¿Conoce la historia de la primera legisladora negra de Brasil?

Imagem do documentário Antonieta (2015) | Foto: Reproduzida com autorização Magnólia Produções

Imagen del documental «Antonieta» (2015). Publicada con autorización, Magnólia Produções.

Antonieta de Barros era una jovencita cuando recorría la pensión de su madre tratando de aprender las letras del alfabeto. A hurtadillas entre los estudiantes, ella y su hermana Leonor aprendieron a leer y escribir poco a poco. Antonieta no hubiera podido imaginar que estudiar el alfabeto la pondría en camino de convertirse en la primera legisladora negra en la historia de Brasil. El año era 1934 y la esclavitud había sido abolida menos de 50 años antes.

Pocas personas conocen la historia de Antonieta o siquiera saben quién fue. En Florianópolis, la capital del estado de Santa Catarina en el sur de Brasil, calles, colegios y túneles llevan su nombre. Hasta hay un monumento dedicado a ella. Sin embargo, como muchos otros nombres en los carteles de las calles, para muchos es solamente una dirección –algo que la cineasta Flavia Person decidió cambiar.

Nacida en
São Paulo, Flavia vivió siete años en Florianópolis. Descubrió a Antonieta cuando investigaba la historia de los negros de Santa Catarina, el estado brasileño con la menor proporción de esa población: solamente el 15% de los catarinenses se declaran negros o parcialmente negros. En las elecciones de 2014, fue el único estado que no eligió a una persona negra. Aunque fue ahí donde 82 años antes, una mujer negra asumió el cargo luego de ser elegida a través del voto popular.

Flavia quedó fascinada, como le contó a Global Voices:

Fazer um filme sobre a Antonieta me pareceu urgente. Depois que descobri que ela foi professora, diretora do instituto de educação, cronista dos jornais mais importantes do estado, a primeira mulher a ser eleita deputada em SC e primeira negra no Brasil, e mesmo assim, nem os nativos de Florianópolis conhecem bem a história dela, pensei que era o momento de fazer um filme e propagar a história dela para o máximo de pessoas possível.

Hacer una película sobre Antonieta me pareció urgente. Después de que descubrí que fue profesora, directora de un instituto de educación, columnista de los diarios más importantes del estado, la primera mujer en ser electa diputada en Santa Catarina y la primera mujer negra en ser elegida en Brasil, y que aun así, ni los nativos de Florianópolis conocen bien su historia, pensé que era momento de hacer una película y difundir su historia a tantas personas como fuera posible.

Su documental breve se estrenó en octubre, luego de un año de investigación. Para hacer «Antonieta», Flavia buscó disertaciones académicas y archivos públicos, pero la salvaron los archivos personales, con imágenes nunca antes vistas de un pariente de Antonieta.

Firmado, María ‘de la Isla’

Florianópolis, capital de Santa Catarina, na época de infância de Antonieta de Barros | Foto: Reproduzida com autorização Magnólia Produções

Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina, en tiempos de la niñez de Antonieta. Publicada con autorización, Magnólia Produções/Tratamiento de Yannet Briggiler.

La madre de Antonieta, una esclava liberada, enviudó joven y mantuvo sola a sus hijas trabajando como lavandera. Catarina siempre consideró la educación como el legado más precioso que podía dejar a sus hijas. Terminó criando a dos maestras. A los 21 años, Antonieta ya había fundado su propio colegio, el «Colegio Particular Antonieta de Barros», dedicado a enseñar a adultos analfabetos pobres. Para ella, el «analfabetismo es lo que impide que las personas sean personas«. Flavia agrega:

Antonieta fez da educação sua luta de vida. Ela acreditava na educação como único caminho possível para a emancipação feminina e dos pobres. Ela sempre defendeu a educação para todos, independente de raça, credo ou sexo.

Antonieta hizo de la educación la lucha de su vida. Creía en la educación como el único camino posible para la emancipación femenina y de los pobres. Siempre defendió la educación para todos, independientemente de la raza, credo o sexo.

Escribir era otro medio a través del cual Antonieta se labró un espacio propio. Como la periodista Ângela Bastos anotó en un perfil de Antonieta publicado en 2013, escribió una columna con el seudónimo de Maria da Ilha (María «de la Isla»), defendiendo los derechos civiles de las mujeres –en un tiempo en que casi nadie lo hacía en Brasil, sobre todo afuera de Río de Janeiro y São Paulo:

A sensibilidade de Maria da Ilha derramava-se em textos variados sobre educação, civilidade, religiosidade, virtudes morais, éticas e cívicas. Abordava também questões relacionadas às relações de gênero e à vida política e social dos anos 30, no Brasil e no mundo.

La sensibilidad de María de la Isla se derramaba en textos variados sobre educación, civilidad, religiosidad y virtudes morales, éticas y civicas. También abordaba cuestiones relacionadas con las relaciones de género y la vida política y social de los años 1930, en Brasil y el mundo.

A las mujeres brasileñas se les concedió oficialmente el derecho a votar recién en 1932. Dos años después, Antonieta, que ejerció altos cargos y debatió con hombres e intelectuales como iguales, se convertiría en la primera mujer en ser elegida como legisladora, y obtuvo un escaño en la asamblea estatal (en ese mismo año, la doctora Carlota Pereira de Queiroz, que era blanca, fue elegida diputada federal para el estado de São Paulo).

Antonieta sabía que la marginalización de la mujer en el mundo político «no representaba un hecho natural», pero igualmente sabía que esto ocurría también en otros espacios. Como explica Flavia:

A Antonieta sempre teve um viés político. Logo que se formou, ela fez parte da Liga do Magistério, entidade que defendia os direitos das professoras. Eu descobri que, até meados da década de 30, as professoras do ensino público eram proibidas de contratar casamento, havia uma lei que impedia. A justificativa era que as crianças poderiam fazer indagações indevidas sobre a sexualidade das professoras.

Antonieta siempre tuvo un sesgo político. Después de su graduación, formó parte de la Liga del Magisterio, una organización que defendía los derechos de las maestras. Descubrí que, hasta mediados de los años 1930, a las profesoras de educación pública se les prohibía casarse, había una ley que lo impedía. La justificación era que los niños podían hacer preguntas inapropiadas sobre la sexualidad de las profesoras.

Una legisladora moderna

Antonieta posa junto a um grupo de colegas políticos e intelectuais de sua época | Foto: Reproduzida com autorização Magnólia Produções

Antonieta con un grupo de políticos e intelectuales de su época. Publicada con autorización, Magnólia Produções/Tratamiento de Yannet Briggiler.

Antonieta entró a la política con ayuda de Nereu Ramos del Partido Liberal de Santa Catarina, que se convertiría en el vigésimo presidente de Brasil. La madre de Antonieta había trabajado en casa del Vidal Ramos, padre de Nereu, que también era político, y tenía una buena relación con la familia. Flavia explica:

O partido, sentindo a mudança de pensamento da década de 30 e querendo imprimir uma ideia moderna, viu na Antonieta, já muito respeitada pela elite por causa de seu trabalho na educação, uma oportunidade. Com certeza, ela deve ter enfrentado preconceito tanto pela cor quanto pelo gênero. Na década de 30, ainda havia discussões sobre a pré-disposição biológica da mulher que a impediria de assumir cargos públicos. Na época, apenas o trabalho de professora e outros relacionados à vida doméstica eram aceitos socialmente.

El partido, sintiendo el cambio de pensamiento en la década de 1930 y queriendo mostrar una imagen de modernidad, vio en Antonieta, ya muy respetada por la élite a causa de su trabajo en educación, una oportunidad. Ciertamente, debe haber enfrentado prejuicios por el color de su piel y por su género. En la década de 1930, todavía había discusiones sobre la predisposición biológica de la mujer que la haría incapaz de asumir cargos públicos. En esa época, solamente el trabajo como profesora u otros relacionados con la vida doméstica eran aceptados socialmente.

El colegio creado por Antonieta siguió funcionando por casi diez años después de su muerte. Y las discusiones que inició en la asamblea estatal sigien siendo relevantes. Para Flavia Person, esto muestra cómo la historia suele olvidar a las mujeres, aun cuando son protagonistas.

El nombre de la primera diputada negra vive de otras maneras también. En Santa Catarina, un grupo de profesoras negras debate educación, igualdad y políticas públicas en un blog llamado «Otras Antonietas«. En 2015, el Departamento de Promoción de Políticas Públicas para la Igualdad Racial, del gobierno federal lanzó el premio Antonieta de Barros para comunicadores negros jóvenes y destacados.

Cuando se le pregunta qué pensaría Antonieta del Brasil de hoy, donde los gobernantes combaten a los estudiantes que piden más colegios, las mujeres siguen siendo una minoría en política y cuyos derechos se ven amenazados en el Congreso, pero donde también florece una discusión sobre género, Flavia responde.

Certamente ela também estaria gritando “Fora Cunha”.

Ciertamente estaría gritando Fora Cunha [«Fuera Cunha»; Eduardo Cunha es el presidente de la Cámara de Diputados, la cámara baja del Congreso de Brasil].

Para más información sobre el documental «Antonieta», visite la página oficial de la película (en portugués).

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