblioteca móvil para niños por 5 aldeas Bamiyán

Saber representa a una generación desconfiada de la guerra que tiene hambre y lucha por la educación, y encuentra su ideal en el libro y el lapicero.

La gente de su edad son muy jóvenes para haber conocido un tiempo donde la violencia y el conflicto no estaban generalizados, pero no tan mayores para creer que el futuro de Afganistán es algo distinto.

El usuario de Facebook Saeid Madadi alabó a Saber, haciendo referencia [5] a las palabras de un poema popular:

In the morning, I woke up to this news. I smiled. “Bamiyan is a world of miracles.»

En la mañana, me levanté con estas noticias. Sonreí. “Bamiyán es un mundo de milagros»

La historia de Zainab Karimi

Saber Hussaini, por supuesto, está lejos de ser el único héroe que aumenta el acceso a la educación de Afganistán. Zainab Karimi, una mujer de 50 años, que también proviene de la provincia de Bamiyán, ha enseñado a leer y a escribir a 500 mujeres en los últimos cinco años, asumiendo personalmente los gastos.

Como persona adulta, Zainab se inscribió en cursos de alfabetización que le permitieron seguir su educación hasta el 12o grado. Luego, ella se volvió maestra, decidida a enseñar en aldeas de su región hasta que el analfabetismo fuera erradicado.

Los años de adolescencia de Zainab coincidieron con la incesante guerra en Afganistán. Enseñando a cientos de mujeres de su edad, prueba con entusiasmo que la guerra no puede aplastar el deseo humano de aprender.

La provincia de Bamiyán tiene el ratio más alto de educación de niñas en el país. De sus 135,000 estudiantes, casi la mitad son niñas. CBS

Crea en Bamiyán

Cercada por montañas majestuosas en un país que de por sí no tiene litoral, Bamiyán es una de las provincias más necesitadas en Afganistán. Todas las universidades del país están pobremente financiadas [7], con sólo $1,000 disponibles para libros, en cada una de ellas.

La Universidad de Bamiyán parece, de cierta forma, haber sufrido doblemente. Aún así, a pesar de su pobreza, la provincia es número uno [8] en términos de brindar acceso a la educación a niños y niñas.

De todas las provincias en Afghanistan, Bamiyán es un éxito cuando se trata de centrarse en educación e igualdad de género a pesar de la pobreza.

Los estudiantes en Bamiyán son muy activos, con estudiantes de la Universidad de Bamiyán expresándose regularmente en contra de las pobres condiciones ahí.

En el 2013, hicieron una manifestación [12] para llamar la atención hacia el estado de deterioro de los dormitorios de los estudiantes. Más recientemente, a inicios de abril, entraron en huelga, protestando [13] contra la distribución injusta del presupuesto de educación superior, el cual, sostuvieron, desfavorece a Bamiyán.

En ambas ocasiones, el gobierno los ignoró. Sin embargo, ellos se han acostumbrado a eso. En Afganistán, el derecho a la educación no es un derecho con el que se nace. Es un derecho por el cual uno se tiene que esforzar y luchar.