Previo a las pláticas del cambio climático, conocidas como la vigésima primera conferencia de las partes (COP 21), que finalizaron recientemente en París, se llevó a cabo otra conferencia sobre las preocupaciones ambientales en Benín. El 2 de diciembre los expertos se reunieron en la ciudad más grande del país, Cotonú, para discutir el tema del desarrollo ante el cambio climático; este fue un evento que organizó la Agencia Francesa de Desarrollo.
Unos días antes en la misma ciudad, el 29 de noviembre, la gente se reunió para la Marcha beninesa por el clima organizada por los grupos defensores del medio ambiente y también por la ONG cívica mundial Avaaz y el Consulado de Bélgica en Benín.
Los desafíos ambientales están presentes siempre, incluso, en este país africano asentado en el golfo de Guinea. De acuerdo con Rafael Edou, exministro del cambio climático en Benín y actual consejero especial del medio ambiente, que participó en la conferencia en Cotonú, este país es considerado como una nación no contaminante según las normas del COP 21. A pesar que Benín ha emitido bajos niveles de CO2 durante la última década, estos se han estado incrementando en los últimos años, según los Indicadores del Desarrollo Mundial; además, el país está experimentado las consecuencias del cambio climático.
No obstante, adaptarse al cambio en el medio ambiente y realizar esfuerzos para prevenir más cambios, a veces, es más fácil decirlo que hacerlo.
‘¿Puede el cambio climático representar realmente una oportunidad para el desarrollo?’
El tema principal de la conferencia en Cotonú, que se realizó en el Instituto Francés de Investigación, fue: «¿Puede el cambio climático representar realmente una oportunidad para el desarrollo? ¿Y en beneficio de quién?»
Las pláticas giraron en torno a si el hombre puede adaptarse a la nueva realidad del cambio climático y sacar ventaja de ello. En Benín, esta adaptación – otros lo denominarían limitaciones – se observa en los intentos de algunos benineses por transformar las tierras deterioradas por el uso de pesticidas en tierras productivas. Benín, en realidad, no es capaz de satisfacer la demanda de alimentos a nivel nacional por sus propios medios, según lo evidencía la información recabada por la FAO. Los agricultores prefieren utilizar los pesticidas para maximizar su producción, aunque existan los dilemas a nivel ambiental y salud pública. El uso masivo de pesticidas continúa, pese a las manifestaciones de las ONG agroecológicas para incrementar la concientización de los riesgos que representan su uso.
Durante la conferencia, Raphael Edou argumentó que uno de los problemas más grandes que se deben considerar en Benín es la implementación sensata de estrategias y proyectos ambientales. Sin embargo, no explicó como sería la participación de los actores políticos y demás instituciones en la creación de estas estrategias ni quién dirigiría dicho esfuerzo: los gobiernos, el sector privado o la sociedad civil.
Anne Vincent, representante de la Unicef en Benín preguntó ¿Cómo se puede obligar a los benineses a prestar atención a su contaminación individual si su mayor prioridad es tratar de salir de la pobreza?
Benín es uno de los países más pobres del mundo: en el año 2013, la Organización de las Naciones Unidas lo clasificó en el puesto número 165 de 187 en el Índice de Desarrollo Humano. Esto dificulta fomentar los cambios en el comportamiento de las personas. La ONG Pro-environnement en Benín es un ejemplo de una organización que intenta despertar la concientización y la defensa en favor del medio ambiente entre las personas.
Las consecuencias del cambio climático en Benín
Benín, que se extiende desde el océano Atlántico hasta el Parque Nacional de Pendjari en la frontera con Burkina Faso al norte, enfrenta muchos desafíos climáticos. Las severas tormentas cada vez más frecuentes han aumentado el total de la cifra de precipitaciones anuales. Las incesantes lluvias inundan las vías en la mayoría de las áreas urbanas. Esta situación empeora en las aldeas: durante la temporada de lluvias se reduce la producción agrícola – regularmente, las lluvias intensas destruyen los cultivos – entre tanto, se interrumpen las líneas de comunicación por lo que las personas tienen dificultades para llegar a los mercados y vender sus productos.
Aparte de la frecuencia del clima extremo, muchos expertos – entre ellos, Yves Du Penhoat, un científico del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo, que participó en la conferencia de Cotonú – reportan que los niveles del mar se han incrementado de manera constante durante los últimos años. Para un país cuyas ciudades más importantes, Porto Novo y Cotonú, se encuentran ubicadas cerca de la laguna o a lo largo de la costa, no se puede descartar el potencial para escenarios catastróficos.
Además, la basura se está acumulando en el país. Justo cuando piensa que se acostumbró a ella, no puede evitar quedar impresionado por las grandes acumulaciones de bolsas plásticas por todo el lugar, inclusive, a lo largo de las ciudades costeras más hermosas y, particularmente, en la pintoresca Route de Pêche (la ruta pesquera).
‘Piensa a nivel mundial, actúa a nivel local’
Benín envió una delegación de 100 personas para participar en la COP 21 en París. Su principal mensaje fue «piensa a nivel mundial, actúa a nivel local». Ellos argumentan que la sociedad civil, por sí sola, no puede actuar a nivel local sin la participación de todos los actores nacionales, en especial las instituciones políticas.
Si se mejoran las condiciones de vida de las personas, sería más fácil afrontar los posibles problemas ambientales y de salud. Es un proceso muy largo que necesita más que solo buenas intenciones y lemas. Se necesita un compromiso político a largo plazo.