Activistas en todo el Sudeste asiático conmemoraron el Día de los Derechos Humanos la semana pasada, el 10 de diciembre, con marchas reclamando mayor responsabilidad del gobierno en toda la región.
En Singapur, el grupo de derechos humanos Maruah exhortó al gobierno para que ratifique dos acuerdos de las Naciones Unidas: el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Sociales y Políticos. La declaración de Maruah dice:
Singapore still has much to do to build political institutions, judicial systems, and economies that allow ordinary people to live with dignity. The growth of hate speech against religious and racial minorities, the justification of rights violations in the name of combating terrorism, the clawing back of economic and social rights in the name of economic crises or security, and the failure to respect the right to privacy in the digital age, show the relevance of the 2 Covenants and the need to respect them.
Singapur aún tiene mucho por hacer para construir instituciones políticas, sistemas judiciales, y economías que permitan que la gente común viva con dignidad. El crecimiento del discurso de odio contra minorías religiosas y étnicas, la justificación de violaciones de derechos humanos en nombre de la lucha contra el terrorismo, el retroceso en cuanto a derechos económicos y sociales en nombre de crisis económicas o de seguridad, y la falta de respeto por el derecho a la privacidad en la era digital, muestran la importancia de los dos pactos y la necesidad de respetarlos.
En Malasia, el grupo defensor de los derechos humanos Suaram denunció que el gobierno se había negado a ayudar a barcos de refugiados rohingya provenientes de Myanmar. Los rohingya, en su mayoría musulmanes, no son reconocidos como ciudadanos de Myanmar, por lo que muchos de ellos se ven obligados a buscar refugio en los países vecinos. En una declaración en la prensa, el Asesor de SUARAM Kua Kia Soongen escribió en el Día de los derechos humanos:
The tragedy of Rohingya refugees being stranded in the Andaman Sea in 2015 was bad enough but the refusal of Malaysia and other regional authorities to take them in was a human rights abomination of major proportions. The numbers stranded aboard rickety ships was estimated to be in the thousands. The Malaysian government did not engage in any search and rescue efforts to provide desperately needed aid at sea nor did they allow migrants to land on offshore islands for such aid.
La tragedia de los refugiados rohingya varados en el Mar de Andamán en 2015 fue bastante grave pero la negativa de las autoridades malasias y de otros países de la región a brindarles asistencia es una aberración de considerable magnitud en materia de derechos humanos. Se estima que son miles las personas varadas a bordo de barcos desvencijados. El gobierno malasio no se ha embarcado en tareas de búsqueda y rescate para brindar la asistencia tan necesaria en el mar y tampoco ha permitido el desembarco de migrantes en busca de tal ayuda en islas mar adentro.
En Filipinas, los activistas organizaron marchas por todo el país para destacar la detención de disidentes y la militarización de comunidades que se oponen a la minería. A continuación algunas fotografías de las protestas en Manila, la capital del país:
En Camboya, alrededor de 10,000 personas en 15 provincias participaron en manifestaciones para pedir justicia, aumentos salariales, y derechos sobre la tierra. El gobierno prohibió las protestas en la capital Phnom Penh, pero no impidió que los activistas presentaran sus peticiones ante diversas agencias gubernamentales. A continuación algunas imágenes de las protestas que tuvieron lugar a lo largo de Camboya:
People from various provinces throughout the country celebrating IHRD in Phnom Penh. #JusticeKh15pic.twitter.com/XaXBgnJ1P2
— Tola Moeun (@Tolamoeun) December 10, 2015
La gente de diversas provincias del país celebra el Día internacional de los derechos humanos en Phnom Penh.
Y finalmente, en el sur de Tailandia con mayoría musulmana, estudiantes de Patani organizaron diversas actividades para llamar la atención de los ciudadanos locales respecto al derecho de autodeterminación. Los estudiantes también pidieron por la paz en la región asolada por conflictos, donde aún persiste un movimiento separatista: