La extrañamente ignorada y del todo legal enmienda sobre el uso de la marihuana en Trinidad y Tobago

By Oren neu dag [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons

Tres cuartas partes de todos los casos en los tribunales de primera instancia de Trinidad y Tobago involucran posesión de marihuana. Imagen de la bandera de Trinidad y Tobago, dominio público. Hoja de cannabis por Oren neu dag (CC BY-SA 3.0), a través de Wikimedia Commons. Imágenes editadas por Georgia Popplewell.

Por Nazma Muller

El 28 de setiembre, tres semanas después de unas ásperas y sumamente reñidas elecciones generales, la ONG C420 por la reforma de la ley acerca del cannabis en Trinidad y Tobago, amenazó con demandar al Ministerio de Salud del país.

Colin Stephenson, director y co-fundador de C420, dijo que el Ministerio falló en dar a conocer que existen leyes acerca de la posesión legal de marihuana en Trinidad y Tobago, en hacer regulaciones controlando el uso de la marihuana, y en explorar otros usos de la planta aparte del de ser fumada.

De acuerdo con ciertas enmiendas realizadas en secciones de la Ley de Drogas Peligrosas del año 2000, el Ministro de Salud puede conceder licencias para cultivar, importar, exportar, vender y distribuir marihuana, así como también establecer regulaciones para «el uso, compra, venta o posesión de cualquier droga peligrosa para fines médicos o científicos».

Con miles de casos relacionados con la marihuana obstruyendo el sistema judicial del país – según el abogado penal Wayne Sturge, tres cuartos de los casos en los tribunales de Trinidad y Tobago involucran posesión de marihuana – el poner en marcha esta sección de la ley podría aliviar esta carga, así como también establecer las bases para el uso regulado de la marihuana como medicina.

En mayo del año 2012, C420 solicitó al Ministerio de Salud una licencia especial para importar semillas de cannabis y cultivar la planta, y en diciembre de ese mismo año, recibió una respuesta de parte del director médico diciendo que tal licencia era competencia del ministro. C420 también solicitó en varias oportunidades la autorización para el uso de marihuana medicinal, en nombre de individuos que padecían enfermedades.

Colin.Natallee.Kamla

La ex primera ministra de Trinidad y Tobago Kamla Persad-Bissessar (centro) con los co-fundadores de C420 Natallee Stephenson (izquierda) y Colin Stephenson (derecha).

Stephenson manifestó que en abril del 2015, la primer ministro habia ordenado al exministro de Salud, el Dr. Fuad Khan, que se reuniera con el grupo, pero ese encuentro nunca se concretó. Algunas declaraciones realizadas a los medios por parte del Dr. Khan acerca de las acciones legales llevadas a cabo por C420, sugieren que el ministro no estaba al tanto de las enmiendas realizadas al Acta de Drogas Peligrosas, a pesar de que fueron hechas durante el primer mandato de su partido político (1995 – 2001).

La legislación actualizada también fue misteriosamente ignorada por las legiones de abogados, quienes ganaron honorarios astronómicos defendiendo clientes a los cuales se les cobró de acuerdo a la Ley de Drogas Peligrosas. Desde que esta ley entró en vigor hace 15 años, no fue utilizada ni una vez como defensa en los miles de casos relacionados con la posesión de marihuana que han estado saturando el sistema judicial del país. .

Al comienzo del período judicial del 2013, el presidente del Tribunal Supremo, Ivor Archie, reclamó la despenalización de la marihuana y volvió a recalcar la ridiculez de “encarcelar personas por dos cigarrillos de marihuana ” en la ceremonia de este año.

David Robinson, asesor de justicia criminal de la Crown Prosecution Service, también reclamó la despenalización de la marihuana, y sugirió que la policía multe a la gente en vez de arrestarla.

«Los tribunales están muy saturados, sobrecargados de trabajo», según explicó Robinson al diario local Newsday. «No existe otra solución lógica… El tribunal es un lugar increíblemente costoso y que precisa mucho tiempo para resolver un litigio. O bien dices que quieres hacerte cargo de todo y formas enormes tribunales por los que debes pagar, o limitas los casos que llegan a ellos».

LA MARIHUANA Y LA LEY DE TRINIDAD Y TOBAGO

La marihuana está clasificada como un estupefaciente y como una sustancia psicotrópica según el artículo 11.25 de la Ley de Drogas Peligrosas.

Cualquier persona que sea encontrada con marihuana en su poder es culpable de un delito y es objeto, en condena sumaria (los tribunales de paz), de una multa de 25.000 dólares (3.900 dólares estadounidenses), y de ser encarcelada durante 5 años. En sentencia condenatoria (en el Tribunal Superior de Justicia), la persona es responsable de una multa de 50.000 dólares (7.800 dólares estadounidenses) y es encarcelada durante un período superior a 5 años, pero inferior a 10 años.

La posesión de marihuana para fines de tráfico también se considera un delito grave, y esto sucede cuando alguien tiene más de un kilogramo de marihuana, a menos que se demuestre lo contrario. En sentencia condenatoria, la multa es de 100.000 dólares (15.600 dólares estadounidenses) o, en los casos en que hay evidencia de que la droga tiene un valor en la calle, la multa es tres veces el valor de la calle, la cantidad que sea superior, y la persona es encarcelada durante un período de 25 años a cadena perpetua.

Fuente:  Marijuana and the Law in T & T

Desde que la despenalización de la hierba entró en vigor en Jamaica el 15 de abirl, muchas personas en el Caribe han estado esperando que CARICOM, el bloque regional económico al que pertenece la República de Trinidad y Tobago, solicite la legalización de forma generalizada.

Esto se debe sólo a razones económicas, resaltó el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en una reunión de los jefes de gobierno del CARICOM en 2013..

Pero el nuevo primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, ha manifestado que mientras ahora la cuestión puede ser «de moda», no es una prioridad de su gobierno. En el presupuesto nacional de este año, presentado el 5 de octubre, la seguridad nacional volvió a recibir la asignación de fondos más grande. El ministro de Seguridad Nacional exige «tolerancia cero» con el crimen, ya que el índice de asesinatos sigue aumentando y las agresiones ofensivas a nuestras mujeres revelan un grave trastorno social.

Mientras tanto, los arrestos relacionados con la marihuana siguen avanzando rápidamente y se destruyen campos que valen millones. Asimismo, hay personas con acusaciones relativas a la marihuana que son encarceladas junto con presos violentos y, a menudo, con enfermos mentales, en cárceles donde las terribles condiciones se convirtieron no hace mucho en el foco de atención, luego de que se produjera una fuga de la cárcel durante el día en la capital del país. Los prisioneros implicados en la fuga habían estado esperando juicio en la prisión Remand Yard, donde a menudo muchos presos pasan meses o años esperando la libertad bajo fianza o una fecha de juicio. En esta prisión, hay hasta 15 hombres encarcelados en una pequeña celda con un cubo utilizado como inodoro.

Como socióloga, activista y líder del Colectivo Caribeño a favor de la Justicia, un nuevo partido político que hizo campaña durante las elecciones generales recientes por una plataforma verde centrada en la legislación del cannabis (cáñamo y marihuana) y una transformación radical de la economía para abordar las injusticias medioambientales y sociales, durante los últimos diez años, he escrito sobre los efectos devastadores que la guerra de Estados Unidos contra las drogas (lo que la revista Rolling Stone llama un fracaso de billones de dólares) ha tenido sobre mis compatriotas, especialmente jóvenes negros y pobres.

El reconocido abogado lord Anthony Gifford, presidente de la Coalición para la reforma de la Ley sobre la marihuana en Jamaica, está de acuerdo con que la legislación también es una cuestión sobre derechos humanos. «La ley criminal está concebida para intervenir cuando las personas se hacen daño entre ellas», dice Gifford. «No se debería utilizar cuando la gente usa sustancias que están a su disposición, que no perjudican cuando se usan de manera responsable y que no perjudican a los demás. Conceptualmente, cualquier persona debería tener derecho de hacer cualquier cosa que no dañe al resto».

C420 ha decidido no tomar acción legal y dar una oportunidad al nuevo gobierno de Trinidad y Tobago para abordar la cuestión. Desde entonces, C420 ha solicitado una reunión con el actual ministro de Salud, y, de acuerdo con la Ley sobre libertad de información, le han presentado una solicitud para descubrir si el ministro de Salud ha emitido licencias para obtener cannabis durante los últimos 15 años.

Si la administración de Rowley decide redactar la legislación y descriminalizar la marihuana, tal como permite la ley, tendría un gran impacto sobre la gran industria de narcotráfico del país, el sobrecargado sistema judicial y el complicado sistema sanitario.

Con uno de los índices de cáncer, hipertensión y diabetes más elevados de la región, los hospitales y centros de salud de Trinidad y Tobago están en crisis. Si se conceden licencias de cannabis, el país puede empezar a beneficiarse legalmente y abiertamente de los beneficios médicos positivos de la marihuana, tal como sucede en Canadá, Israel, Portugal, Uruguay y 23 estados de Estados Unidos. Los pacientes que sufren de epilepsia, diabetes, cáncer, esclerosis múltiple, síndrome del intestino irritable y otras enfermedades podrán cultivar su propia medicina.

Preparado o no, el nuevo gobierno de la República de Trinidad y Tobago debe actuar rápidamente para separar la marihuana del verdadero y peligroso tráfico ilegal de drogas y permitir a las personas que la utilizan como medicina, utilizarla sin ser encarceladas.

Nazma Muller es una rastafari que nació en la República de Trinidad y Tobago y que escribe para la revista Caribbean Bean. Es la líder del Caribbean Collective for Justice, que defiende la justicia medioambiental y social en toda la región.

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